Hay tanta echonería en el oposicionismo porque el gobernador ausente y que va a una audiencia con el Papa, y tanto mal manejo de la información, en franco irrespeto a sus seguidores, que estos hasta piensan que el ex candidato se va a encontrar en una cumbre con el Jefe de Estado del Vaticano.
Hay audiencia de audiencias. En primer lugar, la da la persona residente, el anfitrión, el jefe de casa.
En el caso de Jefes de estado son entre ellos, una bilateral como gustan decir los diplomáticos, un tu y yo.
El Presidente Maduro, por ejemplo fue recibido en una audiencia bilateral como Jefe de Estado por el Papa Francisco, en su calidad de homologo. Fue en la oficina Papal, con todo el protocolo de Estado que ello amerita cuando se trata de recibimiento de un mandatario nacional por otro. Allí conversan e intercambia mensajes de interés nacional.
Pero hay otros tipos de reuniones que realiza el Papa los días miércoles para dirigirse a la feligresía. Lo hace en su condición de máximo representante de la iglesia católica. Son las llamadas audiencias generales que tienen un carácter religioso, como el que va a una misa.
A ellas cualquier persona puede asistir, siempre y cuando cuente con un billete o ticket de entrada. Son las grandes concentraciones que se realizan en la espectacular Plaza San Pedro a las 10:00 de la mañana, salvo que las condiciones atmosféricas no sean ideales. Es decir, que llueva, o sea época de invierno. En ese caso, se efectúan en la llamada Aula Pablo VI o Nervi un monumental auditorio, iluminado con paneles solares, con capacidad para unos doce mil peregrinos, fieles o turistas. Si 12.000, como si fuera el Poliedro de Caracas. A esta reunión, o audiencia, es a la que asistiría el ex candidato amarillo, si consigue una entrada. La cual puede gestionar hasta en una agencia de viajes, siempre y cuando le compre a ella el paquete.
¿Será que el ex candidato hablará con el Papa?
Seguramente no. Si tiene suerte y un buen amigo cura que trabaje en el Vaticano, podrá ubicarse en las primeras fila y lograr darle la mano al Pontífice para que le tomen una buena foto. Con el apuro de pronto alcanza a decir “Soy fulanito de Venezuela, écheme la …” Y el Papa proseguirá hacia su sillón. Pero el ex tendrá ocasión de hablar más adelante, ya verán cómo.
Porque la rutina es siempre igual. El Papa llega y se pasea por algunos momentos entre la multitud, si es en la plaza va bordo del Papamóvil antes de dirigirse a los escalones de la Basílica de San Pedro, donde permanecerá por todo el evento. Si es en el Aula Pablo VI, recorrerá el pasillo central, debidamente custodiado y se dirigirá entre aplausos o entre reverencias a la tarima central.
Francisco se sentará en un trono y desde ahí será testigo de los actos de audiencia. Las modernas cámaras de televisión no dejaran de enfócalo para que los fieles lo vean en pantallas gigantes. De vez en cuando, se ponchará la imagen de algunos feligreses, sea por su actitud, vestidos o llamativas bandera. Si el ex candidato se pone un atuendo bien diferente, de pronto hasta logra una milésima de segundo de cámara. No más de eso.
En la llamada audiencia general, un grupo de cardenales dan pequeñas enseñanzas y lecturas en italiano, en inglés, francés, español, alemán, polaco, portugués y en ocasiones otros idiomas de acuerdo al origen de algunos de los grupos que asisten. Una vez terminado esta parte, Francisco hará un breve mensaje, similar a una homilía, en la cual saludará y expresara sus votos por la paz mundial o de algún país en particular.
Luego viene el momento en el cual el público puede hablar. Es el instante que debe aprovechar el gobernador ausente. Si. Atentos a cómo debe hacerlo.
Al final del acto, el Papa rezará el Padre Nuestro en latín, e invitará a todos los asistentes a acompañarlo en esa lengua. Si el ex candidato y violento agitador no sabe la oración en ese idioma, no debe preocuparse, está escrita normalmente en la parte trasera del billete de acceso a la audiencia que le dieron en la agencia de viaje. Así que no pierda esa entrada y practique para que pueda rezar en alta voz. De pronto el Papa lo escucha. Habrá cumplido su deseo de hablar, más bien de orar con Papa junto a otras doce mil personas.
Esa es la audiencia que puede tener el mencionado con el Papa. La general o pública. ¿Por qué engañan? Voy que corto