Sin lugar a dudas la noticia más importante de la actualidad es la renuncia del Papa Benedicto XVI, opacó el carnaval de Río incluso la devaluación del Bolívar.
La renuncia de Benedicto XVI expresada personalmente en su carta de renuncia entre otras dice: “Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando.”
La pedofilia ha sido un cáncer difícil de extirpar en la iglesia católica incluso muchas veces alcahueteadas por los máximos jerarcas. Hay un informe de la Comisión Deetman que dice textualmente “Incidentes como éste son algunos de los muchos hechos desconcertantes que la Comisión Deetman tuvo que dilucidar en su investigación. De las estimadas entre 10.000 a 20.000 víctimas que se hallaban bajo el cuidado institucional entre 1945 y comienzos de 1980, aproximadamente la mitad fue sometida repetidamente a abusos sexuales por más de un año, dice la comisión. Testimonios personales revelan que los daños físicos y sicológicos causados por períodos tan extensos de victimización son inmensos y permanentes.
La comisión se concentró en internados, orfanatos, seminarios y otras instituciones de la iglesia católica donde los niños corrieron un mayor riesgo de ser violados. La investigación criticó duramente la falla de las instituciones en controlar y proteger el bienestar de los menores a su cargo.
México, Holanda, EE.UU, Alemania, son entre países donde más se ilustran hechos de abusos sexual de menores de edad por parte de los curas.
Pero además de la pedofilia otro hecho que no pudo controlar Benedicto XVI, es la corrupción, podemos recordar el caso más sonado es el de su mayordomo Paolo Gabriele, quién destapó la olla podrida del Vaticano de manejos irregulares en la administración de los dineros. Este caso jocosamente lo llamaron VITILEAKS.
Con respeto recibimos la renuncia de Benedicto XVI, pero quién suscribe discrepa de su Santidad que por enfermedad, edad, cansancio renunció, creo firmemente que por su soledad, el luchar solo contra el mundo es decir el aislamiento tejidas por las mafias cupulares del Vaticano lo llevó a tomar tan repentina decisión.
Esperamos que antes de semana santa HABEMUS PAPAM, pero que venga con las pilas puestas cortando rabo y oreja caiga quién caiga y tengamos este poder mundial más solidario, humanista es decir SOCIALISTA.
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