Una medida acertada pero en la forma en que se tomó es complaciente con los especuladores financeros

En el día de ayer, 8-2-13, el gobierno Bolivariano tomó dos medidas económicas financieras, una fue la devaluación de nuestra moneda con respecto al dólar, de triste recordatorio para siempre porque implica una concesión indebida e inexplicable, a no ser que se trate de una claudicación definitiva, ante la guerra financiera imperialista en contra de la Republica Bolivariana de Venezuela, guerra que se expresa en una conducta criminal de especulación monetaria por intermedio de mecanismos mafiosos, muy diversos y complejos, ayudados o complementados con el terrorismo mediático, guerra de agresión imperialista financiera esta, que no es nueva sino que es uno de los tantos mecanismos de agresión e intervención imperialista en contra de los gobiernos de izquierda o progresista y hasta capitalistas reaccionarios, pero rebeldes, como algunas dictaduras, en el sudeste asiático en los 90. Guerra especulativa de agresión y desestabilizadora que se ha multiplicado y sofisticado con el fenómeno de la financierización, pero con unas policías, fiscalías y tribunales especializados y con medida de emergencia y la penalización de tales conductas de cuello blanco, hubiesen sido neutralizadas, desmanteladas y controladas. La otra medida de ayer, acertada, pero que no tiene nada que ver con la devaluación-claudicación, es que de ahora en adelante los imperialistas tendrán que traer “sus dólares” o lo que es lo mismo si los necesitan, tendrán que sacarlos de su bolsillo, pero esta medida anunciada hecha sin la debida y previa investigación criminal y sanción, beneficia a los mafiosos, quienes ahora utilizan esa apertura de cuenta para “lavar” el dólar mal habido, aunque en líneas generales es buena porque ahora, los imperialistas que quieran dólares, tendrán que sacarlos de su bolsillo y no se desangra el estado; ahora esta medida es independiente de la devaluación; a no ser, repito, que sea una complacencia con los mafiosos para que “laven” o legitimisen sus dólares mal habidos. Veamos.

UN SISTEMA DE CONTROL DE CAMBIO ERRADO

He criticado en más de una oportunidad el sistema financiero de régimen de cambio Bolívar-Dólar, que se estableció en el país desde el 2003 (Muy tardíamente, ha debido ser mucho antes) que muy acertada y correctamente decretó un cambio fijo, en su última reforma quedó, hasta ayer, a Bs, 4.30 X US$ 1, pero lo que no me explico es porque se restringió la libre circulación del dólar, inclusive para los imperialistas y sus empresas, y el estado tenga que desangrarse para proveerlos, quemando nuestras reservas internacionales innecesariamente. Yo me recuerdo que uno de los “cantos de sirena” más estruendosos de los neoliberales en la época de su locura, en los 80-90, era la bendita entrada al país de “dinero fresco”, principal argumento para justificar los actos de rapiña que significaba las susodichas aperturas y privatizaciones. Dinero fresco traducía, que los imperialistas traerían dólares de sus propias cuentas (Algunos fervorosos panegiristas del neoliberalismo hablaban de los “dólares frescos salvadores de nuestra economía”), supuestamente para invertirlos en el país y “reanimar” la economía, todo esto era una falacia, los supuestos dólares frescos eran los celebres, más por trágicos que por tristes, aunque también eran muy tristes; capitales golondrinas, yo los llamo “buitres”.

Como critica al sistema de régimen cambiario vigente hasta ayer 8 de febrero del 2013, que pasará a la historia como “el viernes negro bolivariano”, puse como ejemplo el sistema de la época de Lusinchi “RECADI” (Régimen de Cambio Diferencial), y por ello muchos fanáticos o quienes pretenden ser más papistas que el papa me criticaron y déjenme decirles que el sistema de cambio de RECADI, no lo inventó el Lusinchi, el se lo copió de otros países, pero la idea matriz de ese sistema, que repito, no lo inventaron los adecos, a ellos la cabeza, ni les daba ni les da para tanto, era correcta; y es la que se ha debido aplicar desde el 2003, y el país no se hubiese desangrado tanto y las reservas internacionales fuesen más fuertes, y consistía en que se fijaba una paridad bolívar-dólar fija, no a la libre “al mercado” como siempre quieren los yuppies con fines de saquear o tener una permanente presión a los países; se establecía un cambio fijo, y con el fin de que los imperialistas o los tenedores de dólares, no especulasen con la moneda gringa, el estado, de sus reservas internacionales, que están indebidamente en dólares, las sacaba para subsidiar o no permitir esa especulación de los tenedores de dólares, en los rubros de importancia (Producción nacional) y de primera necesidad, el resto tenía que, o sacar los dólares de su bolsillo o comprarlo en el mercado licito (Bancos, casa de cambio registradas) al precio pre-fijado por el estado. Esta idea es correcta y es buena, aunque la mejor medida de corte nacionalista y de protección de nuestra industria y desarrollo es des-dolarizar la sociedad venezolana en particular, y la Latino-Americana y Caribeña en general, pero este sistema, su idea, era y es buena, la culpa no es del palo sino del loco que reparte palo y le quiebra la cabeza a la gente; si se corrompen los funcionarios, la culpa no es del sistema sino de los funcionarios felones y un alto gobierno que los alcahuetea.

Aplaudo la segunda medida de establecer la libertad de circulación de dólares, para quien los tenga, ya el estado no se seguirá desangrándose más, utilizándose los petrodólares en surtir a imperialistas, que tienen más dólares que nosotros, y nuestras reservas internacionales (Que deben diversificarse en otras monedas o bienes), permanecerán “buchonas” y robustas; pero esa medida debió haberse anunciado sin la devaluación, prácticamente claudicación ante la guerra mafiosa financiera imperial, sino con medidas represivas de preservación al sistema socialista previsto en la constitución, como la declaratoria de emergencia económica, en este caso financiera y penalización, con penas largas, de conductas que están inmersas dentro del mecanismo de especulación financiera dólar-bolívar y la creación de una superpolicía y supefiscalía con tribunales especializados y la inmediata construcción de cárceles de alta seguridad para estos delincuentes de cuello blanco.

Ahora por la forma que se implementó esta medida, de posibilidad de apertura de cuenta en dólares por particulares en la banca nacional daría la impresión que sería una forma de complacer a los tenedores de dólares ilegítimos y especuladores como mecanismo de legitimación, pero en líneas generales es una buena medida porque ahora los imperialistas tendrán que traer su “dinero fresco” y el estado no se seguirá desangrando.



Francisco Javier Sierra Corrales

franciscosierracorrales@yahoo.com.ar



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Francisco Sierra Corrales


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