Un ojo se posó sobre el soldado de sonrisa llana, de efusivo trato, de palabra compromisaria. Los cielos lo hicieron suyos, todo se hizo para tallarlo, pero su Voz era libre, tan libre como su mirada, tan bella como su infantil sonrisa. Fue un conquistador, no menos que Bolivar, la historia se hace cargo de elevarlo, sus altares son eternos, nos miran sus obras por milenios, a ellos le debemos que ya no estemos durmiendo.
Se equivocan los que creen que callarán la Voz del soldado, aparece siempre como un relámpago, como las aves como los ríos, tendrán que arrebatarles el cielo para que no continuen su vuelo, tendran que desaparecer las montanas para que no corran sus aguas. Tendremos que vivir sin corazón para que jamas ni nunca lo escuchemos, esta presente en nuestros suenos, en nuestras lagrimas, si es la voz del soldado, del cantor apasionado.
Sediento de amor aun esta su alma, pero su Voz sigue dando forma a nuestras luchas, es perfecta la Voz del soldado, libertador que nada tiene que envidiarle a otros libertadores. Sonido sagrado como el silencio de las cordilleras, como el verbo de las noches, como la palabra de los dias.
Es libre la Voz del soldado, aun lo escucho en la soledad, ausente de acentos, sin sinfonias ni aplausos, solo con mi conciencia, sigo escuchando la fuerza de su verbo, en la infinitud de mis latidos, en el vacio, en la nada, hay se revela la Voz libre libertadora y amadora del soldado.
Serena recorre su Patria amada, la Voz dulce del soldado.
Fue traicionado, El lo sabía, sabía su destino, su Voz se lo revelo.
Pudieron con su cuerpo, pero jamas con su Voz, me llena el corazon la Voz libertaria ingenua y libre del soldado.
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