Me he mantenido alejado de esta Web por tres principalísimas causas. La primera, la enfermedad de mi sobrina. La segunda, la no publicación de mis artículos por parte de los amigos de Aporrea. La tercera, la cruel realidad que constato cada paso que doy en cada rincón de mi patria. La primera, ya fue superada por mi querida sobrina. La segunda, no se si seguirá, La tercera, es imposible de esconderla.
En cuanto a la realidad actual, esta nos abofetea el rostro sin misericordia alguna. ¿Cual es esta realidad? Que cada día nos hundimos más en la vorágine del capitalismo. El sarampión "Socialista" duró muy poco en todos los dirigentes de este gobierno. ¿Cual fue la vacuna que les curó el virus socialista? La más poderosa de todas: el sistema burgués. Todos se dejaron inocular por el y por eso ahora todos son unos robustos y sanos ciudadanos burgueses. ¿Quien puede dudar de esta esperada sanación? Al principio hasta yo creí que el sarampión sería para siempre. Que estos "revolucionarios” no tenían cura y que al fin acabaríamos con el monstruo capitalista. Pero que va, las criminales transnacionales farmacéuticas en este gobierno son tan necesarias como los banqueros que según leí por Internet, hasta Octubre ya se habían ganado la cantidad de Cinco mil ochocientos millones de dólares.
Lorenzo Mendoza, también ayudo a acabar con ese sarampión. Por eso logró el aumento tan esperado por él de su arroz y de su harina de maíz. El astuto empresario consiguió que le aprobaran su proyecto de montar una planta productora de yogur en unión con los españoles en Valencia, con una inversión de más de ciento cincuenta millones de dólares. Ya nadie en el gobierno pelea con el, Ameliath ganará en Carabobo. Fedecamaras, ni chistea, su país está feliz. Todo el dinero entregado a los trabajadores por concepto de utilidades, volverá a sus manos. El consumismo hijo preferido del capitalismo se encargará de que así sea. Para el primero de Enero, la mayoría de los venezolanos estarán tan limpios como a finales de Noviembre.
El Diciembre capitalista siempre ha servido como enterrador de las necesidades de la clase trabajadora, la cual no ahorra y todo su dinero va a parar a los bolsillos del san Nicolás del norte y a las arcas de los chinos. El pobre niño Jesús, se quedó sin pesebre y sin villancicos. Pudo más el tío Sam que al papá andino o la madre oriental. Pudo más la publicidad capitalista, que las misiones: Robinson, Rivas y Sucre. Las nuevas universidades públicas al igual que las viejas autónomas, están graduando mediocres profesionales para que sirvan al capitalismo. Muchos médicos cubanos que se han nacionalizados venezolanos han pasado a ejercer la medicina privada. Los supermercados Bicentenarios, son tan capitalista como los Central Madeirense, Unicasa, Farmatodo, Locatel y otros.
Esa es la realidad, hemos estado catorce años gravitando alrededor de la fantasía socialista, pero la fuerza de gravedad del capitalismo es tan fuerte que ha impedido que este gobierno abandone su poder de atracción. Seguimos en la orbita capitalista y esta es una realidad que nadie puede refutar. Algunos dirán que apenas estamos comenzando, que estamos en transición al socialismo. Esta opinión no la comparta en lo absoluto. Para algunos catorce años no son nada, para mi lo es y mucho.
Este Diciembre es donde el consumismo se ha mostrado en toda su plenitud. El venezolano, sigue viviendo su fantasía al viejo estilo de los "Tá barato dame dos" Se sigue comportando como catorce años atrás. Por eso todo el mundo está feliz. Los empresarios lo están. Los ganaderos también. Los banqueros gozan una bola. Los estadios de Base Ball permanecen repletos de fanáticos. Los pasajes por avión internos y externos se agotaron hace mucho tiempo. Los políticos de ambos bandos sonríen como niños ya que el país está tranquilo. Ambos esperando unas elecciones que nadie le para bolas, por que cuando los bolsillos están repletos de billetes, no hay fuerza que mueva a la gente a votar.
Si hay algo que demuestra que estamos viviendo una fantasía socialista, es el mes de Diciembre. No hay como ese mes para darnos cuenta que el socialismo de este gobierno es como un globo lleno de Helio que se va para no verlo jamás. El siete de Enero la fantasía culminará y la realidad volverá a estrellarse en el rostro de la clase trabajadora que lo sacará de su ensueño para darse cuenta que sigue siendo el mismo pendejo de siempre. Para darse cuenta que si el no se ayuda, nadie lo ayudará
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