Con motivo de conmemorarse los 40 años de la caída del gobierno del Presidente chileno Salvador Allende, los venezolanos; especialmente los residenciados en Caracas, realizaron una marcha donde también dijeron “no al fascismo” y sintieron la presencia del Presidente de la República Nicolás Maduro Moros acompañado de invitados especiales de Europa y América Latina.
La movilización, la cual recordó las frecuentes marchas y movilizaciones que se realizaban constantemente con la presencia del Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, fue multitudinaria y asomó el mismo colorido y las manifestaciones de alegría y de música, que siempre acompañan a los venezolanos en estos actos.
Si algo aprendimos los hijos de Bolívar del Comandante Chávez fue a conquistar la calle y a expresar a viva voz, nuestro fervor revolucionario y socialista, en una siembra que llegó para quedarse y sigue reclamando el reto de consolidar la Revolución Bolivariana.
Las expresiones y consignas contra el fascismo, que se anida en nuestro país, no se hicieron esperar y el rechazo a los líderes de la oposición; quienes han escogido el camino del fascismo y lo manifiestan abiertamente, en sus irónicas expresiones y declaraciones a los medios de comunicación, ya no son extrañas.
Su cinismo y caradurísmo, representado en el candidato perdedor Enrique Capriles Radonski y en sus más cercanos acólitos como Julio Borges, Leopoldo López, Ramón Aveledo, Antonio Ledezma, Ismael García, Carlos Ocariz y Tomás Guanipa, entre otros; son una muestra de la más violenta oposición que abraza caminos no muy democráticos y a quienes, el pueblo ya los señala como la negación de la justicia a la cual dicen abrazar.
No pasó desapercibido también en la marcha, el hecho de protestar contra la amenaza de guerra que actualmente mantienen los Estados Unidos contra la República Árabe de Siria, situación que mantiene en expectativa al mundo y que se expresa en una guerra mediática, donde los “perros de la guerra” asoman sus garras y las potencias del mundo, fijan posición ante una campaña de mentiras, la cual repite el guión aplicado por el “gendarme del mundo” en países como Irak, Afganistán, Libia y los Balcanes y ahora, trata de activar en Siria, como señal de mostrar su poderío y su afán por mantenerse como Imperio en el planeta.
Las posiciones fueron muy claras por parte del Presidente Maduro quien aprovechó el momento para declarar a Caracas “como capital de la lucha contra el fascismo y todas sus formas”. Este concepto fue rechazado inmediatamente por los opositores venezolanos, quienes no ocultan sus enseñanzas adquiridas en la organización TFP y en otras organizaciones políticas, las cuales han renunciado a su esencia democrática y muestran descaradamente su tendencia fascista, como en sus recientes reuniones con los hombres de Augusto Pinochet en Chile.
Ante esta situación que ahora se expresa y radicaliza la lucha entre el socialismo y el fascismo, surge el mensaje claro y transparente, legado del Comandante Hugo Chávez Frías, que se concreta en la Revolución Bolivariana.
La V República que surgió bajo las banderas del 4 de febrero y con la llegada del Presidente Chávez al poder en diciembre de 1998, es hora un reto gigante que abraza la lucha por preservar sus postulados explícitos en la Constitución de 1999 bajo un poder constituyente y un espíritu representado en el Poder Popular, único antídoto contra el fascismo que ahora nos amenaza.
Por eso, no resulta extraño el mensaje del Presidente de la República, el hijo de Chávez, Nicolás Maduro Moros, cuando expresó: “Toda contrarrevolución que surge de un proceso genuinamente popular es en esencia fascista, inhumana y asesina”. Por ello debemos defender y cuidar la Revolución Bolivariana porque “el mandado no lo hemos hecho todavía y en Venezuela nunca encontrarán un Pinochet”.¡ Venceremos!