“El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”.
Simón Bolívar (Discurso de Angostura/1819)
Tal vez el artículo “Hasta hoy fui opositora” de María Alejandra Fernández, por la cantidad de visitas registradas hasta ahora tenga el referente de ser uno de los más leídos, entre tantos otros, del queridísimo portal venezolano Aporrea. A lo mejor se ubique con un récord en las próximas horas en la sección de opinión de estas páginas digitales y deje atrás posiciones personalistas arrogantes, entelequias, filosóficas, partidistas con que generalmente suele minarse dicho portal dada la calidez, candidez y humildad de su firmante.
Y no es para menos ya que no es cosa común saber de personas asumen posiciones valiente cuando los privilegios prevalecen a toda condición humana; además de identificar en este caso y muy bien comentado por la citada de dos cosas muy distintas que es producto del comportamiento humano pero que, por estos tiempos, es muy bien trabajada en Venezuela por las altas esferas de la industria de la comunicación como lo es la manipulación de la población y que inciden en conductas que van seguida de la razón o la pasión.
En efecto, ojalá un José Antonio Páez, luego de ser reconocido por el propio Libertador como gran héroe junto a sus llaneros de la Batalla de Carabobo en 1821, por su determinada acción en el combate, hubiese mantenido sus orígenes, sus raíces, su condición de hombre del campo nuestra historia republicana y latinoamericana sería otra. Páez se fue con la oligarquía y desamparó al llanero que peleó y murió por él. Traicionó a Bolívar, el hombre que diseñó un proyecto continental en aras que ninguna otra potencia mancillara los pueblos libres del yugo español.
Este personaje, catire de nacimiento pero oscuro de conciencia, se quebró así de fácil al sucumbir a los perfumes de las damas encopetadas y los vinos y platillos de aquellos sinuosos caballeros que más tarde le ofrendarían tierras y animales nada más por hacerse partidario de una clase que buscaba ostentar el poder económico a costa de las tierras agrarias y de los caudales que poseía la nación ya libre de toda injerencia extranjera.
Páez lo tenía todo para ser de esa Venezuela una gran parte de lo que sería la Gran Colombia. Y cuando decimos todo es porque nos referimos a pueblo, soldados, campesinos y en especial a un estadista como Bolívar en el cénit de su vida. Aparte de conocer generales leales al mando del Libertador como lo fueron Sucre y Urdaneta pero lamentablemente para los hijos de Bolívar en el pasado una minoría egoísta, trampera, asesina y déspota -como la actual- abrazó al centauro de los llanos y lo quebró. De este modo se esfumaron los sueños de los pobres y no hubo televisión, ni radio, ni satélites. Pero sí existía la Gaceta de Caracas y sus truanes y hacía el mismo trabajo de moldear a la población letrada y, ésta, a su vez, desinformaba a aquellos menos cultos y que no sabían leer ni escribir.
Te imaginas María Alejandra si otro llanero pero proveniente de Barinas tomando las banderas del Libertador al ganar las presidenciales se hubiese arrodillado ante la oligarquía de fin de siglo pasado. Cabe preguntarse entonces: ¿dónde estaríamos nosotros y qué hubiese sido de ese chamo que nos cuentas y de tantos otros más por esta época? Esa respuesta no muchos se atreven a dilucidarla. De repente tal vez no estaríamos aquí para contarlo (…) o tal vez el 11 de abril de 2002 hubiese sido al revés.
Por llevar a cabo la reflexión y la autocrítica en Venezuela este 14 de abril la victoria será monumental. Y pa´lante con el legado del comandante eterno y con Maduro presidente!!!!
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