Maduro a la cabeza

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

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Doscientos diez mil policías e inspectores de tráfico tienen la misión de preservar la ley y el orden antes y durante las elecciones presidenciales del próximo 14 del corriente. Las fuerzas armadas ya han reforzado la seguridad en torno a las instalaciones industriales. Nadie que no pertenezca a las instituciones policiales podrá portar armamento. El expendio de bebidas alcohólicas está prohibido. Las autoridades sostienen que se “apretarán aun más las tuercas” en la medida que se acerca el día de los comicios.

Tal como lo señalan las encuestas, el candidato de la oposición Henrique Capriles no tiene ninguna chance. Este mero hecho plantea una amenaza a la estabilidad. El Presidente Encargado, Nicolás Maduro, candidato de las fuerzas de izquierda lideradas por el Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV está gradualmente alejándose. Según algunos sondeos de opinión, se reconoce entre 18 y 20 por ciento de ventaja a su favor. Hasta el general John Kelly, comandante del Comando Sur de Estados Unidos, sostiene que Venezuela seguirá el mismo derrotero una vez realizadas las elecciones.

Capriles necesitaría una exacerbación extrema para producir un vuelco en la tendencia. Estudiantes de oposición intentaron justamente eso, cuando trataron de ingresar al Consejo Nacional Electoral, CNE acusando a su presidenta, Tibisay Lucena de ser cómplice del régimen bolivariano.

Se rumorea que habrá escasez de alimentos, que el hambre es inminente. El suministro eléctrico y de agua potable son sistemáticamente interrumpidos a veces accidentalmente y otras por sabotaje.

Los medios opositores prevalecen en el espacio informativo del país y magnifican todas y cada una de las cosas que pudieran afectar negativamente la imagen del gobierno, aunque sea solo en teoría. Se refieren al problema delictual señalando que Venezuela es supuestamente el primer país en muertes violentas en América Latina. Hacen malabarismos con los hechos sin tomarse la molestia de revisar las estadísticas que señalan a México, Guatemala y Honduras como los países de mayor criminalidad en América Latina. Son estos mismos países donde Estados Unidos está directamente involucrado en procesos de “fortalecimiento de la democracia.”

Durante una entrevista en la televisión estatal, Maduro dijo que los enemigos del gobierno bolivariano con base en Estados Unidos planifican descarrilar las elecciones haciendo que el país de precipite en el caos mediante el asesinato de Henrique Capriles.

De acuerdo con Maduro, la información es completamente confiable; fue suministrada por la inteligencia militar. El dedo acusador apunta hacia Otto Reich y Roger Noriega, ambos políticos derechistas norteamericanos quienes estarían detrás de la conspiración. Ambos personajes han detentado el cargo de Sub Secretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental. Ambos son estrechos colaboradores de la CIA y son muy respetados por el Pentágono y defienden los intereses de estas agencias en América Latina. Maduro instó al presidente Obama para que ponga coto a tales ominosos planes. De acuerdo con lo señalado por Maduro, “Otto Reich, Roger Noriega y funcionarios del Pentágono y la CIA están involucrados en un plan para asesinar al candidato presidencial de la derecha venezolana, Henrique Capriles, con el objeto de crear un caos en el país y sumirlo en el odio.”

Los analistas políticos no ponen en duda la autenticidad de la información. La oposición radical necesita un “mártir”. Necesitan de una víctima para combatir a los seguidores de Chávez. Este escenario ha sido antes puesto en práctica por la CIA y el Pentágono en otros países. En Venezuela, el gobierno bolivariano sería culpado por el asesinato de Capriles. Una ola de violencia azotaría al país.

Ellos apuntan hacia la desestabilización. La oposición ganaría más tiempo para consolidarse ya que la elección sería pospuesta para un momento más propicio y habría una oportunidad para buscar una figura más prometedora como postulante a la presidencia. Debemos destacar que Maduro y su equipo han hecho una evaluación correcta de la situación y han reforzado la custodia personal de Capriles. De acuerdo con Maduro, él está más interesado que nadie en la seguridad del candidato de la oposición y que tenga todas las posibilidades de ejercer sus derechos políticos y la libertad para desplazarse libremente por todo el país durante la campaña.

Debemos notar que Capriles, quien perdió la elección del mes de octubre del 2012 frente a Chávez, no estaba muy entusiasmado por postularse de nuevo. Posteriormente a penas ganó la elección para la gobernación de Miranda contra el actual ministro de relaciones exteriores, Elías Jaua. Los patrocinantes norteamericanos e israelíes como también la dirección política de la agrupación opositora Mesa de la Unidad Democrática, MUD insistieron para que Capriles participara en la lucha contra Maduro. Se le prometió millones de dólares y un apoyo en amplia escala por parte de medios venezolanos e internacionales.

Los consultores norteamericanos han hecho lo posible por mejorar la imagen del candidato, soltero de cuarenta años.

