Oigo a través de Radio Nacional de Venezuela una intervención en la cual el Presidente Chávez, refiriéndose al permanente comportamiento desestabilizador de la oposición, lo compara con el conocido Conde Drácula, hambriento de sangre a punto del amanecer. Comienzan a salir los rayos del sol y este señor muy activo en la noche no ha chupado nada de sangre.
La referencia viene al caso por la manifiesta desesperación de la oposición, encabezada por el candidato perdedor que en esta oportunidad nuevamente acude a prácticas fascistas con la intensión de crear un clima de convulsión social. Saben ustedes que inmediatamente que el CNE emite el boletín que da como ganador con carácter irreversible a Nicolás Maduro, salen a la palestra dos personajes que en este momento podemos calificar de siniestros. Me refiero al candidato perdedor y a Vicente Díaz, rector del CNE, quienes con sus declaraciones para poner en duda y desconocer los resultados emitidos, fueron claros llamados a sus simpatizantes a delinquir. Por tamaña irresponsabilidad tendrán que rendir cuenta ante la justicia
El país y el mundo deben saber muy bien que esa misma noche del domingo 14, ambos personajes lanzaron sus alaridos de frustración ante la derrota que les dio el pueblo venezolano. Ellos saben que perdieron una vez más y se les está poniendo muy lejos, realmente imposible, cumplir el mandado de las multinacionales extranjeras de devolverles nuestras riquezas. Por ello acuden al recetario que ya el pueblo venezolano conoce muy bien y que tiene entre sus ingredientes el sabotaje, acaparamiento, desabastecimiento, atentados, asesinatos y desconocimiento de nuestras leyes.
No hay dudas. Nuevamente intentan poner en práctica el macabro manual desestabilizador y golpista que ha dado resultado en algunos países y hoy tiene en jaque a otros. Se trata de la desestabilización permanente o golpe continuado que cuenta con el apoyo de los medios de comunicación privada y el financiamiento directo del gobierno norteamericano.
En esta oportunidad, como en el 2002, este siniestro personaje vuelve a enlutar hogares venezolanos. Ocho compatriotas asesinados, centenares de herido, centros de atención médica, Módulos de Barrio Adentro, CDI, Mercales, Pedevales y locales del PSUV quemados, sabotaje eléctrico y de centros hospitalarios. Todo un balance nefasto que apunta como protagonistas a los dos personajes nombrados, las direcciones de los partidos que conforman la mesa de la ultraderecha y los medios de comunicación privada.
¿Qué más quiere estos fascistas? ¿Hasta cuando le siguen causando daño y dolor a nuestro país? ¿Cuándo rendirán cuenta ante la justicia?
Compañero Nicolás y administradores de la justicia, basta de impunidad.
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