Cuando creemos, pesamos y estimamos que conocemos cabalmente a una persona, nos tenemos que quedar gratamente decepcionado, cuando observamos que nuestra opinión o el criterio del cual teníamos de aquella persona, es diametralmente distinta a nuestra percepción, y entonces nos damos cuenta, que la conducta, el comportamiento y la honestidad de aquella persona, sobre pasa nuestras expectativa, es decir, en simple y sencillas palabras, pudiéramos preguntarnos ¿Se puede confiar en EDUARDO SAMÁN? Y sin ningún tipo de duda o temor podríamos responder, que si, EDUARDO SAMÁN, ciertamente es una de las figuras más confiable, que este proceso político de cambios profundos nos ha presentado, en su momento, cuando en sus funciones de Ministro de Comercio, pudo demostrar, que cuenta con la capacidad intelectual necesaria, para administrar cualquier institución de elección popular. Lo que a mi entender lo convierte…a falta de otra aspiración a ese cargo…en el candidato para ser considerado a disputar la alcaldía metropolitana.
Ahora bien, viniendo esta opinión desde mi lambiscona posición, parecería que solo soy una de esta persona, que en oportunidades suelen ser asalariado, mercantilizados y hasta capitalizados para que en virtud de una opinión JALABOLERICA, escriba muy bien por estos medio de información alternativa, de alguna persona en particular, y así cuando esta persona obtenga la victoria al cargo para el cual sea elegido, poder negociar un puestico en la institución o cargo, para la cual fue electo o elegido; pero les puedo jurar que no ando vendiendo mi alma, por un puesto, porque la realidad y mi única verdad, es que debo reconocer que, con EDURADO SAMÁN, en la alcaldía Metropolitana (Alcaldía Mayor), el área Metropolitana de Caracas, la ejecución del Plan de la Nación Simón Bolívar 2013-2019, contaría con unas bases solidad y firme, para su desarrollo.
No obstante y en virtud de establecer, un comentario estrictamente Revolucionario y comprometido con este Proceso Político de cambios Profundos, un soldado con la disciplina revolucionaria del camarada EDUARDO SAMÁN, se merece que le ofrezcamos, una nueva oportunidad, para demostrar sus dotes de estadista, y aparte de eso, llevar un contundente mensaje a las generaciones de nuestro futuro inmediato, es decir, a nuestros jóvenes revolucionarios, que aparte de la constancia y la perseverancia, es menester una contundente disciplina para lograr alcanzar nuestros objetivos, sin tener que utilizar a nuestros semejantes como peldaños de la escalera que debemos escalar para alcanzar nuestras metas, y mucho menos destruir los sueños de un colectivo, llámese este PUEBLO, tan solo por el afán de mantener y conservar apetencias personales y/o particulares
En tan sentido, solo puedo responder que ¡SI! ¿Lo demás? Solo Dios, el Pueblo y la consciencia de su eterna soledad ante el botón para sufragar lo sabrán, pero para mí la opción es SAMÁN.
CHÁVEZ sigue siendo el camino y la Razón
Sin CHÁVEZ, ni patria, ni Revolución que valga
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