El poeta norteamericano Walt Whitman dijo en su obra “Canto a mi mismo” una frase que siempre estará vigente “Un día, cuando el hombre sea libre, la política será una canción”. Hay que recordar que lo dijo a mitad del siglo XIX, su obra fue publicada por primera vez en 1855. Su poesía habla contra el totalitarismo del odio, no hay mas que el totalitarismo del amor, y aquel que camina una sola legua sin amor, camina amortajado hacia su propio funeral.
Cuando el odio se adueña de la política y esta se utiliza como arma política, indudablemente deja de ser política para convertirse en albañal de las palabras, esto pasa con la oposición en todas partes, ahora como lo que está en juego el 16 de diciembre las gobernaciones, nos referiremos a una sola la del Estado Miranda.
Al acabarse los argumentos sobre lo que debió hacerse y no se hizo en cuanto a la gestión, ejemplo del señorito recién perfumado como lo menciona Pereira, candidato a la Asamblea Legislativa y que no sabemos si es o no el actual gobernador, solo sabemos que es el gran derrotado y lo volverá a padecer en cuerpo y alma. Si precisamente al quedarse sin argumentos han recurrido a las argucias de la peor calaña, inventando todo lo que les parezca bueno a los oídos de quienes aún padecen el trauma post electoral, a tales efectos las mentiras tal bambalinas carnavalescas recorren las mentes y acciones de esta gente, una de ellas, la que mas me ha impactado es que de ganar Jaua, todos los parques del municipio Baruta, serán destinados a construir viviendas para los pobres, por supuesto, semejante cosa impone una alerta temprana a quienes se creen estas cosas, expresan, que asco dijo una vecina de Santa Paula, que nos vayan a meter edificios llenos de marginales que guindan la ropa en los balcones, esto no puede ser, fin de mundo.
De estos políticos del paleolítico como trogloditas ambulantes, solo hay que esperar políticas de derecha aventurada y fascista, con la salud de Chávez apuestan a que se termine de morir, en un acto de necrofilia a lo Barnabás Collin, se acuerdan, y si no pregunten. Las mentiras en Baruta se han convertido en el programa de gobierno del Majunche ahora multiplicado por dos. El asunto de los 20 mil bolívares se ha convertido en el hazmereir de los habitantes de los barrios que existen en este municipio, rancho por rancho, peor aún, rancho por caña. Esta gran mentira digna de Ripley solo ha actuado como boomerang en contra de su propia candidatura. Si en alguna entidad está presente el espíritu de derecha, fascista y de entrega de la patria, es en Miranda con este señorito recién perfumado. Es obligatorio ganar con Elías Jaua para recuperarlo de la ignominia de estos políticos indolentes, para que entonces Miranda con Jaua pueda tener una canción de libertad.
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