La mujer, génesis de la vida, hacedora del mundo y constructora de las nuevas formas de dignificación y emancipación de sus pueblos, sigue a pesar de ello, con la carga a cuestas del ANCENSTRAL MACHISMO.
Los diversos estudios realizados solamente en nuestra región arrojan cifras alarmantes. La Organización Panamericana de la Salud (OPS), en colaboración con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC), muestra que en 12 países estudiados de América Latina y el Caribe las agresiones al género femenino siguen presentes. Según el sondeo, entre el 17 y 53 por ciento de las mujeres consultadas denunciaron haber sufrido violencia física o sexual por parte de sus parejas. Sin embargo, pese a lo dramático de las cifras y a pesar de que muchas de ellas manifestaron haber sufrido abuso por parte de sus parejas, además de haber experimentado heridas físicas, que van desde cortes, moretones, abortos involuntarios, quemaduras y hasta la pérdida de la vida en situaciones mas siniestradas, El SILENCIO ha sido en todos o en la mayoría de estos casos el gran cómplice de esta aberrante realidad.
El análisis comparativo también muestra que entre el 10 y el 27 por ciento de las encuestadas en estos países reportaron haber sufrido violencia sexual en algún momento de sus vidas, cometida por su compañero u otra persona, pero generalmente por un hombre a quien ya conocía.
La realidad venezolana en materia de género no es tanto más diferente que la anteriormente expuesta, más aún si tomamos en cuenta que las cifras oficiales en esa materia, son sumamente conservadoras, toda vez que EL SILENCIO sigue haciendo de las suyas en lo que respecta al abordaje de este devastador flagelo.
Han sido muchos los avances obtenidos en la Venezuela Chavista en cuanto a género se refiere, sin embargo el hecho de que las instituciones creadas para la atención de las víctimas de la violencia de género no estén suficientemente circunstanciadas y formadas en un tema tan sensible como este, hace que muchas veces las decisiones tomadas frente a denuncias cursadas por las víctimas, incida negativamente en la asertividad en el pronunciamiento de fallos ajustados a un sistema de derecho y de justicia, tal como está consagrado en nuestra CARTA MAGNA y en nuestra LEY ORGÁNICA SOBRE EL DERECHO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA.
La necesidad de que la visión de género sea insertada en el sistema de escolaridad formal, se torna cada día más imperativa, no basta con la promulgación de leyes y creación de instancias en esta área. No se ordena el cambio o toma de conciencia colectiva por la vía del decreto de estado, eso solo tiene carácter espasmódico, lo que sí transformará la estructura mental de nuestros pueblos será el proceso formativo sistematizado y continuo. El MACHISMO Y EL PATRIARCADO son fenomenos derivados de la inconsistencia cultural de los pueblos donde ellos se manifiestan, solo abordado desde esa optica(transformadora de la cultura patriarcal) podremos desfenestraslos del sitial que aun mantiene en nuestras sociedades.
La mujer tiene, porque se lo ha ganado, el derecho de ser protagonista de su vida, dentro de sus sueños y esperanzas vistas desde su propia realidad. Sumemos pues nuestros esfuerzos y voluntades para transformar una realidad que tendrá un impacto social favorable para la sanidad del núcleo familiar dentro de nuestra sociedad.
Mujer, génesis de la vida, hacedora de sueños y esperanza viva de la emancipación de los pueblos, que claman por un mundo mejor!!!!!!!!!
Virginia King
