Los resultados electorales del 14 de abril, con todas sus implicaciones e interpretaciones posibles, dejaron muy claro la importancia estratégica de las regiones para construir una dirección política colectiva y al mismo tiempo garantizar el avance de la Revolución Bolivariana. Desde esta perspectiva, podemos interpretar que el resultado de las Elecciones Municipales influirá en la definición del rumbo de la Patria.
Necesitamos candidatos (Alcaldes y Concejales) que puedan entender la complejidad del momento histórico y al mismo tiempo tengan la capacidad (y el compromiso) de diseñar políticas institucionales dirigidas a fortalecer el proceso de construcción del Poder Popular en armonía con el “Plan de la Patria” como única alternativa para satisfacer las necesidades y expectativas de todos los sectores de la sociedad.
La posibilidad de enfrentar las exigencias de la coyuntura política e interpretar el momento histórico está estrechamente vinculada al papel de vanguardia política que debe asumir la principal fuerza organizada del chavismo (PSUV) y a su capacidad para agrupar a todas las organizaciones políticas, colectivos sociales, organizaciones culturales y movimientos comprometidos con la Revolución Bolivariana. La unidad se convierte en la mayor fortaleza para el diseño de una nueva arquitectura política que permita mantener los espacios conquistados y alcanzar otros.
No es pertinente ignorar el crecimiento electoral de la oposición en los últimos años. Esa realidad nos exige impulsar un esfuerzo unitario que nos permita reacumular fuerzas en las diferentes regiones, fortaleciendo la vinculación con los liderazgos locales para construir organizaciones populares que vayan más allá de los partidos políticos. Allí está la verdadera fuerza del chavismo y la raíz del Poder Popular.
Cada candidato debe tener claro que en los tiempos que vienen, las 20 gobernaciones junto a la mayoría de las alcaldías se convierten en una fuerza determinante para articular e impulsar políticas institucionales que garanticen la continuidad y defensa del legado del Comandante Chávez. Se acabaron los tiempos de liderazgos aislados que convirtieron alcaldías y gobernaciones en pequeñas comarcas para proyectos particulares.
El avance de Nicolás Maduro con el “Gobierno de eficiencia en la calle” se convierte en una victoria política que fortalece las posibilidades electorales más allá de las contradicciones y debilidades que ha provocado la oposición con sus planes desestabilizadores que incluyen desabastecimiento artificial y especulación desmedida.
Las elecciones municipales deben convertirse en escenario para el debate sobre la necesidad de construir un nuevo modelo productivo que desde las regiones y/o localidades permita confrontar y desmontar el desvencijado modelo productivo del capital basado en la explotación y acumulación.
Para alcanzar los objetivos más trascendentes de este proceso electoral es necesario asumir la política desde una perspectiva más estratégica, dejar a un lado el sectarismo que solo sirve para demostrar la incapacidad de muchos dirigentes. Es imperativo acabar con ese triste debate que solo da cuenta de descalificaciones, calumnias e infamias entre supuestos camaradas.
Solo, si los dirigentes y candidatos logran interpretar la responsabilidad histórica e implicaciones que tienen estas elecciones de Alcaldes y Concejales, podemos darle el impulso determinante al proyecto Bolivariano. Se requiere un esfuerzo para superar deficiencias ideológicas y políticas que impiden recrear la política desde la calle con la gente, partiendo de sus necesidades y expectativas.
En el estado Bolívar, el panorama electoral luce interesante e incierto porque la oposición no tiene fuerza política organizada y recurre a un liderazgo desgastado, candidatos del pasado para construir posibilidades electorales. El chavismo solo requiere la unidad integral para garantizar una contundente victoria. La dirigencia chavista se entrampó en un debate vacío e intrascendente y no logra entender que la unidad adquiere una dimensión estratégica en este momento histórico. La unidad del chavismo es la victoria del pueblo…