Qué es el socialismo, se preguntan muchos, acaso es colocarle el nombre a una fábrica o a un producto, si eso fuera socialismo, estaríamos hablando de algo solemnemente insustancial y la gente sencilla tendría una rara y extraña percepción de lo que es el socialismo. En verdad manifiesto que es hora de hablar a calzón quitao, so pena de continuar dando características no propias de lo que es un sistema contrario al capitalismo que conocemos.
Es bueno expresar que estamos en una etapa de transición si se quiere del capitalismo al socialismo, ahora de cuanto tiempo de espera dispone una transición, el comandante supremo hablaba de lo viejo que se resiste a morir y lo nuevo que demora en nacer, entonces, esa es la transición, mientras tanto nos toca construir ahora que las elecciones se ganaron con mucha menor ventaja, las condiciones objetivas de la transición mencionada.
Mientras esto ocurre me cuesta digerir que estemos en socialismo, por tanto mal puede afirmarse que algo está “hecho en socialismo” o sencillamente que los siete millones y medio que sacó Maduro sean socialistas y mucho menos revolucionarios, lo que por supuesto nos complica la cuestión en cuanto al destino cierto de lo irreversible de la revolución bolivariana, lo que a su vez nos permite demostrar que no hay siete millones y medio de revolucionarios y revolucionarias, he allí la cuestión a resolver si miramos hacia el frente donde hay siete millones y tantos que mucho menos lo serían, análisis simple de una idea que me atraviesa el cuello y no me permite ver mas allá sin reparar lo que se está haciendo y con la mirada y la angustia puesta en lo que ha de hacerse de cara al futuro que esta aquí, ya entre nosotros.
Esto no es una critica, solo se trata de reflexiones ante lo que creo debe cambiar en el imaginario colectivo y en la realidad individual de cada uno de los que amamos este proceso, donde la consigna debe ser la lucha sin retorno y el camino ineluctable hacia el hacer mejor las cosas bajo la dirección colectiva, hablaremos de socialismo cuando el pueblo entienda en su gran mayoría que la justicia social y la sociedad de iguales trascienda las fronteras de lo real y constructivo.
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