Cuando yo era; ¡Uf! Niño, siempre me dijeron que al niño Jesús había que demostrarle, lo bien que nos habíamos portado en todo el año, para que de esa manera fuésemos merecedores de una muy buena recompensa, es decir, todos los niños teníamos la obligación de rendirle cuentas, mediante un informe anual, al hijo de Dios, para que al final de cada año, nos pudieran reconocer los esfuerzos por los trabajos realizados, mediante el otorgamiento o el incentivo de un juguete, ciertamente para aquellos tiempos, el niño Jesús de nosotros los pobres, como que no tenía muy claro, que dizque “a cada cual según sus capacidades y a cada quien según sus necesidades” o lo que es lo mismo, solo necesitaba saber, que a los de menos capacidades económicas para adquirir bienes, había que darles los mejores juguetes, y a los que tenían más capacidades económicas, solo otorgarle una colaboración lo básica para equiparar, y esto lo digo y lo remarco porque, yo si me cansé de pedirle al niño Jesús juguetes que me gustaban, y el señorito, siempre me regaló, el juguete que le alcanzaba para traerme después de haberle regalado, a los hijos de los vecinos, los juguetes que yo le había pedido, yo me arrechaba, pero luego pensaba, que aquellos “Ñiñitos” vecinos, se habían portado mejor que yo, entonces, como todo niño revolucionario ¡disculpaba! al niño Jesús.
No obstante y en virtud de dejar bien explicito en este escrito que; no siendo ateo, pero creyendo fielmente en los principios fundamentales del Cristianismo, y bien convencido de que existe un Ser superior omnipotente que rige los destino del Mundo y el Universo entero; no me puedo, ni debo dejar pasar por alto, la nueva estafa cometida en mi contra por parte del “Señor Niño Jesús”. Resulta inaceptable, incomprensible e intolerable que; desde el 30 de junio de 2011, le he venido solicitando a este niño, que por favor me conceda un solo regalo, y el carajito me lo trae incompleto; a pesar de que todas mis acciones y actuaciones durante todo estos últimos catorce (14) años, sobre todo estos ochos (8) últimos, me he portado tal y como hace más de cincuenta (50) años tenía la tendencia a comportarme, es decir, me he portado bien (Como diría Walter Martínez) ¿Cómo quedó eso? muy bien, sin embargo…y espero solo sea una travesura de este niño…me ha venido postergando la entrega del regalo requerido.
Ahora bien, tomando en consideración la posibilidad de que, parte de esta postergación de la entrega de mi regalo, forme parte de la categoría de los errores, y el mismo se enmarque dentro de lo que se pueda definir como “ERRORES FUNDAMENTALES”, me veo obligado a otorgarle el beneficio de la duda al carajito este, y se lo otorgo tan solo un motivo fundamental; estamos en diciembre, y estos son días en lo que debe prevalecer la Paz, la espiritualidad, la armonía, la solidaridad, la camaradería, la comprensión, entre otras tantas güebonadas que ahora no me acuerdo…“mesonero cámbiame el trago y el vaso”…lo muy cierto del caso es que, yo le estoy pidiendo cure a HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRIAS, y el carajito se está haciendo el loco, no sé qué juego celestial se pone a realizar y se olvida de mi regalo, de esto continuar así, y para que la no me vayan a aplicar la LOPNA, voy a esperar hasta la SEMANA SANTA, para recordarle al hijo del hombre, una vez mas lo de mi regalo, que no me trajo cuando niño, pero como para esos entonces, ya el niño tendrá treinta y tres (33) años de edad, entonces no habrá LOPNA, ni Santa Biblia, que me prohíba arrecharme con él y su Papa.
Vuelvo y repito, no soy ateo y; tan solo porque HUGO RAFAEL CHAVEZ FRIAS, así nos lo ha hecho ver; creo arrechisimamente en los principios fundamentales del cristianismo, al igual que estoy convencido que existe un ser omnipotente y omnipresente que rige el destino del mundo y el universo, pero nada me cuesta echar por la borda todas esas creencias si no me dan lo que les solicito, al señor y al carajito. Por favor Dios no te pases de listo y habla con ese carajito o si no con el señor que viene después.
He dicho todo menos mis pecados. Amen
CHÁVEZ sigue siendo el camino y la Razón
Sin CHÁVEZ ni patria, ni Revolución
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