Vivimos tiempos de cambios en Venezuela y el mundo económico y, en especial el monetario, no podía ser la excepción, por ello, abordaré en este artículo, lo relacionado con el uso de las Reservas Excedentarias (RE) y el controvertido tema de la creación del Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN) para financiara inversiones económicas y sociales que permitan hacer realidad-por primera vez- la metáfora de sembrar el petróleo, que tantas veces se ha repetido y que tan poco caso hemos hecho.
Las reservas internacionales o reservas monetarias han sido definidas como las “niñas consentidas” de las finanzas de cualquier nación, por cuanto son los recursos financieros en divisas con los cuales cuenta un país “para garantizar los pagos de los bienes que importa y el servicio de la deuda, así como para estabilizar la moneda”, además de garantizar la solidez del signo monetario, en nuestro caso, el bolívar.
En Venezuela, las reservas son administradas por el Banco Central de Venezuela (BCV) y provienen fundamentalmente de las exportaciones que realiza Petróleos de Venezuela (PDVSA). Las mismas están dividas en operativas, correspondiente al dinero del cual se puede hacer uso de manera casi inmediata, representadas en su gran mayoría en dólares y no operativas, los depósitos en oro, mayoritariamente.
Hasta ahora, estas reservas habían sido manejadas con un celo virginal. Intocables. Sin embargo, cuando las mismas rompieron el récord histórico de los 23 mil millones de dólares en el 2004, el Presidente Chávez planteó la necesidad de utilizar estos excedentes para financiar proyectos agrícolas que le permitieran al país pasar de agroexportador a agroproductor en la búsqueda de un desarrollo sustentable y equilibrado, tal cual lo plantea la Constitución Bolivariana y el Nuevo Mapa Estratégico. El llamado millardito, que tanta tinta hizo correr en los periódicos.
La idea, señalaba el Primer mandatario, era que estos recursos en vez de seguir depositados en bancos internacionales, se usaran en el país, lo cual generó por supuesto una inmediata ola de rechazo por parte de quienes ven en los postulados económicos, dogmas inquebrantables, paradigmas petrificados, además de la tradicional diatriba política que se opone a todo lo que venga del gobierno, sin mayor nivel de análisis.
Comenzó entonces el tira y encoge entre el ejecutivo y el directorio del BCV, el cual produjo varios comunicados en enero de 2004, donde señalaba que el mismo “está limitado legalmente a conceder sólo financiamiento a corto plazo, por lo que para un programa de desarrollo agrícola como el que requiere la Nación, sería necesario disponer de un fondo o de un organismo especializado para tales fines”. Es decir, no podían dar el millarcito. No obstante, no dejaron de tener razón cuando plantearon la creación de un fondo para el posible manejo de esos recursos.
Una discusión necesaria: Qué son las Reservas Excedentarias?
Sin embargo, no todo fue diatriba inútil. En abril de 2004, la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional realizó una jornada de reflexión sobre el tema, donde participaron economistas de diversas tendencias. En una de las ponencias presentadas “Reservas excedentarias en Venezuela: una propuesta” de Rodrigo Cabeza, uno de los impulsores de esta reforma, destacó que ese no era un concepto nuevo, que desde la década de los 90, economistas de diversos ámbitos y países, venían desarrollando investigaciones y modelos con el fin de determinar el nivel óptimo en las Reservas Monetarias y por ende, su correlato, es decir las Reservas Excendentarias (RE)
Así, desde la década de los 90, países como Uruguay y México, están usando el concepto de RE o nivel óptimo de las reservas, como una categoría económica para determinar qué hacer con las reservas internacionales que están por encima (o por debajo) de esos parámetros. Por ejemplo, México determinó que “después de 1995 las reservas óptimas han estado muy por debajo de las reservas existentes” ante lo cual se recomendó disminuir el ritmo de acumulación de las mismas” En Colombia, desde 2003, el banco central de allá, el Banco de la República, está realizando traslados al Ejecutivo con el fin de utilizarlos en proyectos de desarrollo económico y social. Como pude verse, no es un concepto nuevo, ni tampoco su aplicación.
Además, señala la ponencia, en este país se han usado las reservas, con otros nombres, con otras figuras y aquí no se ha formado tanta alharaca. Reseñó cuando en 1985, Lusinchi reconoció la deuda externa del sector privado o en 1990, cuando CAP dio garantía en dólares para refinanciar la deuda pública externa y finalmente, cuando se auxilió a FOGADE en la crisis bancaria de 1994. Todos esos recursos salieron del BCV, es decir, de las reservas internacionales.
