Creyendo tener la razón, me encontré conmigo mismo (Al Banco Bicentenario)

Y volver, y regresar una vez más a nuestra trinchera de lucha en la batalla de las ideas, para dejar plasmado un pensamiento, un criterio, un consejo incluso hasta un ideas y valga la redundancia, en virtud de la exposición de motivos, de este escrito; ciertamente reviste una inusitada controversia conceptual, ya que si venimos a esta trinchera, a explanar nuestros pareceres, es lógicamente entendible, que exprese lo que se quiera, lógicamente con las limitaciones que las leyes actuales vigentes establecen. Por otra parte y; aunque muy poco soy dado a estar ofreciendo disculpas y mucho menos estar solicitando clemencia, porque como dicen por ahí verdugo no pide ni da clemencia; no obstante debo continuar la ponencia de este escrito, expresando mi DISCULPA PUBLICA al camarada CLAUDIO DOMINGUEZ de 73 años de edad, al cual en días pasados  ataque indiscriminadamente por este medio, creyendo que era otras persona del mismo nombre, y que en su momento, me hizo creer que los escritos del primero, le pertenecían al segundón, en fin, aunque el daño ya está hecho, y que después de ojo sacado no vale santa lucia, pido MIL DISCULPAS al camarada CLAUDIO DOMINGUEZ, de 73 años de edad y habitante de Anzoátegui.  

Ahora bien, una vez de haber cumplido con este compromiso, me remito al hecho que me convoco a esta nuestra trinchera de lucha, y es que, debo convocarme a este foro abierto como lo es aporrea.oeg, tan solo con la finalidad de poder expresar las cosas que al parecer, todo el mundo sabe pero nadie las quiere decir, tal y como en la realidad se manifiesta, como por ejemplo, el caso del camarada José Rosario Araujo, quien, en un artículo de opinión titulado “¡Que paso con los Bancos del Gobierno?” publicado en este medio de comunicación alternativo…me refiero a aporrea.org, no dice lo siguiente:

“Cada vez que llego a una agencia de cualquier banco sea Banco de Venezuela, Banco Bicentenario, o Banco del Pueblo Soberano veo una gran problemática que se repiten cada vez que uno tiene, la desgracia de llegar a una de sus sucursales”

Este camarada José Rosario  Araujo, está manifestando una realidad tan grande como las puestas de una catedral; pero yo, el grandísimo Malparido “Negro Chua”, lanza un poco mas allá de esta realidad que nos describe el camarada José Rosario, en tal sentido. Pregunto:

¿Quién coño se acuerda de este eslogan “Venezuela tuya”?

¿Se acuerdan de la cancioncita aquella del “turururuc túc turuuuc” dejate llevar por la fantasía de vivir?

Eran aquellos tiempos del ´ta barato dame dos”, o mejor expresado, de los tiempos en que se pretendía desmontar el aparataje y estructura del estado, para vender a Venezuela a precio de gallina flaca al gobierno de la casa blanca.

Hoy en día debemos ver con estupor y asquerosidad…y por mí que se arreche quien sea…como por nuestros medio de comunicación públicos, no están transmitiendo unas groserías de propagandas de nuestras entidades Financieras entre otras, en donde se nos está llevando a pensar y soñar en esa Venezuela, a la cual nos resistimos a volver, esa Venezuela, donde la discriminación la pintaban de excelencia, a esa Venezuela en la que nuestros padre, hermano, familiares y amigos, perecieron por la represión de una conducción política que mal entendió, las políticas sociales a aplicar en su momento, para mejorar la calidad de vida y el bienestar de un pueblo, que se volcó a las calles el 23 de enero de 1958, para derrocar a un supuesto gobierno dictatorial, a esa Venezuela en donde la desaparición forzada o forzosa, y el terrorismo de estado se convirtió en el bastión de honor de los traidores del pueblo del 23 de enero del 58, para poder implantar su hegemónica cuarta republica  con su pacto de Punto Fijo…

Si nadie quiere creer, solo observen la propaganda tan descaradamente grosera en cuanto a lo racista, del banco Bicentenario

Es decir, algunas cosas están funcionando muy mal en algunas instituciones del Estado, pero, nos la quieren hacer ver como que si la vaina están bien, con una inusitada y marcada  visión Petkofriana del “Estamos mal, pero vamos bien”…no me jodan pues…claro está, a todas estas, yo creía tener la razón, pero de pronto me encontré conmigo mismo, es decir, mi propio yo, y la verdad es que no supe cuando perdí el tino de la conversación. Porque solo yo veo las cosas de las que hablo…

CHAVEZ vive, en la consciencia y en la memoria de todos  los pueblos pobres del mundo…



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Jesús Chua Espinoza


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