Quienes me conocen y siguen mis escritos saben que no acostumbro a perder mi tiempo y esfuerzo para responder las bajezas de la canalla. Prefiero no personalizar la batalla política en mis artículos, aunque en ocasiones me siento obligado a romper con mis preferencias. Por el contrario, distingo en escribir sobre los temas políticos más importantes que se suscitan en el orden internacional, nacional y los ideológicos porque creo de ésta forma contribuyo mejor a la formación de la consciencia crítica de nuestro pueblo y en alertarlo contra las pretensiones de agresión imperialista y sus lacayos que buscan desestabilizar al país para destruir la Revolución Bolivariana. Pero cuando la miseria humana y la traición de algunos bandidos esperan imponerse para hacer leña del buen árbol que desean derribar, entonces creo conveniente escribir algunas líneas de forma que sirva como ejemplo para develar a los infiltrados y mostrar las desviaciones internas que también enfrentamos. Espero sepan disculparme mis lectores que seguramente esperaban de mi profundizar en el análisis sobre la agresión que sufre hoy el pueblo sirio. Prometo abordar ese tema en mi próximo escrito.
Quienes militamos con la Revolución Bolivariana muchas veces nos hemos topado con la miseria humana encarnada en algunas individualidades que se disfrazan de “revolucionarios” para ocultarnos mejor su vulgar oportunismo, la envidia y traición con la descalificación, el chisme y la cizaña. Estos personajes manifiestan las mismas conductas del degenerado político burgués; la escoria de la ideología burguesa. Pues, nos enfrentamos a la miseria humana en todos los frentes, y dentro de la revolución es donde más hacen mayor daño.
Hemos visto manifestarse la miseria humana muy recientemente en la selección de los candidatos a las Alcaldías para la venidera campaña electoral del 8 de diciembre. Hoy vuelve aparecer para intentar desprestigiar al buen Camarada y Profesor Universitario Reinaldo Bolívar quien, como es notorio, cumple una importante y reconocida labor al frente del despacho del Viceministerio para África.
La indignación que me producen todas las mentiras y los resentimientos transcritos por quienes creen tener la "oportunidad” para agredir al amigo y camarada Reinaldo Bolívar, es lo que me lleva a escribir estas líneas de desagravio. El último de una serie de artículos escritos y publicados en la Web de los combativos amigos de Aporrea.org, que prefiero no mencionar, fue la gota que derramó mi indignación. Esta vez aparece escrito por un triste y desconocido personaje de una jauría que pretende jugar a la política bajo el estúpido e infantil recurso del desprestigio, que termina revelando al verdadero aprendiz de Globovisión manipulando la información para servir a los propósitos rastreros de su grupo. Por ello no citaré tampoco ninguna de sus falsedades puesto que caen por su propio peso. Iré directo al punto.
Nuestro camarada y viceministro para África Prof. Reinaldo Bolívar ha sido objeto de una campaña enfermiza de descrédito y difamación por parte de los oportunistas de siempre; los intrigantes y envidiosos enanos quienes, ante su incapacidad y fracaso en las arenas políticas e intelectuales, recurren a la mentira –método muy bien aprendido de la derecha- para intentar destruirlo moralmente y alcanzar lo buscado.
Sabemos quines son y que persiguen estos oportunistas. Deberían sentir un poco de pena por lo que hacen. Creen que agrediendo a Reinaldo Bolívar podrán tener nuevas posibilidades para ocupar cargos diplomáticos o de gobierno. ¡Están equivocados!
Conocí al camarada Reinaldo Bolívar mucho antes de trabajar en su despacho. Modestia aparte, debo reconocer que sólo personas comprometidas con la política exterior del gobierno revolucionario trabajan a su lado. Reinado Bolívar no necesita de nadie quién lo defienda. Su moral es inmensa y su trabajo al frente de aquel despacho fue varias reconocido por el mismo Comandante eterno Hugo Chávez y por el Canciller y ahora Presidente Nicolás Maduro
Desde su designación al frente del Viceministro para África en el año 2005, las relaciones entre Venezuela y cada uno de los países de aquel explotado Continente han experimentado un salto cualitativo nunca antes visto, y mucho menos imaginado. Reinaldo supo hacer suyas y llevar a la realidad todas las orientaciones diseñadas por el Comandante Chávez. Gracias a su labor, la República Bolivariana de Venezuela ha logrado establecer relaciones diplomáticas con los 55 países africanos con 18 embajadores comprometidos que cubren las concurrencias de todos aquellos países. También tendríamos que añadir los sinnúmeros de acuerdos y proyectos firmados, y que están en marcha con los Estados africanos más importantes en cuanto a su liderazgo regional y las posibilidades para la cooperación mutua. Ha cumplido la misión que le corresponde en el Foro ASA, y fue felicitado públicamente por la organización de la II Cumbre América del Sur África. Amen de las múltiples actividades en pro de la africanidad que ha organizado en Venezuela.
Nuestros dignos embajadores no van al África sólo para contemplar la miseria o sus grandes logros que, en muchos casos, es muy superior al de los países del centro capitalista. Por el contrario, ellos van a representar a nuestro país y a estudiar las posibilidades para integrarnos de forma política, cultural, social y económica con aquellos Estados y gobiernos. Algunos de ellos han experimentado situaciones de guerra, y se han mantenido firmes y valientes en sus respectivos países. El ejemplo dado por nuestro embajador en Libia, Afif Tajeldine, es representativo. Ni siquiera la malaria que ha atacado a varios de ellos, lo ha hecho desistir de su misión Patria.
Señores, para poder ser embajador de la República Bolivariana de Venezuela en África, primero deben poseer moral, ética y principios revolucionarios, capacidad intelectual, profesional y política. De lo contrario, “no se vistan que no van”.
Reclamo respeto para al camarada Reinaldo Bolívar y para la exitosa política exterior de Venezuela para África.
