Papel dela clase trabajadora en la redefinición del nuevo Estado social, de justicia y de derecho

El presidente Maduro viene dando pasos acertados en la construcción de la Patria Nueva, nada fácil la tarea de dirigir los destinos de la Patria que heredó del Comandante Infinito Hugo Chávez, con una oposición cada vez más dañina y pervertida, como bien lo señala el Presidente Maduro: "Estamos venciendo mil monstruos, los sabotajes diarios, porque la técnica política de ahora es muy distinta a la que nos aplicaron hace 11 años en el sabotaje petrolero del 2002” (AVN, 09-07-2013); sin duda, que las técnicas conspirativas del oposicionismo apátrida ahora son más refinadas y efectivas, sino cómo explicar los resultados del pasado 14 de abril. Guerra mediática, ya constante por estos más de catorce años de Revolución Bolivariana; guerra económica (especulación, desabastecimiento, dólar paralelo, inflación);  guerra institucional,  mediante el ataque sistemático a los poderes públicos tratando de deslegitimarlos ante la opinión pública; ahora, guerra ética, “si nos acusan de corruptos, como efectivamente somos, pues, ustedes son homofóbicos” y guerra laboral, mediante la huelga universitaria.

  Piano a piano, el Gobierno ha venido derrotando cada una de esas batallas en las que el pueblo ha sido el gran ausente. A diferencia de las batallas que libró nuestro Comandante Infinito Hugo Chávez, en que el Pueblo fue el protagonista de las mismas; en tiempos del Presidente Maduro, ese protagonismo ha sido sustituido por acuerdos cupulares. Así, la guerra económica se atacó reuniéndose con los empresarios, teniendo como punto clave de dicho ataque, la reunión con Lorenzo Mendoza. La guerra mediática, con acuerdo con los dueños de los medios burgueses, la salida de Mario Silva  y posteriormente Alberto Nolia y, en correspondencia, de Leopoldo Castillo, Carla Angola, entre otros, de Globovisión, dan muestra de esos acuerdos. La guerra laboral, se atacó recibiendo a la dirigencia de la Fapuv y de la FCU-UCV, cediendo en algunas de sus peticiones, pese a que, ese conflicto ya estaba en estado terminal. Un hecho importante a resaltar, notable del Gobierno del Presidente Maduro, a diferencia del Gobierno de nuestro Comandante Chávez, es que, al Presidente Maduro se le nota más resuelto a ejecutar acciones contundentes contra los enemigos de la Patria, aplicarles el peso de la Ley, a diferencia de nuestro Comandante Chávez que, hasta una Ley de Amnistía aprobó, perdonando a los criminales del golpe de Estado de abril de 2002. Cero impunidad, pareciera ser la consigna del Presidente Maduro, y eso le gana el apoyo popular mayoritariamente de todo un pueblo, harto de esa minoría que, muy poco le interesa el destino de la Patria de Bolívar y Chávez.

  El Presidente Maduro, en los inicios de su gobierno revolucionario, ha abordado materias de vital importancia para la construcción de la Patria Nueva, el tema de la seguridad, creando la Misión A Toda Vida Venezuela, incomprensiblemente atacada por el oposicionismo, quien durante catorce años estuvo atacando al Gobierno del Presidente Chávez por no encargarse del problema, pese a que eran, precisamente los Estado gobernados por el oposicionismo: Miranda, Zulia, Carabobo, Nueva Esparta y Táchira, quienes lideraban los territorios de mayor inseguridad del país. Con esta Misión, el Presidente Maduro desmonta esa falsa política de la oposición, de abanderarse de la lucha contra la inseguridad; como fariseos de la política quedaron, ya que ahora se dedican es, a atacar las políticas que pretenden dar mayor seguridad a nuestro Pueblo. En mucho, el tema de la seguridad pública está correlacionado con los valores del venezolano/venezolana, Pueblo que, por más de medio siglo fue nutrido por los valores del capitalismo, el individualismo, el consumismo, la envidia por lo que tiene el prójimo, el egoísmo, en fin, inseguridad es sinónimo de capitalismo; ya que empuja a unos a desear las propiedades que el propio sistema les impide acceder. He allí que, el Presidente Maduro, convocara al país a una verdadera cruzada contra la corrupción: “Llamo a una reacción nacional de conciencia. Un país con una moral pública transparente, con un manejo de los Gobiernos locales y regionales es un país que tiene futuro, es un país nuevo y distinto, un país que puede aspirar al desarrollo y a la verdad" (Granma, 16-08-2013).  La batalla contra la corrupción y por una nueva moral y ética política arrancó con buen pie, las venezolanas y venezolanos de bien aplaudimos esa iniciativa y la apoyamos; como era esperable, la única postura distinta, de rechazo a esa política, provendría de filas del oposicionismo apátrida. Acostumbrados como están, a vivir en el estercolero de la corrupción y la riqueza mal habida, esa política gubernamental les tocaba en el punto más sensible de su cuerpo político. Su reacción y rechazo, la defensa intransigente de sus corruptos, les desnuda de cuerpo y alma ante nuestro Pueblo, la corrupción es su forma de ser, como bien los describiría el líder adeco Gonzalo Barrios, en una frase para la historia: “En Venezuela los funcionarios públicos roban porque no tienen motivos para no robar”. Con ello, esa vieja y podrida dirigencia, pretende justificar la corrupción haciéndola ver como un acto propio de nuestra naturaleza humana, hecho que, en su tiempo, desmontó Jean-Jasques Rousseau: “el hombre nace libre y bueno por naturaleza, pero la sociedad lo corrompe y lo esclaviza. En la sociedad primitiva, el salvaje (el hombre) es feliz y libre, pero con la civilización surge la propiedad privada y entonces aparecen las desigualdades y de pérdida de libertad.” (El Antiguo Régimen).

