A los chamos del video “Caracas, ciudad de despedidas” (mejor conocido como: “Me iría demasiado”), les ha salido defensa desde la intelectualidad contrarrevolucionaria, cosa que no habría de sorprendernos, pues los señores del escualidismo ilustrado, son los padres de estos muchachos bobos.
En esta oportunidad pudiéramos afirmar que “de tal astilla tal palo”. Los chamos no escriben; son más dado a las obsolescentes tecnologías de la comunicación, las redes sociales y todo aquello que banaliza la palabra. De allí los productos audiovisuales y los textos digitales mutilados, que han postrado la estructuración neurolingüística de tal forma, que todo se limita, por pequeño o poco que sea, a ser “demasiado”. En los chamos se justifica, porque ellos han sido victima del fracaso de la educación burguesa, que la mal llamada oposición, instaló en sus almas, y con la cual, adoctrinó a las generaciones de la Cuarta Republica y las formó para vivir la barbarie del capitalismo. Pero en sus “viejos” no. No porque defiendan ese sistema de antivalores, sino porque han terminado por superar a sus hijos en la lamentable tarea de ser alocadamente antichavistas.
En ese afán pareciera que los vejucos han ganado. Los jóvenes, revolucionarios por antonomasia, se han relajado en medio de aires de revolución, es decir, en medio de la vanguardia social, y se divierten en “La ruta nocturna” del centro caraqueño, que por demás, está en su mejor momento. Por el contrario, los vejestorios se empeñan en redactar artículos de opinión, en donde drenan la frustración que les produce el avance de un proceso histórico e irreversible, a pesar de ellos, y sus deseos.
“Héroes nefastos”
El 22 de mayo del corriente, en la página web de El Nacional, sección opinión, aparece un artículo en el cual, se evidencia la transpolación sucedida entre las visiones de dos mundos tradicionalmente opuestos. De cómo la frivolidad juvenil, mostrada en el video mensionado, aterriza peligrosamente en las aseveraciones ponzoñosamente expuestas por un avejentado opinador de oficio.
El articulo se titula: “Héroes nefastos”. Interesante promesa. Confieso que experimenté cierta curiosidad ante la posibilidad de encontrar un análisis (hecho por la derecha) del modelo que por generaciones influyó en nuestro imaginario infantil: Superman, Batman, Spiderman, Superratón, Mickey, etc., los antihéroes en que posteriormente se transformaron, y que el cine mostró simpáticamente irreverentes en sus seductoras películas, pero que terminaron convirtiéndose en criminales de la peor calaña, justificados por la maravilla de Hollywood. Jamás pensé, a pesar del prontuario, que estaba ante otra pieza criminal, destinada a atacar nuestra identidad nacional.
“Lo mejor que uno puede hacer en América es largarse”
Comienza el autor revelando la procedencia de sus reflexiones de esta oportunidad, un curioso libro escrito a dos manos derechas: “Guía políticamente incorrecta de América Latina” (Leandro Narloch y Duda Texeira) que trae a la memoria, otro de igual sonoridad: “Manual del perfecto idiota latinoamericano” a seis brazos (Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas, hijo de Mario Vargas Llosa).
Termina como comienza, con un desalmado consejo destinado a los jóvenes del país, que de paso, le atribuye al Padre de la Patria, Simón Bolívar, según dice, investigado por los autores brasileros, pero que con todo gusto, verbaliza para convertirlo en realidad: “Lo mejor que uno puede hacer en América es largarse”. En boca del consejero de las nihilidades, el opinador de oficio, suena así: “…la mejor opción para el hombre de estas tierras es largarse de aquí”.
El resto del artículo es una autentica pieza probatoria del carácter apatrida del antichavismo venezolano, casi que de expresión a expresión, de palabra, a palabra: “…los próceres latinoamericanos más prominentes han dejado una nefasta herencia cultural y política”, “El latinoamericano tiene una obsesión por quedarse en los episodios negros de su historia”, “Cuantos más desmanes hicieron, cuanto más sabotearon a sus respectivos países, más estatuas ecuestres y estampados en camisetas se han hecho para homenajearlos”. Yo añadiría que hasta se bautiza con su glorioso nombre el comando de campaña perdedor.
Un saludo afectuoso al camarada Mario Silva. Lo esperamos el lunes con La Hojilla, autentica novedad de la televisión en la ultima década.
¡Chávez vive, la lucha sigue!
miltongomezburgos@yahoo.es