Durante decadas nuestro continente ha sido, laboratorio de numerosos y variados experimentos impulsados por el imperialismo, tácticas antisubversivas, presa del saqueo imperialista, victima de satrapías dictaduras militares impuestas por el pentágono, campo de experimentos genocidas, (escuela de las Américas, experimentos macabros en Guatemala inoculando enfermedades venéreas en la población), victima de numerosas invasiones imperialistas, teatro de operaciones antiguerrilleras, todas violatorias de la soberanía nacional y de los derechos humanos, y paremos de contar porque la lista es larga y variada. En la década de los 60’s Venezuela fue pionera, como teatro de ensayo, en la desaparición forzada, tortura sistemática y asesinato por parte del estado, todos por motivaciones políticas.
La dominación imperialista, no se limita al ejercicio de la fuerza mediante las invasiones militares, así como la dominación capitalista no se limita al ejercicio del poder coercitivo del estado, mediante la violencia represiva. Ambas acuden al dominio ideológico a través de lo que Gramsci y Althusser denominaron “Los Aparatos Ideológicos del Estado”, (Instituciones educativas, la prensa, la radio, la televisión, el cine, etc.), para ello están las agencias del imperialismo, que promueven las cadenas de desinformación y la propaganda capitalista, orientadas a reproducir en la conciencia de los pueblos, la transculturización, el consumismo, el egoísmo, la imposición de falsos valores y patrones de consumo ajenos a nuestra idiosincrasia, procurando reproducir los valores, cultura y la ideología en general del capitalismo.
No obstante, desde que la Revolución Francesa concibió el capitalismo, como sustituto de la decadente monarquía como expresión del poder feudal, el pensamiento político de la burguesía poco o nada ha evolucionado, ni en su filosofía, ni en su concepción pragmática. La gloria de Montesquieu no consiguió propulsores ideológicos, y se agotó en la concepción de los ya tradicionales tres (3) poderes del estado, para que éste, como máxima expresión política de la clase dominante, ejerza la tutela del sistema económico, bajo la orientación filosófica inicialmente del liberalismo y luego del neoliberalismo, y centre su accionar en crear las condiciones para que la mano de obra, como mercancía, circule libremente y la burguesía como clase dominante pueda contratarla libremente.
Ante la falta de evolución del pensamiento y de la doctrina filosófica y económica del capitalismo, éste continuó con la aplicación del neoliberalismo, como única filosofía y fuente de inspiración para los programas y recetas de explotación y saqueo imperialista.
Es así como los “centros de producción intelectual”, cuna de los Chicago Boy’s, Harvard, Yale, Connecticut, etc. se limitan a producir tecnócratas, lamentablemente para ellos, irresistentes a las crisis, productores de tesis de perfeccionamiento del capitalismo, expertos en pronosticar el futuro de todos los mercados menos del suyo, el cual no escapa de las crisis seculares, donde el mas perjudicado es el ser humano, el trabajador, la familia, y el estado cumple la única función de reflotar las corporaciones protagonistas y causantes de las crisis.
Es así que la Crisis Global desatada en la meca del capitalismo en el 2008, produjo que el estado capitalista, como “garante de los intereses de todos los ciudadanos”, sólo se ocupara de entregar a las corporaciones causantes de la crisis, 750 mil millones de dólares, del Tesoro Nacional, es decir del patrimonio de todos los ciudadanos, para que éstas superaran su crisis, socializando de ésta manera las pérdidas, mientras que la población trabajadora, dueña de esos recursos, perdía sus viviendas, vehículos y demás bienes duraderos, para que sus familias quedaran durmiendo en estacionamientos y todavía prosiguiera endeudada, con un score bancario negativo, que no le permitirá acceder a nuevos financiamientos para readquirir sus bienes, es decir quedando condenada al estado de depauperación capitalista.
Mientras, en América Latina, laboratorio de pruebas y experimentos fallidos, las recetas fondomonetaristas inspiradas en el neoliberalismo, fracasaron una vez mas, y los pueblos ya no dan cabida a mas ensayos, se revelaron progresivamente y produjeron cambios de gobiernos, por otros inspirados en teorías mas humanistas, y a varios lustros de dichos cambios, se revela como la región con mayor crecimiento económico del mundo, por encima de los tigres asiáticos y ni hablar de Europa Occidental.
