¿Cuántas veces hemos oído de boca de los analistas de la oposición, la tesis sobre la división social de Venezuela a partir de la aparición de Chávez?
Muchas veces. Esta matriz y su insistencia en ella, ha sido uno de los puntos clave de su campaña de manipulación. No es una casualidad que el programa de gobierno de la MUD fuese formulado con una visión neoliberal y este programa se haya promovido como un programa de unidad nacional. Una propuesta neoliberal es en el fondo una apuesta para dividir y favorecer los intereses de la oligarquía.
Hay famosos y racistas editoriales de El Nazinacional con descalificaciones cargadas de odio, que no han cesado y circulan permanentemente con la idea hipócrita de la unidad nacional.
La MUD tiene en circulación su versión racista y clasista. En esta oportunidad, su ira ya no la cargan contra el zambo que estuvo en Miraflores con los votos del pueblo. Ahora, a los voceros y voceras de la MUD les incomoda e irrita que un autobusero pretenda instalarse en Miraflores. Para estos señores que pregonan y estimulan el odio, pero por otro lado reclaman hipócritamente una reconciliación, un autobusero no tiene derecho a estar en Miraflores porque, contrariamente a lo que pregonan, Miraflores es un espacio al que tienen derecho solo los que se identifican con el perfil social y de clases de la MUD.
Este cuestionamiento y burla a la idea de un autobusero en Miraflores, no desentona con lo que hicieron y repetirían si llegan nuevamente al poder. No acepten que un trabajador pueda instalarse en Miraflores. El rechazo a esta opción es más intensa si esta posibilidad de llevar a un hombre de pueblo a Miraflores tiene el corazón de Chávez. Estos analistas entienden que un hombre de Chávez en Miraflores es un frente contra la exclusión y la pobreza, porque su proyecto de país exige de la exclusión y altos índice de pobreza. Para este clase social que "aboga" hipocritamente por la reconciliación y la unidad nacional, vivir sintiendo que en el país hay pobreza y exclusión, lo satisface porque esa realidad los lleva a creerse que el país es auténticamente de ellos.
En esta visión, hay un elemento que desentona y con el cual uno se tropieza con alguna regularidad. Hay personas de extracción muy humilde y pobres, que razonan como el mejor representante de esta clase. Esta realidad de ser socialmente otro, es un fenómeno que reclama un tratamiento.
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