El uso de la lógica política se convierte en el instrumento eficaz para combatir los intentos de desestabilización y trastocamiento del orden constitucional en el país, no es meramente un decir que la guerra es la continuación de la política o que la política es el uso de las decisiones en función de objetivos y metas. Cuando el presidente Maduro desde su juramentación abogó por la paz, tenemos que entender que no es una simple consigna, es parte fundamental en este momento histórico de la acción de gobierno, por ende, es necesario internalizar esta verdad ante todo lo demás, si el 15 de abril no se hubiera hecho el llamado a la paz, en que situación estuviera el país en este momento.
La paz es un bien inapreciable que debe resguardarse en todo tiempo y espacio, la paz la hacen los hombres y mujeres al igual que la guerra, la diferencia está en los intereses que promueven una u otra. Luego de la desaparición física del comandante supremo y posterior elección presidencial, en Venezuela indudablemente cambiaron muchas cosas, una de ellas, es la percepción del futuro de la revolución bolivariana, hay un cambio de manos, un estilo distinto de la manera de gobernar y decir las cosas, al respecto es bueno hacernos una pregunta, porqué cuando el presidente Chávez estaba al frente del gobierno, no vimos la vehemencia necesaria en las opiniones vertidas en ocasión por ejemplo, del perdón del comandante a los autores del golpe de Estado de 2002 y otros, estoy hablando acerca de quienes hoy, en el gobierno de Maduro, se presentan como los salvadores atinados del legado postrero del comandante y lo hacen inclusive atacando al presidente Maduro con acusaciones invalidas para un tiempo exageradamente corto al frente del Ejecutivo Nacional, desde socialdemócrata hasta débil ante las circunstancias, han tildado al comandante en jefe de nuestra FANB, razones expuestas, casi todas en contraataque a un Estado burgués que ya estaba de esa forma, entonces repreguntamos, donde estaban cuando el comandante eterno estuvo al frente, algo así como reclamo ahora porque Maduro no es Chávez, que desfachatez y que melodrama tan fútil y mezquino, acaso la derecha no es la misma de siempre, o es que la derecha no expone en estos momentos intento de desconocer no solo los resultados sino las Instituciones, acaso no es un estado de prevaricación sostenida y militante.
Es por ello, que la paz hay que lucharla para evitar la guerra, inclusive la de cuarta generación, sí la paz está hecha para preservar el amor, el entendimiento y sobremanera para derrotar la guerra, sí, la misma a que nos quieren llevar, entonces que carajo apuntan los camaradas que critican y proponen vainas fuera de contexto, es decir del tiempo y el espacio, me perdonan, pero hay que dejar de momento el intelectualismo, el protagonismo y la prepotencia banal y ponerse a trabajar en función de lo que está hecha la paz, el amor y la comprensión.
Ahora bien, si cuesta irreversiblemente ser amorosos, ya es un problema personal, lamentablemente no se puede inocular sino con el tiempo y a fuerza de sabiduría con mas amor y consideración por los demás, creo que, fundamentalmente la cosa va en la manera de percibir la realización de las cosas, el socialismo del siglo XXI, bolivariano y cristiano ha de ser el objetivo, no es nada fácil en consecuencia, debemos abogar por entender las razones en las decisiones, más allá de lo que se observa desde la casa u oficina, mi pregunta al respecto es esta, quienes piden acelerar y profundizar desde ahora el proceso, que hacen en el seno del pueblo, hurgando y batiendo las manos y pies para por ejemplo, evitar que tanto pobre vote por la derecha, esa es la verdadera incógnita a resolver en lugar de sentirse dueños de la verdad, resolvamos es sencillo, profundizar ante todo el amor en nosotros mismos.