La izquierda mundial ha querido, pero no ha podido destruir el capitalismo

Libertad a David Venegas en Oaxaca

1. El capitalismo -que lleva cinco siglos creciendo y defendiendo con todas sus fuerzas su modelo de vida- puede en cortos periodos debilitarse, pero a pesar de grandes batallas de izquierdistas y trabajadores en su contra, se puede reconocer que permanecerá por lo menos un siglo más dominando al mundo. Marx, que estudió como nadie su historia y formas de dominación, sus contradicciones y tendencias, escribió: “Al llegar a una determinada fase de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entra en contradicción con las relaciones de producción existentes… estas relaciones se convierten en trabas y se abre así una época de revolución social”. La realidad es que las contradicciones, enfrentamientos y revoluciones no han parado, pero el sistema capitalista ha prolongado su existencia cambiando de facetas y hasta de dominio de países.

2. No puede olvidarse que en los años sesenta con el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, el surgimiento en cinco o seis países de guerrillas izquierdistas en América Latina, los movimientos de independencia en África, la revolución negra, así como la revolución femenina y juvenil de 1968, además de la presencia de 14 países que se auto denominaban “socialistas” –entre ellos la URSS y China- tuvimos todas la razones (y sin razones) para pensar que el imperialismo de los EEUU, mas los de Inglaterra y Francia, se vendrían abajo y se establecería el socialismo en el mundo teniendo a la cabeza a los obreros y los campesinos. No entendimos entonces nada, que aquellos 14 países no eran socialistas, que las independencias africanas no significaban socialismo y que las guerrillas de América Latina eran sólo voluntaristas, además de heroicas.

3. Ando tras los movimientos y concentraciones para levantarme el ánimo y el entusiasmo que muchas veces no consigo al observar el contexto nacional y mundial. Así pude asistir en esta semana en Michoacán y el DF concentraciones y reuniones de mucho valor. En el DF estuve en reuniones de comisión política por estados de la Coordinadora (CNTE) y en Morelia al Foro o seminario de más de tres mil profesores y padres de familia que durante tres días, escucharon, analizaron y discutieron conferencias, ponencias en el gran auditorio del “Bicentenario” y en 20 mesas de trabajo. Con dolor, por dificultades, no pude estar en Guerrero que en estas semanas, junto a Oaxaca y Michoacán, ha encabezado la lucha principal del CNTE. (Por lo menos me alegró abrazar en Michoacán a mis amigos de años Juan Melchor, Eugenio y Jorge Cazares)

4. Nunca he tenido duda de los compañeros de la izquierda y la ultraizquierda, (que no tiene nada que ver con el oportunismo de la socialdemocracia electorera) de su enorme honestidad y voluntarismo; me ha parecido que la mayoría entrega trabajo, salud, familia, a cambio de hacer avanzar los procesos contra la sociedad capitalista; sin embargo cuando muchos nos damos cuenta de la historia vemos que hemos dado “un paso adelante y dos para atrás” o, por lo menos, que seguimos dando la vuelta en círculo, es decir, en vez de avanzar hacia la socialización de la producción y la riqueza, sólo resistimos; y la resistencia es heroica cuando el capitalismo en su fase neoliberal y radicalmente privatizadora, agudiza la contradicción. Se me ocurre que hay que estudiar en serio el capitalismo en sus ciclos de larga duración de Kondratiev.

5. La realidad es que no basta con que los de abajo luchen y quieran revolucionar; es necesario que también los de arriba no puedan gobernar porque ya no cuenten con los medios y la fuerza para hacerlo. Peor aún que los de abajo –con excepción de algunos- estén educados con la ideología de la iglesia y la televisión para apreciar y querer el modo de vida capitalista. Eso lleva a preguntar: ¿hasta qué grado todo lo que hemos hecho los izquierdistas ha sido sólo voluntarioso, a pesar de nuestras muchas lecturas y convicciones? La realidad es que si los trabajadores no defendieran sus salarios, prestaciones, ingresos, el capitalismo los tendría como auténticos esclavos; con sus batallas –aunque fueran defensivas o de resistencia- pueden salvar sus vidas. Pero ello no ha sido otra cosa que defenderse, resistir y moverse dentro del sistema de dominación.

6. Los 14 países llamados “socialistas”, sin excepción, se derrumbaron a partir de 1989 porque nunca fueron realmente socialistas al servicio de los trabajadores, sino aparatos burocráticos de Estado; no pudieron resistir el enorme poder capitalista de la economía, la industria armamentista y la ideología mundial. Las guerrillas, con excepción de las FARC colombiana, fueron destruidas, desaparecieron o se debilitaron; pero por otro lado, las burguesías nacionales –con el apoyo del imperio- fortalecieron la línea electoralista abriendo sus estrategias políticas a los “partidos de oposición responsable”. Esos partidos han crecido como aparato electoral, han logrado fortalecerse en el número de legisladores y como funcionarios públicos, han gozado de enormes financiamientos, pero sus programas políticos se han hecho más idénticos al de la clase dominante.

7. Al observar la batalla o las confrontaciones política-económicas entre EEUU, China, Alemania y varios bloques de naciones, pareciera que el sistema capitalista será destruido por las contradicciones entre los mismos países que luchan por el dominio mundial. Que así como la Primero Guerra fue determinante para el triunfo del bolchevismo y la Segunda Guerra dio lugar a más de una decena de países que autoproclamaban “socialistas”. Pareciera que las luchas de los trabajadores (obreros, campesinos, indígenas, desempleados, marginados) están contribuyendo muy poco porque las clases dominantes han contado con un enorme poder de mediatización, de control y de represión. Las luchas de los trabajadores deben de ser aplaudibles por valerosos y sacrificadas, pero la muestra de que se mueven en el mismo círculo es que el capitalismo sigue vivito y coleando.

8. Debemos estar muy atentos en los cambios que se están registrando en Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, donde el imperialismo de los EEUU ha estado interviniendo de diversas maneras; sin embargo es urgente investigar hasta qué grado puede construirse el socialismo igualitario no salariado y autogestivo. Las preguntas: ¿Se derrumbará el capitalismo por los enfrentamientos entre sí por la conquista de mercados como es el caso China, EEUU, Europa; por la confrontación con países que buscan su liberación económica y política como Venezuela; por luchas armadas y violentas en la ciudad y el campo (con guerrillas, narcotráfico) o por procesos electorales aunque duren dos siglos más? No debe olvidarse que tomar el gobierno y hablar de socialismo no significa que las relaciones capitalistas hayan cambiado. Una cosa son los deseos y otra la realidad.

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Pedro Echeverría V.


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