En el año 2007 cuando se fundó en Puerto Cabello el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), sus militantes éramos convocados a reunirnos todos los fines de semana.
Lo hacíamos en la calle; en las Plazas, en Canchas Deportivas y en otros sitios públicos. En esas reuniones discutíamos los asuntos políticos del momento y las situaciones que se presentaban en la comunidad. En ese momento teníamos el reto de competir localmente con los simpatizantes de los Salas, también nos enfrentábamos con la postura del General Luis Felipe Acosta Carlez, que se oponía disimuladamente a nuestro líder eterno Comandante Hugo Chávez, a sus ideales bolivarianos y de la unión de toda la izquierda.
La historia se conoce, la posición divisionista del General Acosta Carlez permitió el triunfo de Salas Feo en la gobernación del estado Carabobo, además que por las marramuncias y clientelismo algunos personajes llegaron a las Alcaldías, tanto de la oposición como del chavismo.
Revolucionario y plausible toda el ambiente político que se presentaba: se discutía públicamente entre los militantes, se debatían los problemas y las propuestas, todos nos sentíamos comprometidos a participar y tal como estaba planteada la organización del partido la base (el pueblo) era considerada en la toma de decisiones.
Pero, a tan solo seis años de la fundación del PSUV en Puerto Cabello estas propiedades originales de nuestra organización se han perdido; se regresó tal como funcionaban los partidos del puntofijismo. Un grupúsculo que gira alrededor del Alcalde Rafael LaCava, sacó de las calles al partido y lo encerraron en un local donde solo ellos tienen la llave.
Y por supuesto, este Alcalde pequeño burgués que llegó con los votos del chavismo aspira a la reelección ya que el presidente Chávez, que si conociá su dudoso comportamiento, le quitó sus sueños de ser gobernador del estado Carabobo. Este individuo tiene la misma práctica de los antiguos mandatarios, cree que con “Pan y Circo” el pueblo lo va a apoyar y no se dedica a resolver los problemas fundamentales de la ciudad.
Es necesario volver a la calle, con las mismas particularidades con las que se fundó el PSUV. Mucho de los problemas de la población se ventilarían, se propondría el perfeccionamiento de algunas situaciones y de seguro, se pondría coto a las anormalidades que están presentes tales como la inseguridad y la corrupción.