  Cerrando el círculo de la nueva constitucionalidad, apunta ahora el Presidente Maduro hacia el Estado, la construcción del nuevo Estado. “Este sábado, el presidente de la República, Nicolás Maduro, fue enfático al destacar la necesidad de lograr una transformación “activa y profundamente revolucionaria” en las instituciones públicas para lograr la eficiencia del Estado.(…) Como parte de la transformación, el presidente Maduro indicó que en cada ministerio deberá crearse un Consejo del Poder Popular, en el que participen voceros de cada sector social, laboral y productivo. “Vamos a trabajar en el verdadero concepto de Poder Popular. En todos los ministerios debe haber un Consejo de Poder Popular, por ejemplo, de transportistas en el Transporte Terrestre; Consejo del Poder Popular de productores, campesinos y obreros de campo en el Ministerio de Agricultura y Tierras y así en cada ministerio”, explicó. La creación de esos consejos forma parte de la primera fase del plan de reestructuración del Estado, acción que -dijo- “debe ser de base transformadora desde la conciencia y la participación de los trabajadores”. Paralelo al trabajo de revisión y transformación, deberá funcionar un Estado Mayor de seguimiento permanente, encabezado por los ministros, recalcó Maduro” (diosdadocabello.psuv.org, 17-08-2013).

  Reestructuración del Estado burgués  heredado,  que  se ha mantenido incólume a lo largo de estos catorce años de Revolución Bolivariana. Interesante el abordaje de esta problemática, la convocatoria de 200 dirigentes de las y los trabajadores del Estado, funcionarias y funcionarios públicos a conversar con el Jefe del Estado sobre esa temática. Estimamos que, el Presidente Maduro, no limite esa convocatoria a sólo, las y los compañeros del partido, sino que ubique su horizonte más allá de esa perspectiva, en una convocatoria amplia de todas las corrientes del pensamiento en el movimiento de la clase trabajadora pública, no sólo la CBST, sino que se convoque la ÚNETE, FADES, la CGT, CODESA, LA CTV,  algo debe quedar de esa vieja central de trabajadores en extinción, en fin, abrir canales de comunicación con todo el conjunto de la clase trabajadora venezolana, aún, con quienes adversan la Revolución Bolivariana. Demostrar al país, que tan distinto es el nivel de debate que se realiza en el seno de nuestra clase trabajadora. Dejar que la crítica  y autocrítica se conviertan en herramientas de construcción positiva del nuevo Estado, eso reclama nuestro Pueblo a su liderazgo positivo.

  Consideramos que , el Presidente Maduro debe jugársela con su clase, las y los trabajadores de la Patria, como bien solía afirmar nuestro Comandante Infinito: “Yo que soy un soldado trabajador les digo a ustedes sencillamente cuenten conmigo, con este Gobierno como un trabajador más, sigan ustedes forjando la nueva Clase Obrera, yo como dije, me la juego con ustedes, con los trabajadores y trabajadoras, para construir la Patria Socialista, y para ello hay que derrotar el capitalismo y al imperialismo, contribuir a la creación de la Patria grande suramericana, de la Patria grande latinoamericana…” (Hugo Chávez, Teatro Teresa Carreño,  30-04-2010). Confianza en las y los trabajadores, Presidente Maduro, allí tiene usted un bastión de apoyo importante; como se demostró en el conflicto universitario, en que, para la solución del mismo, no se limitó a sus compañeros del partido, agrupados en Fetrauve-Fenastrauv-Fenasinpres, sino consultó más allá de ellos/ellas, y se reunió con líderes de Fetraesuv (en transición a Fetrauniversitarios), escuchando otras opiniones, con sus críticas. El reto planteado, bien lo merece: “Llamo al proceso de formación para un nuevo Estado más eficiente, que atienda al ser humano, que ame al ser humano. Es el amor lo que va a permitir transformar los antivalores de la civilización heredados de la Cuarta República en verdaderos valores humanos, de la nueva civilización” (AVN, 17-08-2013).

  Ya, en la cuarta república, hubo un intento de reforma al Estado, análogo al que el Presidente Maduro nos convoca hoy. En aquellos tiempos, crearon la extinta Comisión para la Reforma del Estado (COPRE). Creada en 1984 por el presidente Jaime Lusinchi, conformada por 35 miembros, de los cuales 18 eran independientes, 9 militantes de AD y 5 de Copei. En el tiempo, en gobierno de Pérez, la COPRE se convertiría en Ministerio de Estado, con lo cual se inicia su proceso de desaparición. Entre tecnócratas y militantes de los viejos partidos se fue esfumando la vida de esa intentona de reformar un Estado que, por su esencia, es irreformable. Nuestro Comandante Infinito, Hugo Chávez, siempre estuvo claro en esa perspectiva, así lo manifestó en su discurso con motivo de la apertura del año judicial 2012: “Como línea fundamental para obtener mayor grado de estabilidad de la República y desarrollo en lo económico, social, humano y ético, el presidente de la República, Hugo Chávez Frías, instó a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) a acelerar la construcción del nuevo Estado social de derecho y de justicia en el país. "Mientras más instalemos ese nuevo Estado social de derecho y de justicia, mayores grados de estabilidad tendrá la República, mayor grado de desarrollo económico, social, humano, moral tendrá la República. Mayor grado de independencia y desarrollo tendrá nuestra patria". (Prensa Latina, 01-02-2013). Y en la construcción de ese nuevo Estado Social, de Derecho y de Justicia, consagrado en nuestra Constitución Bolivariana, podrá contar el Presidente Maduro con las y los trabajadores de la Patria, en las primeras líneas de combate…



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Henry Escalante


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