Lo que se había anunciado con bombos y platillos se hizo realidad y la palabra empeñada del Presidente Maduro se cumplió, al recibir en el Palacio de Miraflores al heredero del emporio de los Mendoza e ícono de las cervezas del oso y harinas precocidas del país.
Luego de varios días de expectativa y bajo el anuncio del Primer Mandatario Nicolás Maduro de que se reuniría hasta con el mismo demonio si fuera posible, para defender los intereses del pueblo venezolano; el empresario Lorenzo Mendoza y su corte, cumplieron con la cita, donde cada quien dijo a su manera lo que tenía que decir.
El asunto es que para los venezolanos, luego de la diatriba política surgida por el desconocimiento del candidato perdedor Henrique Capriles Radonski, del triunfo del Presidente Nicolás Maduro, la atención de la opinión pública se centró en el encuentro del empresario con Maduro en Miraflores.
Todo la expectativa tenía como marco el acaparamiento de productos de primera necesidad, los cuales ya comienzan a aparecer, “por arte de magia”, en los anaqueles de bodegas, abastos y supermercados del país; desde luego, con nuevos precios en la cesta básica y algunos incluso autorizados por el propio Gobierno, según Gaceta Oficial 40.166.
Llama poderosamente la atención, la apertura del Gobierno nacional al sector privado (dentro del marco de la Constitución Bolivariana) en la búsqueda de fortalecer la economía. Según declaraciones del propio ministro de Finanzas Nelson Merentes, unas 400 empresas de 24 sectores de la economía, buscarán incrementar la producción para bien del país y ya se siente, en la mayoría de ellas, un alivio por haberse reducido en el proceso, el tiempo de espera para la entrega de divisas.
Lo que si es cierto es que el panorama político parece despejarse, luego de entender el propio sector empresarial del país que no pueden seguir siendo presa de un jueguito maquiavélico, por parte del ungido del imperio, quien no reconoce los resultados del CNE y se ha empeñado en entorpecer el avance del desarrollo económico de Venezuela; aún en el marco de una vía socialista, como la señalada por Chávez en el “Programa de la Patria” el cual ejecuta el gobierno del Presidente Maduro.
No obstante, a pesar del esfuerzo y el llamado a la convivencia democrática por parte del Gobierno, como ocurre en cualquier país civilizado, la procesión va por dentro y algunos empresarios como Mendoza, desde luego que no dan su brazo a torcer y expresan libremente sus aspiraciones.
Al salir de la reunión en Miraflores – según algunos medios de comunicación privados – el presidente de las empresas del oso resumió en cuatro puntos o “cuatro acuerdos”, lo acordado (valga la redundancia) con el Gobierno y que vale la pena destacar para la reflexión por parte de los venezolanos:
1.- No politizar el tema de alimentos, cada quien que se dedique a lo suyo “Politizando no vamos a llegar a ningún lado”.
2.- Con respecto al 52% de capacidad instalada que tiene el gobierno y que según Mendoza no estaba produciendo lo suficiente, informó que sus empresas se encargarán de revisar para producir al máximo y además, estudiarán la posibilidad de que sus empresas “del oso” adquieran una de las Plantas (¿será comprarla al Gobierno?)
3- El ministro Merentes fue muy abierto y dijo que ajustarán los precios (algunos ya listos por Gaceta) y según palabras de Mendoza “La rentabilidad no debe ser mayor al 15%” (¿se estará volviendo socialista?)
4.- En este acuerdo – según el heredero de los Mendoza – con el ministro de Alimentación Félix Osorio, se habría acordado eliminar el redireccionamiento en la materia prima y agregó – esa no es la mejor manera, porque ellos no garantizan la materia prima que es el maíz y el arroz.
De nuestra parte concluimos, ¿será que la materia prima para las harinas y sus cervezas tendrá que vendérselas el Gobierno a precio de gallina flaca?.
A pesar de todas estas dudas que ahora aparecen, Maduro y Mendoza firmaron la pipa de la paz.