Como siempre la (CEV) Conferencia Episcopal Venezolana inspirada por el Espíritu Santo se coloca por encima del bien y del mal y emite bajo su signo, un comunicado para fijar posición sobre los últimos acontecimientos ocurridos en el país, luego de las elecciones del pasado domingo 14 de abril donde la mayoría del pueblo venezolano eligió a Nicolás Maduro como Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.
En un lenguaje “cantinflérico” y adornado de medias verdades, la cúpula de la Iglesia Católica venezolana describe lo que para ellos es su interpretación (con todo su derecho) del panorama político del país.
Adornado de muy buenas intenciones y de la posición “hipócrita” que siempre han tenido la cúpula eclesiástica para con el gobierno bolivariano, desde el mismo momento en que el Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías asumiera la presidencia de la República en 1998; ahora ante este último resultado, ignoran el carácter constitucional del CNE venezolano y se suman indirectamente a la oposición, la cual no reconoce los resultados del máximo tribunal electoral y llama a la desobediencia civil.
Si bien el espíritu general del comunicado de la CEV invoca la reconciliación, el diálogo y la igualdad de derechos, se atreve en el mismo a decir: “la oposición ha solicitado al Consejo Nacional Electoral una auditoria del cien por ciento de los votos. Esta solicitud que, en principio, fue aceptada públicamente por el Presidente Electo, no desconoce la labor del CNE. Por el contrario, reforzaría su autoridad moral y daría tranquilidad a la población”.
Es aquí donde está el detalle como dice el filósofo. Resulta que a pesar de incluso ofrecerse la CEV como mediadora para un diálogo gobierno oposición, no reconoció al nuevo Presidente de los venezolanos Nicolás Maduro; pues, no lo nombran para nada en ninguno de los 9 puntos de su comunicado.
En verdad luego de guardar un silencio durante varios días y mostrar su parcialidad política a través de declaraciones del cardenal Jorge Urosa Sabino al regresar de Roma luego de las elecciones del Papa Francisco dijo: “Chávez no es Jesucristo” . Es aquí cuando el cardenal descubrió el misterio de la Santísima Trinidad. Por eso es bueno recordar la posición de la Iglesia como la asumida en fallido golpe del 11 de abril del 2002; porque está prohibido olvidar.
A los amigos de la CEV les recordamos que si algo ha hecho el gobierno del Presidente Nicolás Maduro, después de las elecciones del 14 de abril, es mantener la calma y llamar a la paz. Las provocaciones del líder irresponsable de la oposición Henrique Capriles Radonski, llamando a sus seguidores para atacar a los chavistas con “arrechera”, parecen no reflejar el espíritu de diálogo que la Iglesia implora.
Esta muy bien en el comunicado su reconocimiento en el punto 8 a los muertos del 15 de abril; porque lamentablemente hay muchas muertes en los abriles venezolanos. Pero en su comunicado no dice la CEV de donde provino la incitación al odio y a la masacre de venezolanos, un día después del ejemplar acto democrático.
La CEV sabe los que está en juego y conoce la agenda del candidato de la derecha , quien ya mostró suficientemente su verdadero rostro antes de las elecciones del 14 de abril. Está verdad no aparece en ninguno de los 9 puntos del comunicado de la cúpula de la Iglesia Venezolana.
¡Venceremos!
arellanomt@hotmail.com