Cuando el pan se pone amargo o ha llorado el panadero o el que come está llorando (Andrés Eloy Blanco)


Faltan pocas horas para que termine el año 2012 y un sin sabor nos mantiene sin poder cantar como es, sin poder reír como es, sin poder brindar como es…Faltan casi cinco pa las doce y las amargas uvas de una ausencia nos tiene un nudo en la garganta que no nos deja celebrar como es…

La angustia de noticias inciertas no nos dejan dormir tranquilos, todos creemos que el comandante está mejorando, todos queremos que el comandante se mejore pero, también, todos necesitamos algo más que una noticia traída por un emisario que solo trae palabras.

Sé que debemos estar tranquilos y confiados en Dios primero y en la sinceridad de nuestros ministros, así como en la honestidad de nuestro vicepresidente después; pero algo de sazón le falta a nuestra alma que ya empieza a angustiarse ante tanta ausencia.

¿Porque cuando el comandante llamó al vicepresidente por más de veinte minutos no nos dejó un saludito que podamos escuchar para estar tranquilos? ¿Por qué no vemos una foto del comandante?...Sabemos que está enfermo, sabemos que lo que tiene no es juego, sabemos que no está bien, pero confiamos en que mejorará, deseamos que mejore y esperamos en Dios que así sea. Pero el misterio hace daño y no es la oposición ni sus comentarios, es el corazón de cada uno de nosotros el que ya está empezando a angustiarse.

Queremos a Chávez recuperado, si puede asumir el mando o no eso que importa, si Chavez es más que un presidente, Chávez es el Líder del País y el chavismo su doctrina, que es lo mismo que decir: Socialismo venezolano, humanismo.

Presidente puede ser cualquiera que logre los votos, pero el alma de un pueblo solo un líder del tamaño de Chávez lo logró en vida, ni Bolívar pudo disfrutar del amor del pueblo mientras aun vivía; a pesar de su enorme sacrificio fueron pocos los que se lo reconocieron hasta que después de su muerte el alma del grande hombre se regó como esporas al viento por montes y montañas, por ríos y mares, por pueblos y desiertos: por el alma de los que amamos la libertad.

Un sin sabor por la soledad a la que su proceso curativo nos condena nos tiene el alma en vilo; la orden del comandante antes de partir fue clara: Nicolás Maduro será el próximo presidente si él no pudiese asumir el mando o si él decidiese no asumirlo; entonces teniendo eso claro, como lo tenemos, la angustia a la que estamos sometidos no es necesaria. Si el reposo exige que el comandante se tome seis meses pues que se los tome, se juramenta en el TSJ como lo ampara la constitución y delega en el vicepresidente el tiempo de reposo. Si el comandante desea retirarse un tiempo a compartir con la familia, ¿Quién más que el benefactor de la patria merece tanto? Pues que se vaya y desde su chinchorro de vez en cuando nos salude para que el camino no se pierda…en fin lo que el comandante decida será escuchado y obedecido porque amor con amor se paga y yo diría más: porque fidelidad con fidelidad se paga.

Desde hace mucho tiempo que la mayoría somos Chávez, entonces hoy todos somos ministros, hoy todos somos presidente, hoy todos estamos enfermos y hoy todos estamos angustiados; estaba leyendo un poco la biblia y leí sobre un acto de fe donde el soldado romano le decía a Jesús: “Señor no soy digno de que entres en mi casa pero una palabra tuya bastará para sanarlo” refiriéndose a su solicitud de que Jesús le sanara a su hijo enfermo pero consiente de que un justo como Jesús no debería, según la norma de la época, entrar a la casa de un infiel; Salvando las distancias y esperando no ofender a nadie con la comparación yo desde mi humilde hogar de venezolano angustiado diría: Comandante Chávez una palabra tuya bastara para sanarnos de esta angustiosa soledad.

La angustia que se siente en las calles no es por el destino dela patria, no es por el destino de la presidencia, no es por la situación de la América y el mundo; la mezquindad con la que explotamos a Chávez sin darle nada nos está abofeteando en la cara y nos hace sentir culpables y nos hace sentir descuidados, tanto lo fuimos que dejamos que el comandante llegara el extremo en que se encuentra.

Queremos que Chávez, el hombre regrese a su hogar que es Venezuela toda, para esta vez cuidarlo como un padre se merece que sus hijos lo cuiden; queremos que esta angustia pase y podamos volver a reír de verdad y a cantar de verdad y a celebrar de verdad.

Feliz Año para todos aun cuando estas líneas sepan un poco amargas pero es que por aquí tanto el panadero como el que come están llorando…


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Oscar Jimenez


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