Dicen los médicos que reprimir enferma.
Se refieren a reprimir los sentimientos, en especial las angustias, que provocan los miedos, los odios, eso es lo que produce en el cuerpo y en el espíritu, la enfermedad.
Por eso, cuando estallan los sentimientos reprimidos, se producen los excesos. Que van, desde las risas y el llanto nervioso, hasta la agresión física y el crimen.
Lo de DAKA es un estallido.
Estallido de la angustia del Gobierno Bolivariano, frente a la agresión económicay financiera permanente, de la oligarquía parasita venezolana, y de la propia impotencia frente a esa agresión.
Lo razonable desde el punto de vista político, es planificar las acciones, no estallar.
Curiosamente la RevoluciónBolivariana, tiene las condiciones económico-financieras, ideales en este momento histórico, para planificar serenamente, la marcha económica de Venezuela.
Lo que indudablemente no tiene serenidad, es el interno político del Gobierno Bolivariano.
Veamos: Si partimos del hecho, que la Revolución Bolivariana soñada por Chávez, tiene por objetivo central, la marcha al socialismo del siglo 21, para darle al pueblo todo de Venezuela, encabezado como es lógico, por su mayoritaria clase trabajadora , igualdad social y económica, con todos los beneficios, que esa igualdad confiere en materia de salud, vivienda, educación etc.
Si se parte de ese objetivo, no hay que ser un genio político, para entender,que el desarrollo y el aprovechamiento del trabajo y la producción, que son la base dela economía material, así como el uso de lo producido, por dicho trabajo y producción, deben tener el mismo carácter igualitario, que el objetivo socialista central, de la justa repartición de la riqueza.
En ese caso el hecho de entregar las divisas, producto del trabajo y producción del pueblo mayoritario, a un pequeño sector de oligarcas parasitarios,con excusas insostenibles, restándolas al manejo y uso propio fundamental, para las necesidades primarias de la mayoría, constituye una flagranteviolación al principio socialista de igualdad económica y social.
Y digo “excusas insostenibles”, pues se entregan miles de millones de dólares, para importar producción extranjera, entre la que se cuela en gran medida, la de productos de lujo superfluos, para las capasmás adineradas, con la excusa que también importaran alimentos y productos de consumo masivo.
Insisto, como otras tantas voces en Aporrea, desde hace tiempo, que nada impide que esa importación de productos fundamentales, la realice el gobierno directamente, a través de un Ente Importador Exportador Central, sin intervención ninguna de comerciantes privados .
Tampoco se necesita, un nuevo organismo burocrático,que controle eluso de divisas por los privados, lo que se necesita, es que las divisas solo las disponga y maneje el Estado Comunitario, paralas necesidades delpueblo Venezolano en su conjunto, y no la oligarquía especuladora y ladrona.
Así de sencillo, seterminan las evasiones de divisas, los engaños en las declaraciones, la sobre y la sub facturación aduanera,la escases artificial de productos de primera necesidad, la especulación delas divisas, la inflación inventada.
Y si alguien insiste en jugar con el Dólar paralelo, alláél y la montaña bolívares, que le van a costar tomarse un Whisky escoces.
Por otra parte el resultado a la vista, del método empleado por el Gobierno hasta ahora, es
DAKA y las demás firmas de la oligarquía, que se burlan y se enriquecen, a costa del pueblo venezolano.
No se entiende, porque no se puede importar y exportar, que insisto esunjuego de niños, que no tiene complejidad alguna y solo se necesita dinero, divisa y eso lo tiene suficientementeel
Estado Bolivariano, no los oligarcas ladrones.
Ahora bien. Permítanme sospechar, que si hay algo que detiene, el paso tan simple y lógico, que debe adoptar en materia del Uso de Divisas la RevoluciónBolivariana, es que en su interior hay algunos funcionarios, que evidentemente necesitan de la “excusa insostenible”, para enriquecerse privadamente, con el manejo de las divisas.
Funcionarios que seguramente no son muchos, pero son lo suficientemente importantes, como para sostener la confusión en el empleo de las divisas, necesaria para utilizar esa confusión, como una máscara.
Mascara que representa el uso de las divisas por los oligarcas, sin la cual quedarían rápidamente al descubierto.
Afectuosamente
Hersh Zakheim