En Venezuela, donde la sangre caribe y la sangre negra, confluyeron para revelarse contra las políticas excluyentes, los cambios se orientaron hacia la concepción y creación de un “Estado Democrático y social de Derecho y de Justicia”, inspirada en la protección del débil jurídico, bajo el cual es inconcebible que los causantes de las crisis salgan beneficiados y las victimas perjudicadas.
Esa concepción de estado, ha inspirado a otros pueblos, que viviendo realidades similares y problemas comunes, impulsaron transformaciones en sus estados y ordenamientos jurídicos respectivos, para incluir a los sectores tradicionalmente excluidos marginados y explotados y hacerlos participes de los beneficios para la satisfacción de sus necesidades y protección de sus derechos.
Así como en el siglo XIX, las ideas independentistas, florecieron en la Capitanía General de Venezuela, y los ejércitos patriotas cruzaron Los Andes para derrotar sucesivamente en distintas latitudes (Pichincha, Boyacá, Junín y Ayacucho) al, para entonces, imperio mas grande del mundo, y llevar libertad, independencia y autonomía, la historia pareciera reservarnos otro papel protagónico en las luchas de los pueblos, ésta vez contra los imperialistas y explotadores de nuevo cuño, quienes amparados en sus sabiondos egresados de universidades del imperio, no dejan de darse cabezazos contra las paredes de la realidad económica y social de los pueblos latinoamericanos.
Venezuela, nuevamente, jugando el papel protagónico que la historia le ha asignado, ha promovido nuevos modelos de integración, derrotando el ALCA y promoviendo el ALBA y la CELAC, desintegrando el Grupo de los 3 (Venezuela-Colombia-México) e incorporándonos al Mercosur y creando Petroamérica, donde las asimetrías no distorsionen las relaciones económicas y comerciales, y podamos complementar nuestras ventajas comparativas para que las relaciones económicas sean mas justas, y podamos vencer las dificultades que nos han impedido superar el pesado del fardo del subdesarrollo, que dejaron las relaciones de dependencia impuestas por el imperialismo.
La revolución venezolana llegó para romper el aislamiento contra Cuba, para coadyuvar en el fin del periodo especial surgido ante el derrumbe de la Unión Soviética, para paliar los efectos del criminal bloqueo impuesto por el imperialismo, para que otros países se atrevieran a realizar intercambio comercial con la Isla.
Nos dice Milanés, “esto fue un mal ejemplo para otros por liberar, la nueva labor será aislar bloqueando toda experiencia”, por ello nos bloquean el acceso a los organismos internacionales, (Consejo de Seguridad de la ONU), nos atacan con calumnias desde organismos similares (CIDH) procurando quebrar el futuro de la Revolución Bolivariana, y su incidencia en otros países del mundo.
La Revolución Bolivariana, ha salido victoriosa y fortalecida en numerosas pruebas de fuego, (Paro Patronal, Paro y sabotaje Petrolero, Golpes de Estado, guarimbas, Referendo Revocatorio, Terrorismo Mediático y Procesos Electorales, acaparamiento y escasez de productos de la cesta básica, y un largo etcétera, etcétera…), similarmente, los países amigos que se han atrevido a impulsar cambios similares, han sufrido la inclemencia del ataque imperialista y de sus lacayos locales, (intentos separatistas, golpes de estado, guarimbas, etc.) sin que hayan podido quebrar su deseos y voluntad de transformación de sus estados y relaciones de producción y redistribución.
Venezuela, se aproxima a un nuevo momento histórico, definir el futuro de su revolución, en presencia o en ausencia del Comandante Chávez. No obstante, nuevamente, las cuentas las han sacado muy mal el imperialismo y sus serviles lacayos, no cuentan con que Chávez ya no es un ser individual, es todo un pueblo, venezolano, andino, caribeño, amazónico, centroamericano, latinoamericano, consciente de sus derechos, organizado y movilizado ha tomado conciencia de su papel histórico en la transformación del estado y de la sociedad, y está dispuesta a no permitir ser despojado de las conquistas que a costa de sangre y muchos años de luchas ha sabido lograr. La consolidación de la revolución socialista en Venezuela, es vital para que los pueblos hermanos avancen en la consolidación de sus procesos de cambios y venzan a sus enemigos internos y externos.
Nos disponemos ha propinarle una nueva derrota al imperialismo y a sus lacayos, porque en Venezuela se debate el futuro del continente.
Nicolás Artiles
nartiles77@yahoo.es