En la profunda perversidad de mi alma, guardo el más grande de sentimiento de egoísmo, porque, es que el amor que por ti siento mi comandante Hugo Chávez, no quisiera compartirlo ni con el mas autentico de tus hijos.
De cincuenta y ocho años vividos, solo en veinte pude conocerte, y de esos veinte tan solo catorce compartimos, porque así fue nuestras vida, la mía paralela a tu destino, y la tuya tan profundamente enterrada en mi alma.
Hoy, ya han pasado cuatro meses de tu ausencia; y al cumplimiento de tus cincuenta y nueve años, no he subido al cuartel de la montaña, por el simple temor de que tu presencia ausente, me deprima tanto el alma, y tendido ante, tus mortales restos, caiga como una piltrafa humana, porque la carne no sirve de nada, cuando los huesos en el tiempo se cansan.
Quisiera decirte feliz cumpleaños camarada, pero creo entender que no me sirven de nada, el lanzar tres palabras al viento, donde el silencio y el llanto se confunden y la emboscada del llanto es ya estrategia sobrada, y este corazón, que te ama, no está como para aguantar mascaradas.
Sin embargo, hoy quisiera decirte, que estoy; a pesar de lo triste por tu ausencia, un poco más convencido, que tú no te has ido camarada, porque dejaste las puertas de la esperanza abiertas, como para volver a proteger a tus hijas e hijos, cuando ese clarín de la patria nos llama, y que el silencio de la madre se extiende por las sabanas y las montañas…
Feliz cumpleaños mi comandante en jefe HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRIAS