De tanto aguantar ofensas, infamias y canalladas vamos derechito al libro de recor Guines. No creo que haya en el mundo un gobierno y un pueblo que haya sido más ofendido y humillado que el nuestro. No creo que exista en el planeta gobierno más estóico que el nuestro y pueblo más ofendido por una oposición que nosotros. Nos han inculcado tanto que no debemos de caer en las provocaciones de las bajas pasiones del enemigo, que ya parecemos un rebaño de ovejas que aceptamos mansamente toda la podredumbre que eyaculan los disociados del oposicionismo y su candidato perdedor por su boca y por sus medios.
Para mantener la paz, debemos de arrodíllanos ante la grosera oligarquía. Para mantener la ley y el orden (lo que ellos no cumplen) tenemos que bajar la cabeza ante todas las ofensas de los medios y del chulo de la MUD. Al parecer el gobierno quiere acostumbrarnos a cerrar la boca y a no defendernos de tanta vileza, que ya nos estamos volviendo unos castrados de la acción y reacción.
Una cosa es tener paciencia y otra aguantar con la más estúpida cobardía que nos flagelen nuestra conciencia y nuestra moral. Un editorial como el escrito en el Nacional contra el honor y la vida de la Doctora Tibisay Lucena es producto de de la impunidad mediática que hemos vivido durante estos catorce años de revolución. Es producto del ablandamiento corporal y mental a que hemos sido sometidos por el gran capital. De seguir así, ellos lo único que tienen que hacer es sentarse frente sus casas a ver el cádaver de la revolución pasar frente a ellos.
Yo me niego a ser estóico. Me niego a bajar la cabeza. Yo quiero la paz, pero que sea la oligarquía la que se arrodille. Yo quiero que haya orden en mi país, haciendo que las empresas privadas de información cumplan con la las leyes, en caso contrario deben de ser cerradas. Hay que acabar con aquello que dijo Rafael Poleo en una ocasión: "Nosotros hacemos lo que no da la gana, porque el gobierno solo es un bocón" Increible, pero es así
Al parecer las graves infamias que dijo el candidato perdedor sobre la familias del presidente y su memoria, pasarán por debajo de la mesa. Ni la familia de nuestro amado comandante, ni el gobierno han hecho algo para mandar a la carcel a este nefasto personaje. Creo que lo mismo va a pasar con las ofensas emitidas por el Nacional en contra de una honorable mujer como lo es la Doctora Lucena. Lo único que uno escucha por personajes del alto gobierno son respuestas vacías que al oposicionismo les entran por un oído y les salen por el otro.
LLevamos catorce años aguantando el ataque mediático más criminal que pueda aguantar un gobierno y un pueblo. Catorce años de la más vergonzosa impunidad otorgada a los medios privados. ¿Cúantos años más necesitamos para darle un parao a esta situación? ¿Cúantos años más necesita el gobierno o usted apreciado lector para entender que la mejor defensa es el ataque? Chávez, nos los dijo mil veces.
A Nicolás Maduro, no le queda otra que profundizar y profundizar la revolución que nos dejó Chávez. Pero también está en deber de defender su memoria y el honor de todos los revolucionarios no solo con palabras, sino con todo el peso de la ley. Si no lo hace tendremos que sustituir el significado de revolucionario por el de pendejo.
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