NICOLÁS MADURO representa en este momento la real posibilidad de continuar construyendo desde las bases del Pueblo el Socialismo Cristiano, Bolivariano y Chavista del siglo XXI. Son tan pocos días los de esta campaña electoral que es súper necesaria la concentración total en torno a este proceso mágico-mítico-espiritual-humano-político que inició el Glorioso y Noble Pueblo Venezolano desde el mismo momento en que el yugo español llegó a nuestras tierras. Ese mismo pueblo salió a las calles el 27 y 28 de febrero de 1989 a derrotar con hidalguía al "todopoderoso" Fondo Monetario Internacional, lo que sirvió de aliento, motivación y fuerza para que unos Ángeles Rebeldes liderizados por un pueblo hecho hombre llamado Hugo Rafael Chávez Frías, salieran el 4 de febrero de 1992 a detener aquella nefasta historia y a construir las bases cívico-militares y humano-espirituales de la Redención de los Desposeídos y Olvidados en la Historia de la Humanidad.
No es poca cosa lo que tenemos al frente, se trata de demostrar, además, que la Siembra de Chávez valió y valdrá la pena por siempre, que la lucha de Chávez sigue en pie y que El Programa de La Patria 2013-2019 que es su testamento político, debe ser convertido en carne viva, en sueño militante, en causa activa, en organización popular ejerciendo el poder político, en liderazgo colectivo, en visión de mundo liberadora, en perspectiva integral del ambiente, en profundización de ese Socialismo que hoy en Nuestra América tiene a la ultra derecha internacional (y a sus lacayos-serviles-genuflexos en nuestro país) haciendo cualquier locura, cualquier estupidez y cualquier aventura con tal de frenar algo que es indetenible: la firme determinación de los que fueron callados y mancillados por mucho tiempo, de mantener y fortalecer el legado de Lucha de Nuestros Aborígenes, de Nuestros Próceres con Simón Bolívar al frente y de Nuestro Cristo Redentor de los Pobres de América Latina, de Nuestro Libertador del siglo XXI, de Nuestro Padre Combatiente, Vencedor Invicto y Sonrisa Eterna que anima en la Lucha: Hugo Rafael Chávez Frías.
Por esta y muchas más razones es imperioso el apoyo irrestricto en la Victoria Perfecta de Nicolás Maduro como abanderado de la Revolución. Y la sola comprensión de esta coyuntura aparta cualquier confusión, cualquier distracción y cualquier división interna en las Fuerzas del Pueblo. De tal manera, los partidos, las organizaciones, los intelectuales, lo colectivos de todo tipo deben estar a la altura del compromiso y acompañando a esos dos Gigantes Eternos: Hugo Chávez y Nuestro Glorioso Pueblo Venezolano.
NICOLÁS MADURO es hijo de Chávez y es hijo del Pueblo, es hijo de Bolívar y es hijo de La Patria. Nicolás es hijo del campesino y de la mujer luchadora y trabajadora, es hijo del obrero y del conductor de taxi, de autobús, de Metrobus: de los Conductores de Pueblos. Y Nicolás es hermano del joven trabajador, del deportista, del estudiante y de la mujer que en su casa y en su trabajo también construye Patria Nueva y Revolución.
Si asumimos que Juntos Todos Somos Chávez entonces Nicolás Jamás estará sólo. Somos un equipo de Vencedores. Somos un Pueblo de Gladiadores. Somos por esencia y por excelencia Libertadores de Nuestro Destino y de los Destinos de Los Pobres de La Humanidad: ese es Nuestro Legado. Y con Nicolás al frente y al lado de nuestro Pueblo y de nuestros hijos, la lucha será sólo hasta Vencer, sólo hasta Triunfar. Y ese será el triunfo diario, la victoria diaria, la construcción perenne de Nuestro Nuevo y Mejor Mundo Posible.
NICOLÁS: Siéntelo en tu corazón: hay millones de seres humanos en este momento que estamos pensando y actuando, cada cual desde su trinchera a cada segundo para y por tu Victoria, que es la Victoria de Chávez, que es la Victoria del Pueblo y que es la Victoria de Los Pobres y Desposeídos de La Humanidad!
¡CHÁVEZ VIVE Y LA LUCHA SIGUE!
¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA!
¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡LA VICTORIA DE NICOLÁS MADURO ES LA VICTORIA DE LA PATRIA!
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
