La prensa de Venezuela y también la internacional comienzan a difundir la posibilidad de que Henrique Capriles, el candidato de la derecha, gane a Nicolás Maduro en las elecciones de este domingo. Es absolutamente imposible y los medios de comunicación de masas lo saben. A continuación, varios argumentos que ratifican la inevitabilidad de su derrota.
1.- Las encuestas
Las encuestadoras más serias de Venezuela predicen una victoria de Maduro, en el peor de los casos por siete puntos. Se trata de una distancia insalvable. La prensa no recoge estos sondeos o les da una cobertura mínima. Sin embargo, otorga gran relevancia a encuestas de muy dudosa procedencia que apuntan al triunfo de Capriles. Dos periódicos españoles llegaron a extremos grotescos. ABC publicó un supuesto estudio de una encuestadora argentina inexistente. El País, por su parte, daba validez a las declaraciones sobre una posible victoria de Capriles del director de una encuestadora que, en la misma crónica, reconocía no haber hecho encuestas para estos comicios.
2.- Los precedentes
En las elecciones de octubre, Hugo Chávez aventajó a Henrique Capriles en un millón seiscientos mil votos. Las elecciones regionales de diciembre, en las que el chavismo triunfó en 20 de los 23 estados, confirmaron cuál es la opción mayoritaria en Venezuela. En estos cinco meses no ha ocurrido ningún acontecimiento económico, político o social que haga pensar que Maduro pierda votos y Capriles los gane en una cantidad suficiente como para revertir el resultado. .
3.- El homenaje a Chávez
Por el contrario, el fallecimiento de Chávez, el gran suceso que sí ha convulsionado al país, redunda en un mayor apoyo a la candidatura de Nicolás Maduro, según todas las encuestas serias. El 14 de abril, el pueblo quiere rendirle un último homenaje al líder bolivariano. Cualquier observador de las impresionantes manifestaciones de luto colectivo tras su muerte reconoce que este dolor se traducirá en un masivo respaldo a su sucesor.
4.- Logros concretos
Durante los 14 años de gobierno chavista, Venezuela ha alcanzado las mayores cotas de desarrollo de su historia. La pobreza se ha reducido del 60% al 27% y la pobreza extrema, del 25% al 7%; el Producto Interno Bruto crece a un ritmo superior al 5% mensual y el desempleo ronda el mínimo histórico del 6%; la mortalidad infantil y la desnutrición se han erradicado y se han universalizado la sanidad y la educación públicas; en los últimos dos años se han construido 450.000 viviendas públicas y la previsión es edificar tres millones hasta 2019… Son datos incontestables con los que cualquier gobierno tendría garantizada la reelección. Venezuela no va a ser una excepción.
5.- La experiencia derechista
La última experiencia de gobierno de la derecha, desde 1998 hacia atrás, es lo suficientemente reciente como para ser recordada por la mayoría del electorado. Dos tercios de la población vivían sumidos en la pobreza. El 85% de los habitantes no podía hacer más de dos comidas al día, incluidos niños y ancianos. El sistema financiero se desmoronó, quebrando once bancos. La inflación llegó al 200%. Las protestas populares eran reprimidas con extrema violencia: en sólo seis días de febrero de 1989, más de 3.000 personas fueron asesinadas en las revueltas contra los ajustes ordenados por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y aplicados por el presidente Carlos Andrés Pérez, quien acabó encarcelado por corrupción. Bajo la derecha, Venezuela se aproximó a un estado fallido. Muchos de aquellos dirigentes continúan liderando los partidos de la oposición.
6.- El pasado golpista de Capriles
La prensa internacional presenta a Henrique Capriles como un joven político representante de un nuevo liderazgo. Lo cierto es que su actividad pública comenzó hace ya 15 años, cuando fue elegido diputado de la Asamblea Nacional, de la que llegó a ser presidente. En abril de 2002 participó en el golpe de estado contra el gobierno democráticamente elegido del presidente Chávez. Estuvo en el intento de asalto a la Embajada de Cuba, donde los golpistas creían que se habían refugiado cargos electos. Junto con sus correligionarios grabó y emitió una declaración pública exigiendo a Chávez que se marchara del poder. La mayoría de quienes intervinieron en esa alocución sigue siendo la cúpula dirigente de la derecha. Este pasado golpista es silenciado constantemente por la prensa internacional y, por tanto, su audiencia permanece en la ignorancia a este respecto. Sin embargo, en Venezuela es bien conocido y la mayoría de los electores se niega a dar su voto a quien secuestró la democracia y la voluntad popular.
Conviene recordar estos datos ante la manipulación actual. A la luz de estos hechos, las noticias de los medios de comunicación de masas pueden calificarse directamente como mentiras. La prensa vuelve a demostrar su condición de herramienta al servicio del sistema capitalista neoliberal, en lugar de instrumento para satisfacer el derecho a la información de la ciudadanía, recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
alejandrofierroperal@gmail.com
Periodista y colaborador de la Fundación CEPS