Después de escuchar y analizar el indiscutible buen discurso dado por Diosdado Cabello, en Guanare, estado Portuguesa, como orador de orden en un acto político-religioso programado por autoridades portugueseñas, saco dos conclusiones. Por una parte, que Diosdado, si fue Él quien lo elaboró por conocimiento propio, es un hombre con una capacidad histórica e ideológica, que perfectamente ayudará a garantizar la continuidad de la revolución bolivariana-chavista que acompañamos.
Sin embargo, por la otra, creo que en algunos e importantes aspectos del discurso, el Primer Vicepresidente del PSUV., pecó de sectarismo cuando se refirió a la mal llamada falta de lealtad, tratando de manipular esa parte importante que el Comandante Chávez diseñara como tácticas para avanzar y consolidar el proceso revolucionario, sobre todo las definiciones anunciadas el 08 de diciembre 2012, al llamarnos a la unidad, lucha, batalla y victoria. En esta situación solo se tocó de manera sesgada la primera parte de lo indicado por Líder Eterno, por cuanto, como lo vienen haciendo otros miembros de la Dirección Nacional, cada vez que hablan del tema, no solo que obvian las palabras, si no que esconden los gestos, clamor y casi con angustia, con que el Presidente Hugo Chávez, nos habló de la unidad, ya que Él nos advirtió claramente que la unidad debía ser de los Patriotas, Revolucionarios, en fin, los que sentimos la Patria desde las vísceras.
Entonces, amigo Diosdado, acaso Ud. cree que todo lo que el Partido ha definido y sobre todo ha ejecutado en materia política, se trata de puros aciertos, o es que Ud. no se acuerda que el Comandante Chávez, también se refirió a los errores y vicios cometidos; tome como ejemplo la advertencia recogida en las 5 Líneas Estratégicas para la Acción Política del año 2011, referida a la necesidad de convertir la maquinaria electoral en un instrumento para la agitación al servicio de las lucha del pueblo, debiendo pasar por encima de la imposición de la lógica de esa misma maquinaria, para que pudiera democratizarse radicalmente la sociedad. De igual nos planteo el Supremo Comandante, la necesidad de reconocer las aspiraciones de la militancia en lograr la democracia interna, cuando en la Dirección Nacional hacen todo lo contrario, pues, no consiguen otra manera de escoger candidatos que no sea la cooptación, pero peor aún, como está más que demostrado, la gran mayoría de esas escogencias corresponden a personas cuestionadas por el ejercicio de gestión en gobierno o del mismo partido.
Por último, déjeme decirle que no siga cometiendo el error de pretender descalificar a quienes, habiendo sido militantes definimos candidaturas no acatando la línea del PSUV, porque, al menos en mi caso, que inscribí mi nombre en la tarjeta del P.R.T. para ser concejal nominal por la parroquia Rafael Urdaneta, Valencia, lo hago a sabiendas de que hace falta voluntad y definición políticas para romper con la perversa lógica del grupalismo pragmático en la imposición de candidatos por repartos de cuotas, pues, asumiendo mi responsabilidad lo digo, en Valencia, existe un descontento que podría ser muy perjudicial, sin embargo, con las candidaturas sin el PSUV, se presentan como alternativas positivas, al recogerse manifestaciones de respaldo con un silencio prudente y optimista a nuestro favor, que a la larga, aunque Ud. y demás autoridades del Partido no lo crea y lo ataquen, es alentador para buena parte de la militancia psuvista y chavista en general que lo hará asistir a las mesas electorales el 08/D.
Gustavo Vásquez