El imperio yanqui y sus lacayos de la oposición venezolana en su desesperación por acabar con la revolución venezolana han cometido errores suicidas que le ha permitido al gobierno recuperar el ordenamiento institucional del país. Errores que no aprovechó el gobierno en las dos oportunidades anteriores en la que la oposición se la puso papayita para terminar de una vez por todas con la desestabilización política-económica-social que durante catorce años han mantenido los yanquis y la burguesía rentista parasitaria vende patria.
La inedita ofensiva del gobierno contra el golpe silencioso montado por Fedecamaras, Consecomercio y Venancham dirigido desde el Departamento de Estado yanqui, ha permitido descubrir el plan económico-sedicioso que esta gente tenía montado desde la desaparición física de Chávez. No tienen militares que le hagan el favor de salir de Maduro pero aún conservan el poder económico y decidieron usarlo para inducir una desbocada inflación con el único fin de lograr una revuelta popular.
Pero de nuevo las cosas le salen mal. El gobierno le ha desbaratado en sus caras el macabro plan. De nuevo el gobierno los ha dejado con las ganas de meterle las manos al poder político. De nuevo el gobierno tiene la gran oportunidad de acabar de una vez por todas con estos largos catorce años de crisis. Es la primera gran oportunidad que tiene Maduro para darle continuidad al legado de Chávez. Si no la aprovecha, la derecha no tardará en reponerse de este golpe y muy pronto la veremos mimetizada y organizada dentro de las mismas instituciones que en estos momentos la tienen contra la pared.
La oportunidad la pintan calva y esta nueva oportunidad que se le presenta al gobierno no puede ser desperdiciada. La habilitante tiene que ser usada para enrumbar definitivamente la revolución hacia el socialismo. La habilitante tiene que darle la estocada final al sistema acabando con todo aquello que este amarrado a el. La habilitante tiene que ser usada para crear nuevas instituciones que nazcan bajo la égida del socialismo. Verdaderas instituciones que esten al servicio del pueblo y de sus necesidades.
La habilitante debe ser usada para que el gobierno tome el control de todos los medios de producción social. Para que todo lo que se produzca en ellos lleguen a manos del consumidor a precios realmente justos. Para acabar con la burocracia, la corrupción, la ineficiencia, la anarquía, la inseguridad, el robo, el peculado, el acaparamiento, la usura, la especulación y tantos males del capitalismo.
Estos nuevos poderes que el pueblo le ha dado al presidente Maduro tienen que ser tomados por él como una nueva oportunidad para corregir los errores cometidos por él en su cortos nueves meses de gobierno. Oportunidad para sacar leyes que pongan en tres y dos a los capitalistas, es decir: o corren o se encaraman. Leyes que les haga sentir el poder de un gobierno socialista, es decir el poder popular. Que les enseñe quien es el que manda. Leyes, leyes que pongan a temblar a la trilogía del mal es decir Fedecamaras, Consecomercio y a Venancham. Leyes para que se mueran de la arrechera y se trague su veneno la otra trilogía del mal.
Otra oportunidad como esta no creo que se presente más nunca. Si el gobierno no la aprovecha, la muerte de Chávez habrá sido en vano. Nuestra independencia seguirá en peligro al igual que nuestro petróleo. El socialismo seguirá siendo un mito y la patria y el hombre nuevo jamás nacerán.