Igualmente, Tobías Nóbrega, ex ministro de Finanzas, afirmó en ese seminario, que el costo de oportunidad de mantener un alto volumen de Reservas Monetarias es muy alto para Venezuela, por cuanto el país presenta uno de los indicadores más bajos de rendimiento de sus reservas internacionales. Por ello, está de acuerdo con el uso de las reservas excedentarias en proyectos de desarrollo social, lo cual, además, está en consonancia incluso con la Ley de Hidrocarburos, la cual destaca que los ingresos que reciba la nación deben propender a financiar “la salud, a la educación, a la formación de Fondos de estabilización macroeconómica y a la inversión productiva”.
Una reforma pertinente
Vista así la discusión, se planteó como uno de los primeros pasos para llevar adelante esta reforma, sin precedente en el país, la necesidad de modificar la ley del BCV para adecuarla a la nueva realidad y poder hacer uso de estos recursos que tanta falta hacen, estimulando la inversión, como uno de las variables para enfrentar la pobreza.
El 19 de julio, 19 meses después que el Presidente de la República hiciera publica su solicitud de un millardito al BCV, la Asamblea Nacional aprobaba la reforma de ley del ente emisor. Específicamente, se modificó el artículo 113 para permitir que un porcentaje del ingreso de divisas petroleras no se conviertan en reservas (y modifique la masa monetaria) para financiar proyectos de inversión con componente importado y, otros que generen economías de exportación de gran impacto socio productivo para el país.
La idea es que, de manera ex –antes, de forma previa, este nuevo mecanismo le permita al Estado transferir a un fondo parte de las divisas que ingresan a PDVSA por concepto de exportación petrolera, afectando el flujo de ingresos que alimentan las reservas.
Cuando entran al BCV las divisas, éste debe crear bolívares, lo cual amplia la base monetaria y puede afectar la liquidez y con ello la inflación, pero al no entrar en las arcas, estas divisas no necesitan crear recursos de respaldo y con ello, se minimiza todo el riesgo de la cadena liquidez-inflación-devaluación, presagiada como una de las graves consecuencias de esta decisión. Otra medida complementaria, para evitar este riesgo es que las reservas no se gastarán en Venezuela, salvo casos excepcionales, sino en el exterior para no afectar la masa monetaria nacional.
Un dato interesante a favor de esta reforma es que al 15 de septiembre de 2005, el indicador de riesgo país de Venezuela, denominado EMBI+, se ubicó en 358 puntos básicos, mientras que las Reservas Internacionales se ubicaron en 32.351 millones de US$.
Para entender la importancia de este indicador, es necesario saber que en el I Trimestre de 2003 (año de turbulencia política) este índice era de 1412, es decir, resultaba muy riesgoso invertir en Venezuela. Hoy, dos años después, según datos del Ministerio de Finanzas, estamos casi cuatro veces por debajo de esa cifra: 358 puntos, lo que significa que aun después de los anuncios de la modificación de la ley del BCV y la creación del FONDEN, los mercados financieros internacionales no ha reaccionado negativamente, sino todo lo contrario, derrumbando otros de los augurios agoreros y de los dogmas de la teoría monetaria tradicional: que una intervención en las Reservas Internacionales, trae automáticamente un aumento en el riesgo-país.
En cuanto al nivel óptimo de reservas internacionales, se incorporó un nuevo artículo 114, donde se señala textualmente que el BCV establecerá una única metodología adecuada las características estructurales de la economía venezolana. En caso contrario, el ente enviará a la Comisión Permanente de Finanzas los estudios realizados y ésta decidirá la metodología a usarse. Hasta los momentos, la cifra óptima que se maneja es de 20 mil millones de $.
¿Qué es el FONDEN?
Luego de la modificación a la Ley del BCV, era necesario establecer el ente encargado de administrar esos recursos, por ello, se creó el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), mediante el decreto publicado en Gaceta Oficial Nº 341.189 del martes 30 de agosto de 2005, adscrito al Ministerio de Finanzas, quien lo presidirá junto a los ministros de Energía y Petróleo y de Planificación y Desarrollo. Este sustituirá al fondo para la estabilización macroeconómica, FEM.
