Si existen dos factores fundamentales que han determinado la confrontación social en la larga historia de nuestra humanidad. También pudiéramos decir, de las razones fundamentales que determinan la histórica lucha de clases, está el deseo infinito de los seres humanos de la inmortalidad, o al menos vivir lo máximo posible y esto en las mejores condiciones, es decir con salud. Por otro lado, con el mayor número de conocimiento, con el mayor acceso a la cultura y la ciencia, ya que el conocimiento genera, seguridad, dignidad y por que no decirlo, poder. El sueño del poder individual o colectivo es inherente a la condición humana. Seguramente, los conocedores del tema aportarían varios elementos más que los que cito. No en vano, las revoluciones que se han mantenido y consolidado, han desarrollado diferentes experiencias en el campo económico, social y hasta político. Pero todas coinciden en que la salud y la educación y la cultura son patrimonios de sus Revoluciones. Son intocables.
Voy atreverme a abordar el tema de la salud. Su concepto considero que estuvo magníficamente bien desarrollado por el Camarada y médico, José León Uzcategui en articulo publicado en aporrea. Lo suscribo. Lo que si me parece importante resaltar es que no es lo mismo una política de salud, que una de enfermedad. Este concepto esta maravillosamente diferenciado entre la constitución de 1961 (una política para la enfermedad) donde lo esencial es una política que permita restituir la salud al hombre enfermo. Dado que para el capitalismo el gran negocio es la enfermedad, sus catedrales, los hospitales y los monseñores, los médicos. Por lo tanto desde la formación del equipo de salud, pasando por todas sus filosofías y sus prácticas finales giran en torno a la enfermedad y la constitución de 1999, donde perfila una política para la salud en sus articulos 83,84, 85 y de inclusión de nuestros pueblos originarios en materia de salud, articulo 122, como corresponde a una constitución para nuestro proceso de transformación Bolivariano, Chavista.
Por ejemplo no siempre la formación fue como reza actualmente. Hasta 1910 existían diversas facultades de medicina con fundamentación socio-política, antropológica, bio-médica, etc. Pero fue el acuerdo entre un pedagogo Abraham Fleshner y un viejo Rockefeller, quienes lograron imponer la visión bío-médica, es decir, la formación para el conocimiento fundamental de la enfermedad, ya que esta conllevaba al uso de medicamentos, claro, el gran negocio, por ello, las grandes transnacionales de los medicamentos controlan los organismos internacionales OMS Y OPS. Que visionario el Rockefeller aquel. Bueno ese acuerdo determinó que se cerraran alrededor de 60 facultades de medicina en EUA y unas 30 en Canadá. Aún hoy para muchos revolucionarios no logran concebir otro tipo de formación que no sea la que conocemos en las facultades clásicas, como lo son las de nuestras escuelas de medicina, de las Universidades autónomas. Otro mundo es posible y otra formación del equipo de salud también si queremos que logremos el socialismo en el campo de la salud en nuestro proceso Bolivariano-Chavista.
Así como la formación bio-médica, tambien el hospitalarismo, el medicalismo y el asistencialismo forman parte de la vieja concepción capitalista, reaccionaria de las políticas de salud. No hay nada que se parezca más a un hospital, que una clínica privada, a no ser la exclusión social de la segunda.
Es perfectamente comprensible que la inmensa mayoría de los miembros del equipo de talentos humanos de salud les cueste entender la diferencia entre una política de salud y una de enfermedad, porque la formación que todos hemos recibido ha sido bio-médica, incluso los más recontrarevolucionarios. Por otra parte, no comprender lo que significa atención primaria integral y la existencia de tres niveles de atención, no va a permitir nunca resolver el problema crónico hospitalario. Mientras un hospital deba resolver los tres niveles de atención, no hay suficiente dinero para mantener su funcionamiento exitoso en el tiempo. Por ello, los que produjeron el cambio estructural, revolucionario en salud en esta Venezuela Bolivariana, no fuimos ninguno de los facultos super revolucionarios del equipo de salud, sino, fueron nuestro comandante eterno, Hugo Chavez y nuestro amado comandante Fidel Castro, quienes desarrollan el plan Barrio Adentro, con su primer nivel de atención, los consultorios populares, el segundo nivel de atención, que comenzó por las clínicas populares, pero, miserablemente saboteado por el el segurismo, y luego, afortunadamente, los CDI y CRI. Un tercer nivel correspondía a los hospitales del pueblo. Proyecto que murió al nacer, no llegó ni a la Navidad del 2004. Otro nivel pudiera considerarse los hospitales hiper especializados, como el cardiológico infantil.
Otro problema que siempre señalamos desde los tiempos de la cuarta república es el relativo a la creación de un sistema nacional de salud. Que incluye el sector público, naturalmente, pero también el sector privado. Con una rectoría, el ministerio de salud. Por supuesto que esto pasa por la unificación de todos y cada uno de los dispensadores de salud existentes en el País, sin excepción. El fraccionamiento existente hoy conspira contra el éxito de la salud pública. Debe existir un solo empleador nacional, una sola nómina, un solo criterio salarial, un solo sindicato y un solo registro de estadística vital, que incluya toda la información del sector privado. No se puede planificar en salud si se carece de toda la información de la morbi-mortalidad y situacional de la población.
Naturalmente que otro serio problema lo constituye la ausencia de una ley orgánica que responda a una política de salud del actual gobierno Chavista del Presidente Nicolas Maduro. Una ley breve, no una camisa de fuerza para la acción política en salud. Algo pudiesemos tomar de aquella ley aprovada por el viejo congreso en julio de 1987 y engavetada por el presidente Jaime Lusinchi, la Ley del servicio público único de salud.
Una consideración no menos importante es la que tiene que ver con la formación política de todo el talento humano que integra el equipo de salud. Debe existir un convencimiento general de la política de salud Revolucionaria, incluyente, solidaria, que erradique la enfermedad como paradigma.
Cuando vi el nombramiento del comando nacional de la…..enfermedad, y vi quienes formaban parte del estado mayor, recordé vagamente una frase, busqué el libro de Lenin y la encontré: “ ..la lucha contra el imperialismo es una frase vacía y falsa si no va ligada indisolublemente a la lucha contra el oportunismo”. Y es que pienso que parte del retroceso al impulso revolucionario que le imprimieron a la salud a la Venezuela Bolivariana nuestros comandantes Chavez y Fidel, estan ahí, en ese estado mayor. Las políticas propuestas son de corte hospitalarista, asistencialista, corto plasistas. Pareciera una reedición del plan Bolivar 2.000. Genial en su momento. Pero más de lo mismo hoy.
Como decía inicialmente, la salud es uno de los pilares fundamentales de la lucha de clases. Es obvio que no puede ser construida por quienes carecen de la condición existencial revolucionaria. Los Chavistas esperamos por una política de salud Revolucionaria, por una erradicación total de los hcm en la estructura del estado Venezolano, por un servicio público, único de salud, por una Ley orgánica de salud, por una política soberana en materia de medicamentos, materiales esenciales médico-quirurgicos, en la fabricación de fluidos isotónicos, en fin, naturalmente, una política de salud que garantice la seguridad Nacional. Permitanme finalizar con una consigna de nuestra extinta CONAMEV: SIN SALUD NO HAY REVOLUCION.
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