“La expresión fandango de locos, equivale exactamente a merienda de negros”.
Para la oposición venezolana en voz de Ibsen Martinez, la inmensa demostración de amor al comandante, que el mundo entero vio días atrás, donde el pueblo se volcó a las calles a llorar a lamentarse y a expresar su amor y su dolor no fue más que “un fandango de locos" o lo que es lo mismo según él "una merienda de negros"
Este dramaturgo de la misma especie social y moral que el actor Orlando Urdaneta y la cantante Maria Conchita Alonso; comienza su análisis explicándonos que la expresión fandango de locos la usó la hermana de Bolívar para describir lo que vio cuando regresó a Caracas en 1828 y se dio cuenta (según Martínez) con horror, que ya los mantuanos no tenían el poder.
Según este "letrado": "Fue con horror y aborrecimiento que le escribió a su ilustre hermano, por entonces ocupado en independizar el Perú (donde, por cierto, nadie lo había llamado), imponiéndolo de sus impresiones de la joven Venezuela republicana donde a la pobre señora le tocó vivir: un rebulicio de mulaticos recién vestidos, de feroces mantuanos arruinados por las guerras, de zambos respondones, de bastos generales de montonera, doctorcitos atorrantes y leguleyos, de curas borrachines y amancebados, todos igualitarios, todos republicanos, todos muy revolucionarios y liberales, todos empeñados en un arrebatador y vociferante rebusque, todos en un “tú sabes cómo es la vaina” y un “cuánto hay p’a eso”.
Más adelante Ibsen Martínez continua: "A decir verdad, me gusta más merienda de negros a la hora de pintar de un brochazo lo que se nos ha echado encima a la muerte del Hombre Imprescindible... Un fandango de locos equivale, a mi modo de ver, a una trapatiesta de gente de casta inferior... Existe una locución más cercana a nosotros que significa cabalmente lo mismo que fandango de locos. Me refiero a la muy ilustradora y simpatiquísima (expresión) merienda de negros y esto último va sin la excusa de fingirme apenado al incurrir en una incorrección política. Nunca indicará lo mismo escribir con melindres había una merienda de afrodescedientes que afirmar, llanamente, que había una merienda de negros...Todo este largo rodeo lexicográfico que durante seiscientas palabras he dado para aterrizar en una merienda de negros me viene dictado por lo que durante quince das no han ofrecido las cadenas que cubren las exequias del Hombre Más Grande del Siglo XX y XXI Juntos...El desazonado remedo de unas solemnes exequias de Estado que han brindado los usurpadores miembros del autoproclamado comando cívico militar es el mural de las bajas pasiones que pinta a los usurpadores y sus secuaces. Un verdadero fandango de locos es lo que hay ante nosotros y es preciso ponerle fin.
Y concluye, Es imperioso derrotarlos el 14 de abril."
Este culto e ilustradísimo señor que seguramente tendrá muchos post grados y nunca ha manejado un microbús, conti mas un autobús y que seguramente tendrá suficiente dinero para pagarse un chófer, tanto para el cómo sus hijos si los tuviere (no lo sé ni me interesa); nos llama merienda de negro, nos llama "una trapatiesta de gente de casta inferior"; este culto e ilustradísimo señor, no sabe que a Bolívar primero le pidió San Martín (quien había establecido gobierno republicano en lima) que enviara su ejército en su ayuda y hasta le ofreció que el mismo comandara todo el ejército conjunto que se organizara para ese fin; no sabe que luego, casi un año después de aquella solicitud de San Martín, el presidente Rivas Agüero le pidió formalmente que acudiera en su auxilio y el congreso colombiano lo autorizó: “Colombia cumplirá sus obligaciones con Perú. Conducirá sus soldados hasta el Potosí y estos valientes regresaran al país con la única satisfacción de haber contribuido a la destrucción de los últimos tiranos del nuevo mundo. Colombia no ambiciona un solo grano del suelo peruano”. Es así como un año después de que San Martín le pidiese ir a combatir por la libertad de Perú, éste iba por fin en camino, pero esta vez iba de acuerdo a su forma de ser: en vez de invitado por un hombre que además era extranjero, esta vez iba invitado por el presidente del país, por el parlamento, por los funcionarios y por el ejército.
Según Martínez, en su artículo, “la criolla principal”, doña María Antonia Bolívar, hermana mayor del Libertador era, a diferencia de éste, furibunda realista partidaria de Fernando VII; Lo cual es cierto en cuanto a que la alta sociedad caraqueña de la cual Bolívar o mejor dicho los Bolívar eran parte; se sentían españoles de corazón, de naturaleza, de cultura y de derecho; lo mismo que pasa con la alta burguesía actual que se siente todo menos venezolanos, o en todo caso venezolano de casta superior, heredero sin duda de los mantuanos que perdieron el poder por un tiempo durante aquella gesta que derivaría en la supuesta independencia.
Pero el punto principal y con esto concluyo mi replica a Ibsen Martinez es que mientras la oposición anti patria, anti valores y anti humanos, sigan viendo al pueblo como “una merienda de negros” y sus demostraciones como un “fandango de locos” seguirán siendo oposición.
Como quisiera poder explicarle al pueblo que aun los sigue; el pueblo pata en el suelo que aun apoya a la oposición; que esas expresiones son las que, quienes quieren volver al poder, tienen como proyecto de país; en este caso su país; donde aquellos llegarían a ocupar las altas magistraturas del poder mantuano y ellos sus seguidores serian la merienda de negros necesaria para los nuevos amos del valle.
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