A menudo paso por la Escuela de Artes Plásticas Arturo Michelena en Valencia la de Venezuela es la misma escuela, el mismo espacio desde la década del 50, poco muy poco ha cambiado, la calidad de la construcción permite que se mantenga de pie.
Todavía no descubro el desinterés de nuestros gobiernos si los gobiernos del proceso en su falta de atención, lo importante al parecer es la elección, el cálculo político o caso me equivoco y es la visión del que gobierna una ciudad o un estado.
Camino por Caracas su centro recuperado, la ciudad te invita a caminarla, a sentirla, a devorarla, la Alcaldía de Caracas es un museo en su parte baja, los antiguos teatros son “repotenciados” y la plaza bolívar y sus áreas cercanas brillan, están aseadas y es posible caminar sin temor alguno.
El ser una ciudad industrial o con muchas empresas manufactureras y contar con espacios del INCES, me permite o me exige que haga una propuesta en voz alta, la he venido hablando con amigos y amigas y de repente marcha y de repente es posible, será.
Artistas de Valencia y Carabobo están por ahí hablan, proponen y discuten pero una pregunta o algunas ¿cuántos teatros, museos, galerías públicas, bibliotecas fueron construidas en el estado en estos 14 años? La población crece y los espacios para mostrar lo realizado, para mostrar el aporte artístico se mantiene estancado.
Y si invitamos o se crea un plan o se establece que en currículo alumnos del INCE pasaran o recibirán clases de estética, teoría del color, historia del arte en la Escuela de ARTES PLÁSTICAS y los alumnos de la Escuela de artes plásticas pasaran por los INCES para conocer del oficio desde el peso de un torno, hasta su manejo y la resistencia de los materiales usados.
Y si nuestros artistas y nuestros y nuestras trabajadores y trabajadores comienzan a establecer formas más hermosas de hacer las tapas de los cuadernos, la latas de aceites comestibles e industriales si visitar ACEITES DIANA, VENEPAL, VENVIDRIO y eso por decir algunas pero que conozcan cómo se amplía la producción de bienes como se crea y como se industrializa y se multiplica su creación.
Ejemplos sobran de como artistas colaboraron en el mejoramiento de la industria y de como se comienza a apreciar el arte a partir de su industrialización desde la SILLA BARCELONA hasta EL VACIADO EN CERA PERDIDA EN LAS FUNDIDORAS y claro las obras de FRUTO VIVAS Y CARLOS RAUL VILLANUEVA Donde el esfuerzo de decenas, cientos, miles de trabajador@s le dan cuerpo, alma y forma a proyectos de estos talentos, por decir algunos casos.
Donde serán útiles esos artistas donde podremos admirar su creación, claro que debemos desarrollar una propuesta y debería ser más extensa con números rojos y negros pero el arte es un acto de contemplación y una variable es darle exaltación visual a lo creado en revolución, convertir nuestros empaques, áreas verdes, espacios de trabajo y espacios de creación en espacio de gozo y de producción al mismo tiempo.
Establecer las líneas para hacer esto posible es necesario, tendremos que establecer o iniciar talleres públicos o talleres en las empresas dictados por los artistas, incorporarlos al contacto con los trabajadores y asumir al arte como un acto maravilloso donde todos y todas están incorporados.
Por ahí entre estas cargas que llevo en el corazón de la memoria recuerdo algunos ensayos de trabajo cultural en mi ciudad donde se montaron obras y talleres de arte en fábricas y en medio de huelgas, pero el salto esta es en incorporar a estudiantes de INCES y Escuelas de Arte para que interactúen conozcan sus fortalezas, platiquen de sus visiones y horizontes y para que le demos carnadura a una república de sueños tangibles y de belleza cotidiana.
En el México posterior a la Revolución decenas de artistas pasaron por esos caminos y por las tierras de esa nación Neruda si Pablo Neruda publica Canto General, Tina Modotti desarrolla un trabajo fotográfico de entrañable y exquisita factura cargado de imágenes que enaltecen a hombres y mujeres en lucha y trabajo, Frida khalo da pinceladas que magnifican su estatura de ya gran mujer, Diego Rivero, Siqueiros, Orozco hacen del muralismo mexicano algo que levanta expectación y maravilla.
Hoy en la Venezuela del siglo XXI marchamos por estos caminos de creación y propuestas, debemos dar el paso, ese paso que pronto se convertirá en carrera para tomar el sol por sus rayos.
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