Cuando escribo estas líneas no quiero que se interprete que estoy generalizando y que todos los opositores están inmersos en esta categoría cancerígena que describo a continuación.
El cáncer es una terrible enfermedad que ha acrecentado su aparición como pandemia mundial sobre todo en los últimos tiempos modernos; las causas -según explican los expertos- son variadas: mala alimentación, angustias, stress, no dormir al menos siete horas diarias, entre otras razones.
Esta enfermedad en algunos casos fatales, sólo desaparece cuando su huésped muere, es decir, la enfermedad es tan arrecha que acaba con la vida incluso de la persona en que habita y ataca; es decir se auto aniquila.
Toda esta explicación pseudo científica de parte mía, sirve de preámbulo para demostrar como se comportan los líderes de la oposición y un sector de ésta, que está permanentemente en un proceso cancerígeno de autoliquidación. Y en este proceso de auto aniquilación permanente, sigue equivocada frente a las coyunturas políticas y los cambios que enfrenta Venezuela.
¿Porqué digo esto?: pretenden –sus voceros y líderes y así lo repiten como loros sus medios de difusión- hacernos creer la tesis, del vacío del poder en el gobierno frente a la posibilidad de que el Presidente Chávez no pueda cumplir con la formalidad de la juramentación el 10 de enero ante la Asamblea Nacional; por otro lado en su locura colectiva pretenden hacernos creer también, que de acuerdo a ello a partir del 10 de enero no hay poderes en Venezuela y que si Chávez no se juramenta ese día, pues simplemente no es presidente de Venezuela y todos de ahí para abajo son ilegales e inconstitucionales sus actos.
Y allí me permito hacer una reflexión simple y de carácter legal: Chávez fue reelecto por la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano: más de 8.400.000 votamos por él y lo reelegimos para que continuara a cargo de los destinos del país y del proyecto bolivariano; estos votos traducen la expresión de la voluntad popular de la mayoría y esto fue reconocido por el Poder Electoral cuando PROCLAMA mediante un Acta a Chávez como Presidente de la República.
Constitucionalmente Chávez fue reconocido por el Poder Electoral –que es a quien le corresponde- mediante Acta de Proclamación como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. El acto del 10 de enero, más allá de la formalidad constitucional no pudiera considerarse por tanto, imprescindible para que Chávez sea el Presidente. Ya la voluntad popular fue expresada y debidamente notificada al interesado mediante el Acta de proclamación. Corresponde al TSJ, ante la situación sobrevenida –si éste fuera el caso el 10 de enero próximo- interpretar: que se entiende por una situación sobrevenida; si la situación de Chávez encuadra en este supuesto; y cuales de ser así, son las formalidades para que corresponda la juramentación de Chávez ante el TSJ, ello si se aplica lo previsto en la segunda parte del 231 constitucional y no la locura que plantea la oposición, eso es lo correcto.
Sus eruditos especialistas y constitucionalistas siguen interpretando la Constitución desde la visión formal y liberal; y mientras no se salgan y reaprendan a ver el Derecho como una forma social de expresión para servir a la gente, seguirán perdidos y en proceso de auto aniquilación permanente.
Ni hay vacío de poder, y Chávez es el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela en funciones, con una situación especial y sobrevenida y un permiso además autorizado por la unanimidad de la Asamblea Nacional.
Siguen sin entender que la Constitución Nacional, prevé un Estado Social de Derecho y de Justicia, y todo lo que se interprete debe pasar por el tamiz de esta visión. A decir de Heller “la Constitución no es un proceso sino un producto, no es una actividad, sino una forma abierta a través de la cual pasa la vida en forma y forma nacida de la vida.” Es decir, la Constitución Nacional es un ente con vida –tesis de la Constitución viva sostenida por el Tribunal Constitucional Español y por otras Salas Constitucionales de países latinoamericanos- que debe adaptarse a las realidades sociales, ello en el marco y con la visión de buscar superar las posibles contradicciones entre la titularidad formal de unos derechos públicos subjetivos y su ejercicio efectivo.
Es en resumen, procurar el efectivo cumplimiento por parte de los ciudadanos, las instituciones y los poderes que integran el Estado con la suficiente apertura para que cohabiten valores plurales que eventualmente pudieran colisionar; y en lugar de cerrarnos a la interpretación escasa, debemos ponderar para con ello subsumirnos en la aplicación del mejor derecho para solucionar conflictos.
Esta visión es la que debe privar a la hora de interpretar la Constitución Nacional. Y allí es donde se equivoca nuevamente la oposición cancerígena: están creyendo que eliminando a Chávez, se acaba con el proyecto bolivariano. Nada más lejos de ello. Pues TODOS sabemos que Chávez y su enfermedad son resultado de las situaciones extremas de stress, angustias, insomnios y mala alimentación a la que el propio presidente se sometió empujado por esta oposición necrofílica y miserable, que ante la pérdida de algunos de sus privilegios, de manera virulenta nos sometió y sometió a Chávez entre paros, sabotajes petroleros, alimenticios, financieros, de divisas, político, electoral, constitucional, y de toda clase y especie, a la afectación de su salud.
No se equivoquen señores de la oposición, nosotros sabemos que el sacrificio de Chávez y la afectación de su salud, es causa directa de la conducta que ustedes han asumido y siguen asumiendo. Cómo no afectarse ante tanto saboteo y conspiración permanente? Cómo no afectarse ante tanta miseria y odio que han inoculado entre los venezolanos?
Por eso ahora decimos: la vaina no es con Chávez, la vaina es con nosotros! No se equivoquen.
alecucolo@cantv.net