Politiporrazos

Ignaro anticristianismo letrinoso

“No hay peor ciego que quien no quiere ver”, un dicho popular reavivado en Venezuela desde 1999, por la actitud de agitadores sociales con poca responsabilidad y oscuros intereses del mercantilismo disfrazado de “democracia representativa comunicacional”.

Hay ejemplos permanentes en personas de cualquier edad, que expresan opiniones riesgosas utilizando el desdén, la desazón, la amargura y el negativismo despectivo sin la más mínima responsabilidad de análisis, al punto que sus conceptos desdicen peligrosamente de sus creencias religiosas.

El más reciente episodio de manifestaciones de locura y odio antidemocráticos, tuvo de protagonistas a integrantes de la farándula y resultó un patético ejemplo de la intolerancia opositora inducida cual moda, me refiero a la agresión verbal contra el actor y cantante Roque Valero, su esposa y su hijo de escasa edad, ocurrido en Los Naranjos, estado Miranda.

En visita a unos amigos presencié cuando una joven de escasos 25 años decía “a mí no me importa, todos lo sacudieron de ahí…”, defendiendo a Guillermo Dávila señalado de instigar a los asistentes a un supermercado privado, para que insultaran y pitaran a Roque Valero.

La joven al salir dijo a quienes asistimos a la reunión “buenas noches y que Dios los bendiga a todos…”, su forma de despedirse obedece a las normas impartidas en su habitual sitio de reunión cristiana.

Hagámonos la siguiente reflexión, qué clase de devoción puede practicar alguien, a quien no le importa por motivos políticos ofender al prójimo negando la Ley de Dios. A esto nos han llevado determinados medios de descomposición y penetración social agitadora, con el despliegue de noticias para provocar esquizofrenia entre quienes poco avezados en política, consuetudinariamente creen sin vacilar en los titulares masivos y opiniones antigobierno a ultranza, pervirtiendo la conducta de quienes solo aceptan que en Venezuela no hay nada bueno, porque lo afirman en los periódicos y supuestamente acá no tenemos libertad económica, no admiten que los especuladores nuestros son los peores saqueadores con los precios y obtienen las mejores ganancias especulativas en el mundo, no se les ocurre considerar ilegales el acaparamiento, la especulación, la estafa y la usura contra la colectividad.

Es triste comprobar que resulta casi imposible evitar que sus mentes caigan en la letrina del odio y la intolerancia política, sin medir ni un ápice su actitud personal y grupal. De mi parte y con tolerancia les digo “que Dios nos guíe, nos ampare y nos proteja del reprochable e intrigante periodismo basura”.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 2042 veces.



Luis Sánchez Ibarra


Visite el perfil de Luis Sánchez Ibarra para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: