Comparar al líder supremo y eterno de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez y al nuevo conductor de ella, en manos del primer Presidente Chavista y obrero Nicolás Maduro, probablemente sea una locura en el contexto político e histórico actual; sin embargo, podemos valorar a este ultimo, lo que ha mostrado en estas dos semana en ejercicio de sus funciones como Presidente Constitucional, tratare en las próximas líneas de mostrar algunos signos que expresan a mi juicio, diferencias estructurales del Presidente Maduro con su padre político. Vale resaltar que en las venas y pensamiento de cualquier Venezolano que halla seguido al mas grande hombre parido en toda la América en los últimos 100 años, tiene en su haber la medula del conocimiento político, histórico, libertario, emancipador y patriótico para hacerse un hombre valioso para la construcción del Socialismo del Siglo XXI. Nicolás Maduro, no solamente siguió al Comandante Chávez, fue su aprendiz, su mano derecha y su heredero político; les adelanto entonces que sobre esta base tenemos un nuevo presidente el cual fue formado en el seno de la estrategia, la estadística, la geopolítica y los secretos de la conexión con un pueblo que siguió al líder supremo de la revolución Bolivariana.
En primer lugar debo resaltar la condición de hombre de pueblo de Nicolás Maduro, este proviene de una Venezuela que desde el campo se ve muy diferente para quienes no han sido formados en la capital de la republica, es así como tenemos al mismo hombre de pueblo con formaciones sociales distintas. Un ejemplo grafico se expresa en la cultura, vemos como el presidente Maduro canta, baila y toca los instrumentos de la “salsa” con soltura, influenciado por las calles y barrios Caraqueños vive el son de la salsa brava capitalina, mientras el Presidente Chávez fue un amante de la música folklórica, poeta y declamador natural de este genero musical. Ambas condiciones histriónicas manifiestan la espontánea y sublime formación de un Venezolano de a pie.
Intencionalmente obviaré otros aspectos de la vida de ambos presidentes, para así concentrar la atención en la vida político presidencial del padre e hijo político de la revolución Bolivariana.
Considero que en el marco de la estrategia de la campaña electoral, hubo aciertos y errores, entre los aciertos veo como positivo la incorporación de nuevos signos que permitieron la conexión del pueblo con su nuevo líder, destacan entre ellas los bigotes y el baile de la obsesión, mas el primero que el segundo, calaron en el colectivo popular, cual verruga y boina de Chávez, fueron objeto de reproducción inmediata en Venezuela y el mundo; es así, como hoy podemos distinguir entre el presidente de la Boina roja, la verruga y el golpe zurdo empuñado, del presidente del bigote, que besa a su esposa en actos políticos y no esconde su claro calé caraqueño.
El transito de la historia coloco al militar, soñador y cuarto majadero de la historia, en el transformador político, social y cultural de todo un continente, fue Venezuela, y con el verbo en pasado no pongo en duda que lo seguirá siendo, el motor transformador de los cambios geopolíticos en América del Sur y Centroamérica, mientras al canciller obrero pero curtido político, le exige mantener y profundizar los cambio en una Venezuela socialista que no termina de nacer y exterminar la Venezuela capitalista que no termina de morir. Ha sembrado el Presidente Maduro en muy pocos días, un nuevo modelo de gerencia publica, ha estructurado un gobierno de calle creando hilos directos con el pueblo, son las Regiones de Desarrollo Integral (REDI) un nuevo instrumento para la eficiencia de la gestión publica, ya algunos gobernadores han adoptado este modelo en sus sistema de gobierno regional y junto a un tren ministerial que ha mezclado la juventud con la experiencia, seguramente veremos en el corto plazo los “necesarios” resultados en la calle.
El Presidente Chávez fue el gran comunicador de Venezuela en los últimos catorce años, lo fue en todo el sentido de la palabra, comunicaba para sus seguidores y sus adversarios, no sabemos cuanto le costo a su cuerpo físico esa responsabilidad, podríamos quizás decir, que el Presidente Chávez es un héroe caído en combate; si en el combate de una guerra de cuarta generación que también heredo el Presidente Obrero, una guerra en la que se disparan constantemente misiles de desinformación; en mi criterio, uno de los enemigos mas poderosos de los que no espero sea vencido, mas si creo pueden ser desmontados en sus intenciones. Hasta ahora el nuevo Presidente no ha mostrado las cualidades de comunicador de su antecesor, pero si posee la astucia y capacidad de persuasión en un escenario comunicacional en el orden local, el cual se encuentra hoy definitivamente mas debilitado, en muy pocos días la recién creada SIBCI, ha planteado el nacimiento de medios de comunicación alternativos en la prensa escrita y en la TV digital en los estados Zulia y Miranda, la interconexión de todos los medios del estado ha frenado significativamente la mediática de los medios privados. El Presidente Maduro se muestra en televisión con mucha claridad en los temas sociales, especialmente el de seguridad, pero aun no ha logrado anclar en la sociedad Venezolana elementos de convicción que vengan de su autoría; por ahora, creo es el aspecto mas débil del cual esperemos se fortalezca muy rápidamente.
La experiencia del Presidente Maduro en el ámbito internacional es un aspecto fundamental en su formación, ha servido para guardar a distancia los enemigos naturales del Chavismo, el reconocimiento internacional fue básicamente construido por el ex canciller, ver que países como Colombia, Chile y México hayan reconocido su gobierno le hace merecedor de meritos invaluables. El Comandante supremo fue un mejor hombre de la política internacional en lo privado, que en aquella en la que se expuso públicamente en cuanto al manejo de las relaciones internacionales.
El hombre de hierro para el trabajo, exterminador de ministros, sin horario para el trabajo, jamás conoció descanso vacacional alguno; sin duda, su cuerpo cobro facturas de aquel esfuerzo incesante. Chávez represento en toda la estructura del estado su principal defensor en cualquier esfera, soporto el peso del estado y lo condujo hidalgamente durante catorce exitosos años. Hoy vemos un estado donde además de la figura del presidente, los ministros entraron a la batalla mediática, le hablan directamente al País; así mismo, vemos como las presidentas del CNE, TSJ y defensoria del pueblo, salen al paso de las arremetidas contra las instituciones que representan; en fin, tenemos un nuevo gobierno que ante la ausencia del líder supremo, ha reaprendido a defenderse desde las instituciones y no desde la presidencia de la republica, esta diferencia del ejercicio de la política representa un avance significativo que libera al Presidente Maduro de un lastre que consume y debilita en el tiempo.
Finalmente tenemos en Nicolás Maduro, un hombre que llega al poder en compañía de una mujer aguerrida en el ámbito político, incorporada junto a sus hijos al combate por la revolución y de la mano de su compañero de vida, se muestra sólido en la estructura familiar y cuenta desde ya con lo que el comandante apenas mostró en los últimos años con sus hijas Rosa y Maria Gabriela, ejemplo de familia presidencial en donde Mamá y Papá son eje fundamental del grupo familiar, es un modelo del cual adolecimos durante un buen tiempo en la presidencia.
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