Han tratado de darle una apariencia de macho recio y han hecho cualquier cosa con tal de prepararlo para que pelee contra el candidato bolivariano. Los primeros discursos de Capriles pusieron en evidencia el tipo de instrucciones que recibió. Se puso irónico para referirse a Maduro, dejando caer la especie que él hizo carrera solo por el hecho de estar cerca de Chávez.

Según Capriles, entre las filas bolivarianas hay otros que tienen más méritos para ser candidatos presidenciales. Capriles dice que Maduro no tiene ideas independientes y por eso es que cita a Chávez a cada rato, mil veces al día. Sostiene que él usa ropa hecha en Venezuela mientras que Maduro prefiere la ropa importada. Capriles dice que Maduro se maneja mejor en el extranjero que en Venezuela. Maduro ha catalogado a Capriles como “el decadente príncipe de una burguesía parasitaria.” Indicó que nueve de cada diez palabras que pronuncia Capriles son repeticiones de su nombre, Nicolás. Capriles pareciera haber enloquecido.

Hablando acerca de Venezuela, Maduro y el Comandante Chávez han visitado cada rincón del país. Gracias a Chávez el presidente encargado se ha familiarizado con China, Argentina y otros países.

Los años de instrucción política durante el mandato de Chávez le han facilitado al electorado distinguir quien es quien. El periódico provincial “El Sol de Margarita” publicó un artículo el 22 de marzo recién pasado, titulado Un Presidente Chavista. En él sostiene que “Maduro ha sido exitoso en todos los cargos a donde la revolución lo destacó. Por ejemplo, cuando él sirvió como Ministro de Relaciones Exteriores, Venezuela tuvo la política exterior más efectiva y coherente de toda su historia. Por el contrario, Capriles siendo alcalde de Baruta o gobernador del estado Miranda, estas localidades se convirtieron en las áreas de mayor criminalidad del país. Nicolás es el candidato de la paz y de la Patria, mientras que Capriles defiende los intereses de los oligarcas apátridas y de los grupos extranjeros más proclives a la violencia. Maduro se alza al lado de las grandes mayorías nacionales, el pueblo pobre… Capriles a su vez, está con la minoría rica y poderosa que explota a los trabajadores; para quien la Patria no significa nada, ellos solo se preocupan por sus intereses individuales y de grupo. Maduro garantiza la paz civil mientras que no hay duda que Capriles está asociado con la violencia y la más extrema expresión del fascismo contemporáneo. Maduro en cambio expresa el sentir nacional, una verdadera lealtad a Venezuela, el país al cual está unido por cuanto él es un criollo, mientras que Capriles expresa los intereses de los yanquis y otros círculos extranjeros, él no conoce el país, carece de sentimiento patriótico, él representa a la histérica oligarquía.”

Ambos candidatos, Maduro y Capriles, han adoptado la misma manera de comunicación activa que Chávez empleó de manera tan eficiente. El candidato bolivariano llega a las concentraciones manejando un autobús desafiando a todos aquellos que se refieren a él de manera despectiva por su origen proletario. Maduro transformó a su propio estilo la consigna de Capriles durante su primera campaña, ahora él dice que el autobús del progreso tiene un chofer experimentado.

Capriles solía decir que en el autobús del progreso había un asiento para todos los venezolanos. “Aquellos que deseen el progreso, trabajo, empresas bien administradas, que deseen desarrollar pequeñas y medianas compañías… todos los que quieran ese tipo de país, vengan y súbanse a mi autobús del progreso.” Así decía el Sr. Capriles en esa época. Por otra parte, Maduro inicia su concentración con el himno nacional de Venezuela dirigiéndose a las miles de personas que vienen a escucharlo. Al enfrentar a la muchedumbre se muestra relajado y resuelto, toma a niñitos en sus brazos y baila como lo hacía Chávez y se refiere de manera contundente a Estados Unidos y sus incondicionales venezolanos. Es así como muchos venezolanos quieren que él sea. Maduro no los puede defraudar. Mientras habla, imita ligeramente a Chávez, saliéndose del tema principal, improvisando abiertamente, contando cuentos y chistes para luego expeditamente volver donde empezó. Capriles –en gran medida—trata también de imitar a Chávez. Hasta se presenta en sus actos usando una camisa roja, como lo hacen los chavistas.

Por lo general Capriles está rodeado de gente de aspecto europeo, nadie puede ver venezolanos de piel oscura en su entorno. Los medios periodísticos pro gobierno notaron su tendencia en adoptar un comportamiento estilo Chávez; se le aconsejó pintarse un lunar en la frente para parecerse aun más al líder de la revolución.

La campaña eleccionaria continúa. Estos días prometen ser extremadamente tensos y conflictivos. Nicolás Maduro no excluye la posibilidad que Capriles rehuse continuar bajo el plausible pretexto de condiciones desiguales debido al uso por parte de los chavistas del poder del gobierno para influir sobre los eventos, etc. Tal paso redundaría en 10 millones de votos para el candidato bolivariano.

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Nil Nikandrov

Periodista y analista político escribiendo frecuentemente en la revista rusa internet Strategic Culture Foundation.

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