El acontecer que plena la vida cotidiana de esta Venezuela en transformación difícilmente deja espacio para la reflexión colectiva sobre temas de vital importancia para la sobrevivencia y avance de esa misma transformación. Afortunadamente, cada año llega Febrero cargado de insurgencia y de interrogantes.
En particular Febrero 2013, arribado en circunstancias políticas muy difíciles y especiales, nos emplaza a cumplir con el compromiso con el Presidente Chávez y con Venezuela adquirido formalmente al juramentarnos el 10 de enero. Febrero 2013 nos obligan a intensificar la lucha contra el capitalismo y nos exhorta a trabajar dura y organizadamente en la construcción de la Patria Soberana, Independiente y Socialista.
Febrero de 2013 nos insta a dialogar, a sumar y a consolidar las organizaciones y movimientos populares a fin de poder enfrontar colectivamente las prácticas institucionales o partidistas que favorecen a jugadores de la cancha enemiga. Febrero de 2013 nos llama superar las posiciones individuales y a ubicar las luchas por causas específicas dentro del contexto general de la construcción del socialismo venezolano y nuestro americano.
Este año nos ha proporcionado reflexiones claras que pueden servir para dar inicio a encuentros reflexivos comunitarios. Entre estas las de Vladimir Acosta: disertación el 2 de febrero, Fray Betto: entrevista con Walter Martínez), Gino González: Nosotros somos los pobres..., Javier Biardeau: El drama político de Chávez, Reinaldo Iturriza: Para pensar la Militancia, Un Grano de Maíz: Oligarcas y Oligarquía. Reflexiones bien variopintas a las cuales habría que acompañar con las más recientes producciones de Chávez como líder de Venezuela, de América Latina y del Caribe: El Golpe de Timón, la Presentación del Programa de la Patria y la Carta a la CELAC.
En mi mente calenturienta, rememorando la experiencia de disfrutar cuatro horas de debate motivadas por la proyección del documental de Lilian Blaser sobre la invasión a Irak, me imagino nuevamente a la Sala Ríos Reina llena a reventar de camaradas, analizando sin límites de tiempo una o más de esas reflexiones.
AMEN
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