En las calles y barrios de Venezuela, así como también en las redes sociales recorre una consigna: #YoSoyChávez. Esta expresión aterra a la derecha “venezolana” y a sus amos del Norte que ve ahora a su enemigo reproducido en millones dispuestos a mantener la lucha por sus derechos conquistados y libertades conquistadas gracias a la Revolución Bolivariana. Los venezolanos patriotas hoy han asumidos el verdadero protagonismo. El pueblo venezolano movilizado se hizo presente en las calles de Caracas respaldando la decisión que se dio las mayoritarias el 7 de Octubre de 2012, que permitió la continuidad del mandato del camarada Presidente Chávez. Los intentos de la derecha venezolana por asestar un Golpe Anticonstitucional para destruir la Revolución Bolivariana y sus logros alcanzados en estos 14 años de gobierno han sido neutralizados, tal como sucedió el 13 de Abril de 2002. La derecha venezolana ha sido nuevamente derrotada en cientos de ocasiones, pero sigue contando con muchos recursos económicos y apoyo mediático para mantener su estrategia de desprestigio y saboteo.
La derecha pretende manipular con su cara lavada ¿Acaso no lleva el Presidente Chávez cerca de 14 años gobernando el país por voluntad popular? ¿Qué argumentación seria podría negar que exista Continuidad Administrativa en el gobierno del Presidente Chávez? La actitud bochornosa asumida por la derecha venezolana raya en el ridículo y que esconde, también, el profundo desprecio que siente la burguesía por el pueblo venezolano.
La burguesía tilda de “ignorante” al pueblo venezolano y lo cree incapaz de discernir la manipulación descarada que hacen de la Constitución Nacional para llevar adelante su plan contra la Revolución Bolivariana. El mundo conoce que Presidente Chávez ha sido reelegido el 7 de Octubre, y que lleva cerca de 14 años dirigiendo el Estado venezolano por voluntad de las mayorías del pueblo venezolano; que su gobierno es tan legitimo, como lo es su equipo gobierno, y que hoy su Vicepresidente, Nicolás Maduro, asume con responsabilidad la misión delegada por el propio Presidente Chávez, de acuerdo a la Constitución Nacional, mientras se recupera de su enfermedad.
La verdad no se puede ser ocultada con el barro de las mentiras ¿Cómo pretende la derecha que un evento protocolar (la juramentación ante la Asamblea Nacional del presidente reelecto el día 10 de Enero) pueda revocar la decisión popular del 7 de Octubre?
Las mentiras y manipulaciones de la derecha venezolana no resisten ni la más pequeña y simple de nuestras argumentaciones. Su planteamiento viola la Constitución y se opone a la razón. El propio Artículo 231 de la Constitución, del que tanto se aferra, expresa claramente que "Si por cualquier motivo sobrevenido el Presidente o Presidenta de la República no pudiese tomar posesión ante la Asamblea Nacional, lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia". ¿Quién puede negarle ese derecho a un presidente?
La bancada parlamentaria de la derecha pretendió reeditar en el país lo ocurrido recientemente en Paraguay contra Fernando Lugo, pero se volvieron a equivocar. En Venezuela la derecha no tiene posibilidad de llevar adelante semejante cometido porque el Presidente Chávez cuenta con el respaldo mayoritario del pueblo venezolano y de la Asamblea Nacional. Aunque en el fondo lo saben, no desisten en su plan de intentar desestabilizar al país e incitar a las fuerzas armadas para emprender un Golpe de Estado. Para mala suerte de ellos, tampoco encuentran eco dentro del estamento militar. Los militares patriotas venezolanos no prestaran a su juego de la reacción.
La estrategia de la burguesía ha sido develada. Buscan desesperadamente desestabilizar al país para incitar la intervención extranjera. Razón tiene el criminal Roger Noriega, ex secretario de Estados Unidos ante la OEA, cuando calificó a la derecha venezolana de "inepta", pues llevan más de 14 años de derrota en derrota, y esta última no será distinta.
En Venezuela no existe un "vacío de poder", así como tampoco existió “vacío de poder” el 11 de Abril de 2002.
La derecha alimenta la frustración entre sus disociados seguidores, y pretenden sembrar una matriz de opinión nacional e internacional de ilegitimidad del gobierno, pero fracasarán como siempre y sus mentiras regresarán como un búmeran a sus voceros.
En Venezuela no existe un "vacío de poder" en el gobierno, sino un vacío de moral y ética dentro de la derecha venezolana.