Para los que ven en el actual Papa Francisco, algo distinto a sus antecesores, allí les tenía reservada la grata sorpresa de santificar al reaccionario de Karol Józef Wojtyla, mejor conocido como Juan Pablo II. ¿Se acuerdan de él?, el mismo Papa que condenó a Ernesto Cardenal por su compromiso con la Revolución Sandinista y que mandara a callar a esos curas revoltosos y marxistoides promotores de la Teología de la Liberación. Y entre las otras honrosísimas actuaciones del besapisos, hay que recordar como tapó los turbios negocios del Banco Ambrosiano, las logias masónicas y la mafia de Chicago, que según fuentes bien informadas fueron partícipes de la extraña y repentina muerte del Papa Juan Pablo I.
Pero sin duda los que deben estar súper contentos, son los miles de curas pederastas a quienes protegió y defendió, pese a las innumerables pruebas y juicios realizados en todo el mundo y que mostraron la verdadera naturaleza de la Curia Romana.
Como hay santos para todos, incluso para los criminales, era obligatorio no dejar de lado a esa pederasta grey, huérfana de un santo que los representara. Gracias al Papa Francisco, el mismo que nos mandó un enviado para dialogar con la oposición, ahora los pederastas tendrán su santo: San Karol Wojtila, patrono de los pederastas.
*Educadora
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