Sin faltarle a Hugo Chávez quisiera quedarme callado. Pero ¿Paso con Lina Ron?
Es suma y extremadamente complicado para este cristiano, llegar a esta nuestra trinchera de lucha en las batallas de las ideas, a plasmar en este escrito, en una fecha tan sentimentalmente nefasta y conmemorativa, como lo es los día 5 de cada mes, y llegar aquí, con las pretensiones de discriminar y/o criticar, a los organizadores de los actos conmemorativos de la sensible y sentida ausencia física de nuestro “Eterno Amado Gigante” HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRIAS, esto, sería como el colmo de la miseria de cualquier CHAVISTA, y la sola insinuación de intensión de hacer algún reproche, ante nuestra cruda y cruel realidad, sería un acto de traición al camarada presidente HUGO CHVEZ, pero como siempre he sido, tal como desde hace 57 años he sido, y desde que tengo uso de razón, luego entonces estimo que no debo tener motivos para no expresar lo que mi corazón siente en este instante.
En ese sentido, y en virtud de no estar dando tanta vuelta, como Sapindáceas en cavidad bucal de ente de la tercera edad, voy a ir directo al grano, y referirme al hecho que me convoca a esta trinchera, y no es más pues, que, la situación que se está presentando en cuanto a los recordatorios conmemorativos, de las figuras emblemática de nuestro Proceso Político de Cambios Profundos, y me refiero específicamente como lo reflejo en el titulo de mi escrito; de la siempre combativa y aguerrida camarada LINA RON…ciertamente no voy a pretender, que se les rindan los mismos honores que a nuestro camarada comandante en jefe HUGO CHÁVEZ, pero hermanos y hermanas, esta camarada, en su momento, llego a comandar a un enorme ejército de descamisados, execrados, abandonados y excluidos, por la cuarta republica, para defender Miraflores y sus alrededores, como en sus mejores momentos lo llego a comandar la mismísima Manuela Sáenz; me perdonan la histórica comparación, pero, como fiel y leal seguidor, de la política aplicada por esta camarada, para defender…no las instalaciones del Palacio de Miraflores…sino mas bien proteger la vida y la integridad física de nuestro eterno amado gigante HUGO CHÁVEZ, por lo que considero, una enorme ingratitud, por parte nuestra, o al menos por los que la apoyamos; aunque sea dedicarles unas líneas conmemorativas, a la par de los actos conmemorativos de Nuestro padre Amado.
“Lina, guerrillera encendida, ella da hasta la vida por la revolución”
Y así murió en su ley, con una profunda LEALTAD y un profundo amor por nuestro “Eterno Amado Gigante”…
CHÁVEZ vive, en la consciencia y en la memoria de todo los pueblos pobres del mundo.
JESÚS CHUA ESPINOZA