Alquimia política

Los conflictos académicos

Toda moda en Gerencia viene impregnada de un sentido de resolución de conflictos; surge por esa necesidad y en razón de esa necesidad se sostiene en el tiempo, según la eficiencia que dicha moda muestre a las organizaciones donde se aplican. Lo mismo sucedió con el Balanced Scorecard (de aquí en adelante se utilizará Balanced Scorecard, Balance Categórico de Conflicto y Cuadro de Mando Integral, como sinónimos de la estrategia gerencial creada por Kaplan y Norton, en 1992), o como ha sido traducido en español, “Cuadro de Mando Integral” (CMI). Esta moda gerencial fue presentada en el número de enero/febrero de 1992, en la revista “Harvard Business Review”, fundamentada en la aplicación de ese modelo de diagnóstico denominado CMI, a una empresa de semiconductores; se planteó que el CMI, constituía un sistema de administración o sistema administrativo, entiéndase “management system”, que va más allá de la perspectiva financiera de una organización. En tal sentido, los gerentes acostumbrados a evaluar la marcha de una empresa solamente desde su perspectiva financiera o de rentabilidad, se encontraron con la innovación de que había necesidad de considerar otras categorías gerenciales y extender esa visión hacia el comportamiento organizacional.

En este sentido el CMI (o Balanced scorecard), vino a ocupar un espacio de técnica e indagación gerencial, cuyo método para medir las actividades de una organización en términos de su visión y estrategia proporcionaba a los gerentes una mirada global del desempeño de la organización en la prestación de su bien o servicio. El CMI, tomó así cuerpo de herramienta de administración y evaluación, del desempeño, valiéndose de los indicadores financieros, clave tradicional del estudio gerencial de las organizaciones, pero agregando interés en el contexto organizacional, destacando el ambiente de producción y el clima organizacional cada vez más complejo, donde los activos y las relaciones cobran cada día más importancia. Kaplan y Norton, dieron cuerpo a un sistema gerencial que vincula el logro de las metas estratégicas a largo plazo con las operaciones diarias de una organización. Sus últimos avances al respecto se han denominado la organización enfocada en la estrategia.

La percepción gerencial de Kaplan y Norton, es de un sistema que combina medidas tradicionales financieras (basadas en el desempeño pasado), con factores no financieros, diseñados para generar acción gerencial en la organizaciones modernas; los autores muestran como usar medidas en cuatro categorías: desempeño financiero, conocimiento de los clientes (usuario), procesos internos de negocio y aprendizaje/crecimiento; orientando las acciones gerenciales de la organización hacia la alienación de las iniciativas individuales, organizacionales y multi-departamentales, para identificar nuevos procesos que cumplan los objetivos creando valor y fortaleciendo la figura del factor humano en la organización.

El CMI, funciona como herramienta de diagnóstico del comportamiento de la organización y de situaciones puntuales como desempeño, clima organizacional, entre otros. En el plano de las organizaciones educativas de educación superior, hay conflictos como en cualquier tipo de organización, pero si hay una categoría poco delineada es la correspondiente a los conflictos académicos. Por esta razón, uno de los principales objetivos de esta investigación es interpretar los elementos que caracterizan los conflictos académicos, si fuera posible, proponer un nuevo mapa lógico-racional que contextualice el modo en que se presenta el conflicto académico y las estrategias más expeditas para su resolución dentro de los parámetros reglamentarios y humanos de las instituciones de educación superior.

Los conflictos académicos, tomando ideas de Ribeiro, son situaciones en las cuales las que personas, o grupos de personas, no llegan a un acuerdo común que beneficie a ambas partes, de forma equitativa, y en lo concerniente a tres temas en específico: axiológico, epistemológico y ontológico. El conflicto de carácter académico está caracterizado por surgir de la motivación de los valores conque confronto la realidad, que para todos no son los mismos; de la postura metodológica que delinea el paradigma desde donde cada ser humano centra su atención sobre la realidad; y las características que como persona describen a cada ser humano, esos hábitos que le hacen capturar la realidad desde planos diversos y heterogéneos. No deja de ser un problema que ocurre frecuentemente en la sociedad del conocimiento (se le atribuye este calificativo a la comunidad universitaria, aunque su dimensión es más amplia), las posturas individualistas o personales de los investigadores y académicos; posturas ególatras que tienden a radicalizar los conflictos cuando se presentan.

Los conflictos académicos son los que impiden el normal desarrollo de una línea de investigación, de un Seminario o Curso avanzado de estudio, entre otros; derivando en consecuencias que distorsionan el sentido humanista y de asistencia técnica que debe tener la institución universitaria. Estos conflictos presentan, en el tenor de tres contextos: en lo axiológico, cuando un académico o grupo de académicos no coinciden en los criterios de valor de su ejercicio investigativo, de docencia y extensión; en lo ontológico, cuando las posturas de los investigadores o grupos de investigación son disímiles y contradictorias; y en lo epistemológico, cuando el criterio de acercamiento a la verdad va precedido de un esquema de ideas y métodos que son contrarios a los fundamentos establecidos como regla o como normativa, para enfocar una investigación o trabajo científico.

En una palabra, lo que debe prevaler es el criterio de verdad, no el de paradigma o enfoque epistémico alguno; una vez establecido ese criterio de verdad, si es necesario delinear la postura metodológica, pero ésta se ciñe a ese criterio originario, no a la inversa: no debe estar supeditada la necesidad de indagar (la heurística) al método. Y el criterio de verdad es la necesidad de búsqueda, de descubrimiento.


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Ramón Eduardo Azocar Añez

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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