Sinceramente, sin dudar de la buena fe de algunos de los voceros, no sé, pero sospecho, el por qué, de caras a las elecciones del próximo 26 de mayo, para escoger alcaldes y concejales, las direcciones del PSUV, nacional, estadales, municipales y parroquiales, insisten en lanzarnos esos discursos a la militancia llana, presentándose como los salvadores de la unidad del pueblo, alegando que reciben una instrucción del Comandante Chávez, para que nos orienten o persuadan para no caer en las “nefastas divisiones”, pero lo que realmente parece es que no saben que el mensaje dado por el Camarada Presidente, el pasado 8/D. 2012, con testigos a todos habitantes del país, fue dado principalmente a la parte de la estructura del partidos, de donde precisamente, han salido las peores divisiones del proceso.
Nunca de las bases han salido las fracciones o fricciones de intereses personales o grupales que cuadriculan a los partidos políticos, puesto que ha sido, es y será de las cúpulas, donde más se mueves las maniobras para preservar los privilegios que dan las cuotas de poder mal utilizadas, para manipular y atrapar incautos a cambio de migajas, sea en la ejecución de política o en los ejercicios de gobiernos.
Estos señores, parece que se han olvidado que a la hora de defender al máximo líder, al pueblo no le hace falta más discursos que el sentimiento de amor, ejemplos resaltantes, ahí tienen el 06/D.-98, durante todo el proceso constituyente, ante el golpe de estado y paro petrolero, en el revocatorio y la enmienda, el 07/Oct. y el 8/16/D-12 y por último, el 10/E.-13 en la juramentación presidencial popular, como forma de manifestar la lealtad y disposición de lucha para la defensa de la Patria; o es que estos diri-sin-gentes, realmente no le prestan atención, a lo que constantemente orienta el Comandante, cuando nos estimula en la conducta irreverente para hacer las críticas necesarias dentro del partido, cuando se considere la comisión de un error que deba ser corregido, venga de donde venga.
Así pretenden que nos quedemos mudos, sordos y ciegos, es decir, que no hablemos, que no oigamos y que no veamos, promovamos o que se promuevan, los y las camaradas que tienen derecho a apegarse a los estatutos del Libro Rojo y a la Constitución Bolivariana, pero sobre todo, a quienes reúnen las condiciones de ética, compromiso e ideología, a ser postulad@s como candidat@s a concejales o alcaldes@s, so pena de castigo de ser sancionad@ por traidor@, mientras vergonzosamente hay militantes que tienen más de 12 años en esos cargos, sin que les hayan rendido cuentas a nadie.
gusclaret@hotmail.com
Abogado- Valencia
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