Nosotros aprendimos a amarle por lo que es, no por lo que hace y ahora no sabemos qué hacer con tanto amor…
Usted nos sembró valores socialistas que aún no hemos empezado a practicar con convicción, sin embargo te necesitamos, tú eres la fuerza, que nos mantiene avanzando; Dios, Bolívar y tú.
Tú eres nuestra inspiración para generar las transformaciones iniciadas pero inconclusas.
Tú eres el único servidor que genuinamente ama a los excluidos, a quienes has llamado pobres, y que gracias a tu gobierno se reconocen como venezolanos con derechos, porque ellos estaban convencidos que eran objeto electoral, atendidos miserablemente solo en época electoral; gracias a ti, recuperaron su dignidad.
Cuando ganaste la presidencia la primera vez, yo era una abogada exitosa, con casa propia, en una a zona de la llamada clase media, dos hijos educándose en colegios privados, un Escritorio Jurídico productivo y la posibilidad de vacacionar cuatro veces por año en el país y una vez al año en el exterior; y fuiste tú quien me hizo volver mis ojos con consciencia, hacia mis hermanos (as) que recogían los desperdicios que yo dejaba, a las puertas de restaurantes glamorosos que solía frecuentar, porque no tenían acceso al primer derecho constitucional más importante después de la vida, ALIMENTACIÓN.
Cuando propusiste el tercer motor constituyente “Moral y Luces”, gran parte de la burocracia que te acompañaba frustró su desarrollo, y a pesar de que gracias a tu liderazgo hemos crecido, sin tu guía será cuesta arriba desarrollar el Segundo Objetivo Nacional del Cuarto Objetivo Histórico: La Nueva Ética, la Nueva Espiritualidad; que has propuesto para el Segundo Plan Socialista de la Nación, indispensable para consolidar la revolución.
Tu nos metiste en este proceso, así que confío en ti, y me niego a que nos dejes solos….Recupérate Chávez; por la consolidación de las Comunas, por los millones que hoy conocen lo que es desayunar, almorzar y cenar; por la conservación del planeta y las siembras de árboles pendientes; por la salud de millones que desconocían la atención médica, antes de la Revolución; por los miles que requieren capacitación para integrarse a alguna actividad laboral sustentable; por la consolidación de los derechos de nuestras comunidades indígenas; por los invisibilizados hasta por sus propias familias, por presentar alguna discapacidad, hoy incluidos en las actividades sociales; por las madres motivadas a desarrollarse, incluidas en la actividad productivas del país; por quienes aún permanecen en la oscuridad, con la esperanza de ver la luz, gracias a tu gobierno; por tantos niños abandonados que hoy desarrollan sus talentos musicales; por aquellos a quienes debemos convencer de someterse los tratamientos para recuperar su dentadura; por los millones que mantienen la esperanza de un techo digno; por la unión de los pueblos; por la construcción de la Patria Grande; por todos los equivocados que te adversan y hasta por los disociados a consecuencia de la canalla mediática, rescatables.
Te das cuenta Chávez? aún te necesitamos, no dudo de los respetables liderazgos que tu apoyas, pero tú, eres único e irrepetible; no hemos crecido lo suficiente como para liberarte; así que la orden es: Recupérate ya mismo…
No podría decirle a mi nieto, quien pronto cumplirá nueve años, que nos abandonaste porque tu cuerpo se cansó; dile a ese cuerpo que tu pueblo aún te necesita y ordénale que sane; nuestros caminos no se cruzaron para que nos abandones tan pronto.
Qué les diremos a nuestros adultos mayores, nuestros ancianos, para que no mueran de tristeza, tan agradecidos por que gracias a ti se les respeta, se les atiende y no se les mezquina lo que por derecho les corresponde.
No creo en los indispensables, y me declaro enemiga de los apegos, pero tú aún eres necesario Presidente, tú mereces ver junto a nosotros, la consolidación de la Revolución Bolivariana, tú Revolución; tu pueblo emancipado, definitivamente y para siempre.
Me comprometo a esforzarme por lograr que nadie abuse de ti, que seamos capaces de bajar la cabeza para lograr la unidad que tanto pides, con humildad; a combatir la corrupción y la delincuencia, sembrando la semilla del respeto en todo espacio en el que consiga una puerta abierta; por todo ello, regresa pronto mi comandante. Esa es la orden…
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