La política como hecho social, no puede ser considerada de manera apresurada, dado que las cosas cambian según las estrategias y movimientos propios de los seres humanos, dicho de otra manera, cuando los intervinientes de esos hechos están sumidos en la contradicción, es natural que así sea, por tanto y cuanto cualquier consideración sobre la velocidad en la aplicación de tal o cual medida, dependerá en sumo grado de las circunstancias en que se movilicen los actores sociales, llámese gobierno, partidos políticos, movimientos sociales, oposición o cualesquiera que pueda alterar la dinámica que los motiva.
De tal manera que, la teoría, es decir la praxis sobre lo que se debe o no hacer, dependerá siempre de la oportunidad que los hechos permitan y en razón de los intereses de cada agrupación, entidad de poder o la labor opositora. Nadie ha dicho, que la Revolución Bolivariana camino del socialismo está a la vuelta de la esquina, más aún., cuando su construcción es producto de la dialéctica como practica política, ello supone una alta dosis de sindéresis política y comprensión de la realidad interna y externa. A estas alturas del desarrollo del proceso bolivariano, estamos seguros que nadie puede apostar cual es el próximo paso sin haber subsanado asuntos previos, como lo atinente a la creación de conciencia anticapitalista, es sencillo, si no derrotamos la ideología enemiga muy pocas esperanzas existen de construir ese camino, por una razón también muy sencilla, si falla la conciencia la debilidad del compromiso firme y duradero tendrá patas cortas.
En política las aventuras dan perdidas y retrasan o eliminan posibilidades reales, es curioso leer y a veces escuchar a algunos compatriotas auto revestidos de sabiduría revolucionaria, tratar de ilustrar el camino del socialismo que debe emprender desde ahora el camarada presidente Nicolás Maduro, en ello, pareciera que se les fuera el alma en un juego de palabras que al final pasan a formar parte de algún manual de los viejos, del como enfrentar al capitalismo sin disparar un solo tiro, o lo contrario en un proceso eleccionario como superar las dificultades de avance y profundización a través de medidas heroicas carentes de profundidad ideológica y en un estadio de incertidumbre acerca del grado de madurez trascendente en la toma de conciencia, en lo cual, por supuesto se ha avanzado, pero no termina de nacer para asegurar que la revolución en estos instantes la podemos considerar irreversible, no queridos hermanas y hermanos, el pragmatismo en la izquierda siempre ha sido un error, mas aún el inmediatismo y peor el foquismo.
Es por ello, que hago un llamado sincero a deponer actitudes y aptitudes en un momento preelectoral y que las circunstancias políticas avizoran tiempos de preparación para las batallas venideras entre ellas la electoral, la critica siempre es buena, no obstante, hacerla con imposición del tu o yo, debe estar fuera de la conducta revolucionaria, el principal legado del comandante supremo, es habernos dejado a Maduro, allí, para que tomará las riendas, debemos respetar eso, mientras se hagan las cosas, tal cual las está haciendo.
Por lo anterior y otros aspectos a considerar en el futuro, creemos firmemente que la transición no tiene fecha de vencimiento, eso si, debemos trabajarla todos los días hasta que los hechos y la realidad nos vayan indicando el que hacer, primero las ideas y luego la fuerza si es el caso.