Asimismo, la decisión autoriza al BCV a liberar y transferir, por única vez, la suma de seis millardos de dólares (12,9 billones de bolívares) para crear el ente financiero bajo la figura de Sociedad Anónima. Luego, a partir del año 2006, el Fonden recibirá mensualmente del BCV el remanente de divisas obtenido por concepto de exportaciones de hidrocarburos y gas.
Una de las mayores críticas que ha recibido este Fondo es lo concerniente a su manejo y transparencia, ante lo cual, el presidente de la Comisión de Finanzas señaló que eso está garantizado por cuanto, se propondrá que cualquier venezolano pueda revisar sus actividades a través de la página web del BCV, además debe presentar cada 3 meses un balance de su inversión. Por su parte, el ministro de Finanzas dijo que, al ser una empresa rendirá sus estados financieros y balances semestralmente a la Asamblea Nacional, gabinete y a la comunidad, “serán balances auditados y publicados en la prensa nacional, porque esa es la manera más correcta para que una empresa diga lo que está haciendo”.
Sin embargo, creo que es necesario precisar con mayores detalles el nivel óptimo de las Reservas Excedentarias, así como los mecanismos de funcionamiento de este fondo, con el fin de quitarle discrecionalidad a un reducido grupo de funcionarios, en aras de hacerlo realmente transparente a la sociedad.
¿Para qué servirá el FONDEN?
Como puede verse, este organismo viene como anillo al dedo para las múltiples necesidades del país, por ejemplo, ya el presidente Chávez, anunció que decidió suspender la ley anual de Endeudamiento Público, para sustituirla con recursos ya disponibles en el FONDEN y también informó que los mil 600 centros de atención integral de Barrio Adentro II serán equipados con los recursos del Fondo Nacional de Desarrollo.
Así mismo, en los gabinetes móviles se acordó destinar 1,05 billones de bolívares a 237 proyectos, aproximadamente el 47 % de los recursos del fondo; que serán ejecutados por las gobernaciones y alcaldías. En el caso del Zulia, por ejemplo, podría permitir hacer realidad proyectos como el segundo puente sobre el Lago de Maracaibo, terminar el Metro y el Plan Ferrocarrilero del Zulia, vinculado a la construcción de un nuevo puerto.
Su objetivo fundamental, será entonces, el financiamiento de proyectos de inversión real productiva, educación, salud, mejoramiento del perfil y saldo de la deuda pública externa, ya va por los 26 mil millones de dólares, mientras que las reservas internacionales seguirán financiando el servicio de la deuda. Igualmente, le dará atención a situaciones especiales, como catástrofes, por ejemplo.
Por otra parte, FONDEN tiene prohibido dar garantías, emitir títulos y realizar operaciones financieras que representen endeudamiento. Sus operaciones estarán exentas del pago de todo impuesto, tasa o contribución, y gozará de todos los privilegios y prerrogativas que tiene la República. Podría manejar entre este año y el próximo una cifra igual o superior a 12,8 millardos de dólares, por cuanto es posible que se le anexe los recursos provenientes de FONDESPA, creado previamente por PDVSA para financiar programas sociales, por ello, se manejará en dólares y no en moneda nacional para evitar que una masa de dinero tan grande entre a la economía y dispare la inflación, como ya lo hemos señalado.
Los recursos del Fonden se dividirán en aquellos que se destinarán a los proyectos y los que generarán ingresos invertidos en un portafolio de inversiones. Es decir, se emplearán en la compra de bonos o acciones, con el fin de generar ganancias y aumentar esa masa de dinero mientras esos fondos no tengan un uso programado.
Una pequeña reflexión
En Venezuela hemos padecido el “karma” de no haber sembrado el petróleo, tal como lo han recomendado Pérez Alfonso y Uslar Prieti, entre otros. Hemos pagado caro esta situación.
Es posible que con estas reformas a la Ley de BCV, con este cambio de paradigma en cuanto al manejo de las Reservas Internacionales y con la creación del FONDEN, estas recomendaciones no sigan cayendo en el vacío y entonces, por primera vez, con estas inversiones, estemos sembrando el petróleo, metáfora perfecta para “sembrar” al país de obras que beneficien a todos, de inversiones que consoliden nuestra economía, de proyectos que hagan de Venezuela un país sustentable y posible.
mgonzalo@cantv.net