No es de colegas colocarnos a discutir sobre puntos de vista cada vez que se nos ocurra decir algo, no obstante, es preciso que cuando las circunstancias lo requieran hay que hacerlo, en razón de conocerse las intenciones que hay detrás de una que otra declaración. Se trata de José Guerra, quien viene desde hace tiempo con ataques a las políticas donde interviene el Banco Central de Venezuela en conjunción con el Ejecutivo Nacional.
Este lunes 22 se refiere en artículo de prensa a la subasta en dólares organizada por el BCV a través del Sistema Complementario de Administración de Divisas- SICAD, en el cual señala como absurda la subasta realizada. Allí arremete de manera poco ortodoxa según la Academia en contra del sistema llamado complementario para el otorgamiento de divisas a interesados llámese personas naturales y jurídicas, indicando que la misma pareció una lotería, primer desacierto dado que, la subasta no es como se conoce la tradicional subasta de objetos, son solicitudes de acuerdo a prioridades para áreas sensibles.
Más adelante concluye en otro aspecto según el cual los venezolanos no quieren tener bolívares, sino los necesarios para las transacciones diarias, agregando además que como lógica se suponía que deberían entregarse los dólares a aquellos que estaban dispuestos a ofrecer un mejor precio, he aquí otro desacierto o sencillamente no ha entendido para que se realiza la subasta y se desnuda la intención de la derecha venezolana que siempre ha apostado a una devaluación lineal y la eliminación del control de cambios.
Habla de empresas de maletín, de manera temeraria dado que fuero0n asignados según el opinador de manera selectiva, cuando el asunto radica en primer lugar en las prioridades, la urgencia de las divisas y la situación referida al importador. Ahora, lo mas desagradable para nuestros ojos al leer dicho artículo es cuando señala “Todo con el propósito de aparentar que el bolívar no se estaba devaluando”, y entra en una especie de cólera cuando señala mas adelante que hay cuatro tipos de cambio, y yo le preguntaría, de ser de esta manera, cuál es el problema, acaso en la economía todo está escrito, como ciencia social y en razón de políticas ajenas al gran capital todo lo que se haga en función de corregir o allanar procedimientos administrativos debe ser bienvenido.
Lo mas absurdo es cuando al final del articulo extraña lo que viene hablando y señala lo incomprensible en la falta de una política económica y que quienes la dirigen son unos amateurs, en esto último puedo decirle que yo los prefiero, antes que las luminarias del Banco Central Europeo o a quienes dirigen las políticas económicas en Grecia y España, solo dos, por cierto tienen a estos pueblos sumidos en la mas profunda crisis a partir de la aplicación de las recetas neoliberales. Al respecto, lo invito a que en lugar de seguir hablando mal del Banco Central, su cuna de aprendizaje, escriba algo sobre estos casos de la economía mundial.